Llegaron al aula y se sentaron en sus sitios. Ya estaban a la mitad del año, del último año, y los chicos seguían siendo como niños, peleándose y bromeando sobre cualquier cosa.
-¡Amber!- la llamó Gordon, quien, como siempre estaba con su "pandilla" – ¿verdad que hoy viene el sustituto de Pamela? – colocó el típico truco de las chinchetas en el asiento del profesor– Se va a enterar este de quien manda aquí, se rió. Amber solo volteó los ojos.
Otro cogió la lista de asistencia y la escondió.- Pobres idiotas, y pobre el desgraciado sustituto que nos habrá tocado-
Unos minutos después la puerta se abrió y todos pusieron atención a la entrada del profesor.
- Buenos días – dijo. Esa voz parecía impotente, poderosa y sexy a la vez... Había que admitirlo.
Amber lo miró de arriba abajo, April no tenía nada de razón, no era un viejo decrepito, de hecho era un hombre que estaba buenísimo. La camisa blanca le quedaba como nunca había visto. Bajó la mirada, tenía un lindo trasero y la delantera daba mucho que imaginar, de seguro no decepcionaba a ninguna. Tenía un cabello lacio un poco desordenado, unos ojos claros, de un color miel, y unos labios... dios mío. Am se agitó un poco en su asiento, alejándose de esos pensamientos.
-¡Amber! – dijo April desde uno de los asientos de delante, era una de las chicas con peor comportamiento en clase, por eso la tenían en una de las primeras filas, debajo la supervisión del profesor.
- ¿Qué? – Hablaban como si el sustituto no estuviera allí.
- El sustituto no es un viejo calvo – Se rio.
- Me he dado cuenta, está guapo – dijo lo último sin alzar la voz, solo moviendo los labios.
Se escuchó un golpe fuerte, los estudiantes pusieron atención de donde venia, el sustituto había dado un golpe en la mesa, al parecer había intentado hacerlos callar desde hace un rato.
Sonrió. Una sonrisa preciosa, como todo él.
- Bien, ahora me prestan atención y están callados... - dijo a punto de sentarse – Oh, muy gracioso – retiró las chinchetas que Gordon había puesto allí - Pensé que ya había pasado de moda esta broma – Algunos se rieron bajo. Acto seguido, el profesor sustituto buscó la lista de asistencia - ¿Alguien puede decirme donde han puesto lista del curso?- los miró.
Amber negó con la cabeza, sabía que se arrepentiría después de esto, pero por alguna razón, quiso ser bondadosa con este sustituto. Se levantó del asiento hasta donde habían escondido la lista.
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I'll be your teacher [Terminada]
أدب المراهقينLa profesora de música estaba ausente ¿por qué? Pues se le había enfermado el marido y al parecer era bastante grave, cáncer de hígado, según decía la gente. ¿Esto es algo malo? Bastante, pero lo peor no es que el marido de Pamela estuviera a punto...