—Y bien? – le preguntó Jake, cuando April entró en su coche. Al fin lo había ido a recoger del taller.—Am No está en su casa. Ha tenido problemas con su padre... ¿ella te ha contado algo?—
—Si... me contó lo que pasaba entre su familia—
–Pues ayer llegó muy tarde a casa––mierda, se fue andando de la mía... y no es que esté cerca de la suya, precisamente.- dijo frustrado.
–Joder, Jake. Ahora su padre la tiene... secuestrada. Y Ana, su madre, no sabe dónde está.– April se llevó las manos a la cara.
–Tengo que saber dónde está, April... - la miró a los ojos. - ¿No sabes nada? ¿No se te ocurre ningún lugar?–
–Ahora mismo...–
–piensa, por favor... - Jake arrancó, dando una vuelta por la ciudad, mientras April se exprimía hasta la última gota de sus memorias para intentar saber donde podría Logan, haber llevado a su hija.
Jake aparcó en frente la casa de April.
–Bueno... no te forzaré más... - le dijo, con una mirada llena de tristeza.
–Espera... solo se me ocurre un sitio. – April lo miró con preocupación – Pero prométeme que vas a vigilar... es terreno peligroso. No sabes cómo las calza su padre, no lo sabes Jake, y no me gustaría que te pasara nada.–
–No te preocupes... ahora dime... ¿Dónde?–
–Un bosque. Es inmenso, hay vegetación de todo tipo, y al lado, un lago enorme... de agua cristalina. Los padres de Amber nos llevaban cuando a penas teníamos siete años, allí de vacaciones. La casa quedó abandonada... debe encontrarse en muy mal estado. Apariencia de una barraca inhabitada. Sobre todo vigila. Su padre tenía escopetas de caza allí.–
....
Am escuchó la puerta. Se levantó rápido y fue corriendo a sentarse a la cama. Antes pero, se limpió las manos, llenas de arena mezclada con la sangre que le salían de las heridas, por estar cavando con las manos durante dos horas, en la falda tejana.
–¿Cómo está mi nena? – entró Logan, irónicamente.
–Bien. – se rebotó, sacando su mejor sonrisa falsa. Pronto te vas a arrepentir de todo esto, hijo de la gran puta.
–He decidido que te voy a dejar comer algo. No quiero que mi hija favorita se muera de hambre. – la cogió por el brazo y tiró de ella. – Vamos, ¿o tengo que guiarte hasta la mesa como a los niños pequeños? – se rió.
– ¿Tu hija favorita? - Amber alzó una ceja. Lo que me faltaba.
Logan no hizo caso del comentario. La empujó contra la silla y le trajo una hamburguesa con algo de ensalada.
– ¿No podías dejar la hamburguesa más quemada, verdad?–
–O te comes lo que hay, o vuelves a tu cuarto sin comer nada. – Logan se sentó frente suyo, cruzando los brazos encima de su pecho.
– Eres un...–
–Cuidado– la miró fijamente
Ella cogió el tenedor y pinchó algunas hojas de lechuga. Luego se comió la parte menos quemada de la hamburguesa.
–¿Desde cuando no te gusta la hamburguesa? – Logan alzó una ceja – Lo has dejado casi todo ¿Qué pasa, no tienes hambre?–
– No... estoy llena.–
–Entonces, venga... - la cogió del brazo, tirando de ella de nuevo. Pero antes, Amber aprovechó que él estaba de espaldas para coger los cubiertos. No le clavaria el cuchillo, porque sabía que no podía hacer nada con aquello de punta redonda. Pero le servirían para la pared.
Logan volvió a cerrar la puerta, dejando a Amber en aquella oscura habitación.
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I'll be your teacher [Terminada]
Teen FictionLa profesora de música estaba ausente ¿por qué? Pues se le había enfermado el marido y al parecer era bastante grave, cáncer de hígado, según decía la gente. ¿Esto es algo malo? Bastante, pero lo peor no es que el marido de Pamela estuviera a punto...