No te preocupes, nena.

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Se hubo asegurado de que su padre volvía a estar mirando la tele. Volvió a la pared que daba al exterior. Se sacó el tenedor y el cuchillo de los bolsillos tejanos y siguió con esa faena. De vez en cuando, caía algo de arena y trozos de los viejos ladrillos. El agujero se había ido haciendo más y más grande. Faltaba poco para que pudiera salir. De pronto, vio un coche aparecer de la nada. Aparcó allí a lo lejos. Temió que fuese su padre y se volvió a meter a dentro. Pasado un rato, se dignó a mirar. Y la sorpresa fue inmensa. Se quedó con la boca entreabierta.

–Jake - logró murmurar. Su profesor se dirigía a la casa. – Estás loco. ¡Jake! – dijo alzando el tono de voz, aun que procurando que su padre no la oyera. Él dirigió la vista hacia la parte baja de la pared.

–¡Amber! – dijo él, arrodillándose a su altura. – Oh dios mío... - la observó, el panorama, todo.

– Silencio, mi padre está allí dentro...–

–Pero que te ha hecho... - observó cómo podía sacarla por ahí - ¿has hecho esto tu? – dijo mirando el agujero.

– Si... -

–Vamos a ver... -se dirigió a su coche y ató una cuerda en el parachoques. Se volvió a acercar a donde estaba Amber – toma, atala donde puedas,voy a sacarte de aquí.

Amber intentó ver por dentro, pero estaba oscuro. Se asomó otra vez.

–No hay luz, no veo casi nada... - Jake le alcanzó el móvil.

–Utiliza la luz del móvil como linterna. – le sonrió. Y esa sonrisa confortó muchísimo a Amber. Le devolvió la sonrisa y asintió. Se volvió a meter por dentro. Al fin vio una tubería que recorría gran parte de la habitación. Ató la cuerda lo más fuerte posible.

– Ya está. – Jake se dirigió al coche y tiró marcha atrás. La pared no tardó mucho en ceder. La pared entera se enderrocó. Amber no pudo evitar gritar de la sorpresa.

–Oh dios- se rió.

–¡Corre! – le dijo Jake, desatando la cuerda y abriendo la puerta del copiloto.

–¿Qué mierda pasa aquí? – salió Logan furioso y Observó la casa, horrorizado. – Me las vas a pagar, hija de puta...- sacó un rifle de la casa

–¡joder! – Jake cubrió a Amber haciendo que se apresurara a entrar al coche. Su padre se comenzó a acercar. Jake se metió en el piloto. Arrancó. El coche se le caló por la presión.

- ¡Mierda! ¡Ahora no! – El cristal de atrás se reventó, al ruido de un tiro. Am miró a Jake asustada, Jake de nuevo intentó arrancar el coche. Ahora sí, arrancó, se incorporó bien y le dio marcha, perdiéndose por el bosque.

Cuando estuvieron lejos de esa casa, Am volvió a incorporarse. Puso los pies en el asiento, cogiéndose de las piernas con los brazos, mirando hacia a fuera. Jake la observó. La falda estaba manchada de sangre y sus manos llenas de cortes y heridas. ¿Y toda ella? Llena de polvo.
Jake le acarició una de las manos, pero Amber la apartó, instintivamente.

–Lo siento, no quería hacerte daño...–

–Gracias por salvarme– lo miró con los ojos aguados.

–hey, todo está bien ahora– le acarició el cabello. A lo que ella se volvió a alejar.

–¿qué pasa?– preguntó Jake.

–aún me duelen tus palabras. – le sonrió sin ganas y volvió a mirar por la ventana. Jake suspiró.

–Oye, yo...–

–no me des explicaciones, entiendo que no quieras nada conmigo, ¿vale? Dejémoslo, no creo que sea bueno discutir ahora, no tengo ganas.–

–No te mereces todo esto.–

–Nadie se lo merece.–
Jake la observó un rato y aparcó en unos matorrales.

– Lo siento... espero que me perdones, no quería decirte todo lo que te dije–

–Ya, por eso hace falta meditar antes de hablar. – dijo ella, fría. - ¿Por qué has aparcado?–

–Porque nos hemos perdido. No tengo ni la más mínima idea de cómo salir de aquí, y además ya es de noche. Mejor esperemos a que amanezca.–

–Tu mañana tienes clases. A mí no me echarán en falta, pero a ti sí.–

–Eso es mentira, todos se preguntan dónde estás. Y yo... ya me las apañaré. Intentaré salir de aquí antes de las ocho.–

Jake abrió la puerta y salió a fuera.

– Jake ¿y si mi padre está por aquí? - Amber se encogió más.

–No te preocupes, nena... no creo que salga de noche, igualmente estamos en medio de un bosque, tendría que buscar mucho. – Jake se aseguró y observó la posición del coche.
Los arbustos y un par de arboles lo tapaban, pero aun y así, cogió más hojas y cubrió el vehículo. – Pero mira, ahora sí que no nos va a descubrir, por si las moscas. – Jake sonrió e hizo que Amber riera. Y que preciosa era su risa, igual que toda ella.

Amber se atrevió a bajar del coche. De fondo se escuchaba, muy cerca, un rio. Ella caminó, en busca del agua. Jake la siguió.

–Será mejor que no nos alejemos mucho del coche. - Am se giró hacia a él.

–No te preocupes, solo quiero lavarme... estoy hecha un asco.–

Jake negó con una sonrisa.
–Estás guapa de todas las maneras. - a lo que Amber se sonrojó.

Al llegar al rio, ella empezó a desvestirse. Jake se apoyó en un árbol a esperarla.

–Oye, oye ¿Qué haces? – le dijo ella girándose.

- Pues... esperar a que termines para volver ¿no? No te pienso dejar sola.– le dijo confuso.

–ok, ... pero gírate, me gusta tener mis ratos íntimos- le dijo ella guiñando un ojo.

–Después de lo que ya hicimos ¿me pides que me dé la vuelta?– la miró burlón

I'll be your teacher  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora