Martes por la tarde tenían clase de gimnasia, a veces muy aburrida y otras simple y divertida. Dependía como le cogiera a Chase, quien hoy estaba de buen humor, así que prácticamente, iba a ser divertida.
-Bueno chicos, hoy haremos un juego deportivo- miró a todos en general, con aquellos ojos casi negros que tanto incitaban a algunas. Era un hombre de unos treinta años y los tenía muy bien puestos. Sobre todo en ciertos sitios. Sonrió y botó la pelota. – Quemadas-.
Todos los chicos sonrieron. Ese juego les encantaba. Tirar la bola hacia cualquier persona para ir eliminando.
- Vamos a hacer dos grupos, los quiero mezclados, tanto chicas como chicos. Vamos a ver- miró – April, una de las capitanas. – Ahora muchos chicos levantaron la mano. Que infantiles.
- ¡Yo! ¡Elíjame a mí!-
- No, ¡a mí, Chase!-
- ¿Quieren callarse? – Miró en general – Elegiré a otra chica...¿April, a quien retas?-
- Amber– dijo sin pensárselo. Pobre de ella, había elegido perder, pensó Am.
Ella se puso al lado de April -Para elegir al resto del equipo, empiezas tú, April- Dijo el profesor Chase.
-Elijo a Gordon– dijo, mirando al resto de la clase – Y quita esa sonrisa, solo es por que se te da bien lo de la pelota-
-Y que sepas que cualquier tipo de pelotas...-dijo caminando hacia ella.
-¡Gordon!- lo reprendió Chase.
Así siguió la clase, hasta que empezaron a jugar, cada vez quedaban menos personas.
Jake estaba dando clases en un curso de primero, miró hacia el patio del instituto, donde se daban las clases de gimnasia. Era la clase de cuarto, donde estaba Amber. La vio, en un lado de la pista, inclinada, con las manos en las rodillas, tensa, con esos pantis de chándal negros, junto con la camisa blanca.
-¿Profe? – dijo uno de los alumnos.
-Si, dime Marco...-
-¿Está bien el ejercicio? – Jake se puso nervioso. Era la primera vez que no prestaba atención a uno de sus alumnos, a causa de... de otra alumna. Tenía que meterse eso en la cabeza, ella era solo otra alumna.
Negó con la cabeza- ¿Podrías repetirlo, por favor? – El chico sonrió y asintió, recitando de nuevo el ejercicio. ¿Qué le estaba pasando?
....
-Oye, April- le dijo, mientras recogían las cosas.
-Dime-
-Tengo que pedirte un favor, muy grande-
-Cualquier cosa, ya sabes. – le sonrió la rubia.
- Ayer me encontré las ruedas de la moto pinchadas y abolladuras por la parte delantera-
-Maldito Erik, seguro fue él... - dijo sin que terminara de contárselo-
-Ya... pero la cuestión es que, Gordon... - April se puso seria de golpe. – No me mires así, aun no te he dicho nada-
-Ya, pero me lo imagino, viniendo de ese bastardo-
-No, no es tan malo como piensas - suspiró ¿O quizás sí?, colgándose la maleta en la espalda – Él me dijo que me arreglaría la moto, si tu aceptabas salir a cenar hoy con él-
-¿Qué? – dijo ella incrédula– pero si me odia. – ahora se rio.
-Nop, le gustas– April se rio aun más.
-Amber...-
-April, por favor, di que sí- no tenía setecientos dólares para arreglar la moto, pero si su amiga decía que no, respetaría su decisión- si no quieres, está bien, pero vamos, Gordon sí está bueno- intentó convencerla.
-Que ya lo sé, tonta-rio- si eso es lo que necesitas, acepto– sonrió, colgándose la maleta también en la espalda – pero me debes una por prostituirme así como así.-
-Claro que te debo una– sonrió – pero si has aceptado con tal facilidad es porque te mueres por acostarte con él-
-No te creas, no está mal, pero no hay para tanto-
- ¿Qué no hay para tanto? – dijo– definitivamente no es mi tipo, pero el tuyo, sin duda.
-Ya, tu tipo, es el profe de música– se rio, saliendo de la clase- ¿A que si?-
-¿Por qué dices eso? – le pregunto a April, sonrojándose – Nunca me acostaría con un profesor-
-No seas tonta. Está para comérselo, yo si lo haría-
-Ya lo sé April, eres una zorra– se rieron.
-Y con mucha honra– rectificó – pero venga ya, hoy no te ha quitado ojo de encima.
-¿Qué? – dijo Am aun más incrédula, ¿Cómo es que April notaba esas cosas?
-Me dirás que no... en cada descanso te ha buscado y comido con la mirada, ahí yo veo algo más que una relación de alumna y profesor. Por dios, tienes un polvazo-
-Cállate ya... sabes que no es verdad-
-Vale me callo – siguieron andando – pero cuando te encuentres a el profe entre tus piernas, me darás la razón-
-No me acostaré nunca con Jake-
-Mira, ya lo llamas por su nombre. Por ahí se empieza. – sonrió. – Oye me voy, mi madre ya está allí con el coche-.
-Si, ve, yo me quedaré en la biblioteca del insti, el bus no sale hasta dentro de una hora... - le dio dos besos a su amiga y ella se fue.
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I'll be your teacher [Terminada]
Genç KurguLa profesora de música estaba ausente ¿por qué? Pues se le había enfermado el marido y al parecer era bastante grave, cáncer de hígado, según decía la gente. ¿Esto es algo malo? Bastante, pero lo peor no es que el marido de Pamela estuviera a punto...