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KENDALL

  Crucé la puerta central del hospital con Owen a mi lado, enseguida me di cuenta cuando un olor embriagador a desinfectante y médicos me inundó por completo de momentos que no quiero volver a recordar. Esa etapa de psicólogos fueron tan duros para mí, que volver a mirar la vista atrás, al pasado, duele. Aún lo recuerdo como si fuera ayer, no sale de mi cabeza...

"Despierta, ¿hola? ¿Kendall? Despierta, vamos... Está inconsciente, tendremos que inyectar para que despierte -decían mientras me daban pequeñas bofetadas para después sentir como cogían mi cuerpo y lo ponían boca bajo. Lo escuchaba todo, pero no podía abrir los ojos, no podía despertarme, mi fobia me superaba -no despierta, sigue inconsciente y está blanca, sus labios están empezando a ponerse morados... Necesitamos medirle la tensión y los niveles de azúcar en sangre, ¡¡vamos!! -entonces en ese momento un pinchazo en el dedo índice de la mano izquierda hizo que mi cabeza conectara para abrir los ojos y coger conciencia de todo lo que allí pasaba. Cuatro médicos inmediatamente se abalanzaron hacía mí pensando en ingresarme veinticuatro horas en aquel terrible infierno, quería salir de ahí, era lo que necesitaba. Cuando mi vista giró no pude evitar observar a mi padre temblando del miedo y te aseguro que aquello me partió el alma, desde aquel día todo cambió, eso marcó un antes y un después en mí, te lo aseguro."

  Por fin pudimos llegar a donde en recepción nos indicaron, para mi alivio, lo pasaron a una habitación para dejarlo en observación. Sigue en coma, pero pienso que si lo han pasado a planta tiene mejor pinta eso, ¿o no?

  Me siento agobiada y agotada, sólo tengo ganas de verlo, abrazarlo y que me diga que todo está bien, que me seguirá cuidando muchos más años, pero no es así.

  Ante la puerta de la habitación Owen se posiciona a mi lado y me coge la mano entrelazando sus dedos con los míos. Si no fuera por que estoy en el borde de la muerte de mi padre, disfrutaría del momento. Aunque he tenido tiempo para pensarlo en el viaje y todavía no he llegado a ninguna conclusión, es de lo más raro; que tu enemigo con el que tratas de convivir te acompañe, te ayude, te proteja y te apoye en una situación como esta, es genial a la vez.

  Cuando decido abrir la puerta, me encuentro a mi padre inmóvil y totalmente inconsciente en una cama blanca, enchufado a mil aparatos, rodeado de cables por todas partes, con una vía de suero conectada a él. Mi corazón se me acaba de romper en mil pedazos al verlo así, él siempre ha sido una persona muy nerviosa y activa, no era capaz de estar ni un segundo quieto, ¿porqué ahora?

  Charlotte que estaba sentada en un sillón a su lado, se levantó de golpe a recibirme y me envolvió en un increíble abrazo, en este instante acabo de sentir que vuelvo a estar en casa, pero no de la manera que hubiera preferido.

  -Cariño, se pondrá bien. Tu sabes que él es muy fuerte, en la vida a aguantado muchísimas cosas y aún así las ha superado todas y cada una de ellas, no va a dejar de luchar ahora, eso lo sabemos las dos -dijo cuando se dio cuenta de que las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas de forma incontrolable.

  -Tengo miedo Char, muchísimo... Como le pase algo yo muero sin él, tú lo sabes perfectamente, lo es todo para mí.

  -Acercate vamos, seguro que notará tu presencia. El doctor me ha dicho que aunque está en coma escucha y siente todo. También me ha dicho que ya le han realizado la transfusión de sangre y ya tiene en su cuerpo toda la necesaria, sólo tiene que aceptarla y que vuelva a circular al igual que antes.

  -¿Crees qué despertará verdad?

  -El médico me dijo que un coma nunca se sabe Kendall... Pero ya tiene toda la sangre en el cuerpo necesaria y le han echo una serie de pruebas reglamentarias al haberse dado un fuerte golpe en un lado del cráneo. Es delicado, pero como te dije antes tiene posibilidades de despertar, es fuerte y las dos lo sabemos -respondió con una sonrisa forzada mientras sujetaba mis manos, podía ver como sus ojos brillaban con cada vez mayor intensidad, lo sé, ella también lo está pasando muy mal, se le nota rota - ¿Te quedas aquí un rato? Necesito ir a casa, dormir un rato ya que llevo con él toda la noche y estoy cansada.

Que difícil es odiarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora