01 - "Demonio"

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[El cap está dividido en tiempos diferentes, es lo obvio pero les aviso porque hay personas que no entienden :)]

Después de tantos años, Ángel Lawler había salido de aquel sitio. Sonrió de manera burlesca al observar a un antiguo amigo de su padre como de su madre, esperando en plena salida.

      —¡Tú! —lo llamó el hombre—. ¿Has visto a un chico de... bueno, es un hombre de veintitres años ahora pero, por lo débilucho, debe parecer un chico —Se puso a pensar por unos segundos y después negó con la cabeza—. En fin, su nombre es Ángel Lawler, salía hoy y-

      —No tengo idea.

     El mayor frunció el ceño; la persona que tenía frente a él era musculoso, alto y hasta intimidaba. Era lo que nunca sería el... el Ángel que conocía. Pero ese rostro, ese rostro era tan familiar, se parecía tanto a su...

      difunto mejor amigo.

     Reaccionó en cuanto lo vio pasar por su lado, con la intención de irse.

      —¡Espera! —gritó. El menor se detuvo mas no se dio la vuelta—. ¿Ángel Lawler? ¿Tú-tú eres Ángel?

      Y perdió el color cuando el contrario se giró y medio sonrió. Fue, por un momento, aterrador.

       —El mismo.

       —Estamos en plena audición, eres el jefe y estás haciendo que el pobre hombre crea que estás aburrido con su proyecto.

       —Es aburrido, Sebastián —respondió simplemente, sin apartar la vista de su celular.

      —Ángel, por favor... —El mayor se vio interrumpido.

      —Sr. White, ¿no? —El hombre dejó explicar y asintió.

      —Sí, Señor. Yo-

      —Desaparece de mi vista.

     El hombre parpadeó, abrió la boca, y volvió parpadear. Cuando habló, su voz tembló:

      —¿D-disculpe?

      —Fui muy claro, ¿no?

     White hizo una reverencia y salió rápidamente del lugar.

      —Maldición, Ángel. No tienes que portarte tan mal —El aludido, por supuesto, no le prestaba atención—. ¡Ángel!

      —Baja la puta voz —Se masajeó la sien. La resaca aún en su sistema, y Sebastián estaba consciente de eso.

      —¿Cómo es que puedes vivir de esa manera? —cuestionó, negando con la cabeza—. Tu madre antes de morir te dejó todo, sus empresas, su riqueza, ¡todo! y mírate, además de que eres un maldito hijo de puta, bebedor y hasta maquina sexual, estás arruinándote matando a personas porque se te da la... ¿A dónde mierda vas?

       El portazo resonó, y supo que se había marchado.

       —Imbécil.

Dio un fuerte golpe en las costillas de aquel hombre tumbado en el suelo

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Dio un fuerte golpe en las costillas de aquel hombre tumbado en el suelo.

      —¿Quiénes sobrevivieron además de ti? —escupió.

     Se intentó levantar, pero fue imposible. Su brazo estaba roto, ambas piernas también.

     —Por favor, piedad —rogó.

     Ángel fingió pensarlo, tomó la pica y la enterró en la pierna del sujeto como lo había hecho varias veces. Un fuerte grito de dolor retumbó en el edificio abandonado, y después sollozos.

     —Hice una pregunta.

     —N-no voy a decirte un maldito nombre —escupió sangre—. Te jodes prime-

       La pica de repente, le atraviesa la cabeza con brusquedad; la punta saliendo por la frente. La vida desapareciendo de su ser.

      Sebastián entró enfurecido a la oficina.

     —El título es: Alias Demonio hace aparición después de tan sólo dos días.

      Ángel levanta una ceja y Sebastián quiere gritarle pero sabe que si lo hace sólo hará que se enoje y eso no quiere ni de broma. Saca su celular y reproduce el video.

      —Demonio, como es llamado por sus sádicos asesinatos, tiene alerta a todas las autoridades en varios países del mundo. Se dice que es un lunático con sed de venganza como también un enfermo por la sangre —adelanta el video—. No se sabe nada de él, nunca deja prueba alguna, nunca están cerca de atraparlo... Se sale de la app, bloquea su celular y se sienta frente a él sin eliminar su ceño fruncido.

      —¿Qué?

      —Ángel —suspiró—, ¿qué pasa si en vez del "nunca están cerca", digan que te tienen en la mira?

      La atención del contrario estaba completamente en la laptop, y Sebastián estaba casi haciendo crujir sus dientes de la rabia.

      —Te importa una mierda, ¿verdad?

     —Si te doy mi respuesta, ¿me dejas en paz?

      Sebastián conocía la respuesta.
«La jodida respuesta»

    —¡Ángel!

    El aludido resopló, fijando su mirada en la pantalla.

    —Supongo que no.

    —¡Deja de hacer esto! ¿Qué tienes como corazón? ¡Maldita sea!

    Aún no entendía cómo aquel niño inocente y dulce se convirtió en ese monstruo que tenía en frente, no lo entendía.

     Lastimosamente, lo apreciaba. Así, todo hijo de puta y todo, se ganó su aprecio.

      —Jodida mierda —susurró por el pensamiento. Suspiró, dándose cuenta de que Ángel no le prestaría la mínima atención si seguía reclamándole, así que, contó hasta tres mentalmente y carraspeó—. Es irónico el alias que te pusieron, Ángelito.

     Carcajeó en cuanto la atención se le fue dada.

    —Deja de llamarme así.

    —Voy a mi puesto, jefe —Se levantó y se dirigió a la puerta—. ¡Angelito, Angelito, Angelito!

    Escuchó un fuerte golpe después de cerrar la puerta y negó con la cabeza divertido.

Ese muchacho sí que se ganó mi aprecio.

💣

When ya casi hace aparición nuestra chica xd -c va

Ah, dejen sus comentarios de la historia, los leo... siempre 7uu7

~Gracias por leer y por todo~

-Lu★

Ángel, el Demonio © +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora