16 - Reemplazable

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Abrió sus ojos luego de unos segundos, y los posó en Ángel; éste estaba a unos metros de ella, con los brazos cruzados y una sonrisa de superioridad en su rostro.

    —¿Esperabas algo? -cuestionó él, fingiendo claramente curiosidad.

    Karoline apretó sus puños, aún con la tela suave cubriendo su cuerpo. Se sentía tan avergonzada, preguntándose el por qué esperó ello.

    —Yo no estaba...

    —Bien, aquí está —Apareció Sebastián, interrumpiéndola—. Está limpia —aseguró—, no hay rastro alguno de vomit-

     —Ya, entendí —Tomó su ropa e hizo un esfuerzo casi sobre humano para no ver a su jefe. Él, ya saliendo completamente de la habitación, escribiendo algo en su teléfono...

     Y cuando la puerta se cerró, pudo respirar con tranquilidad.

    —Aún sigo aquí —murmuró Sebastián, haciendo que ella le mirara.

     —Necesito cambiarme —dijo lo obvio.

    El hombre frunció los labios.

    —También necesitas dejar de lanzar cosas a quien te ayuda con tu vomi...

     —Ya basta —pidió avergonzada—. Lo siento.

     —Tus disculpas no harán que el dolor en mi cara ceda —Suspiró—. Pero está bien.

     Dio un paso, pero se detuvo. Giró a verla.

   —Evita este tipo de situaciones con el jefe —Sonó a advertencia.

    Parpadeando, preguntó:

    —¿Qué?

    —Lo que escuchaste. Lo aprecio mucho, pero... —Se quedó en silencio por unos segundos.

     Está loco, complementó mentalmente.

     —Pero... —volvió a intentarlo.

     Sólo sabe destruír.

     —Ángel...

     Puede jugar contigo y lastimarte.

     —Sebastián, ¿estás bien? —le cuestionó ella, entrecerrando sus ojos al verlo tan... pensativo.

     El aludido la miró. Recuerda la mirada penetrante e interesada del más joven sobre ella y sabía que, si Karoline permanecía demasiado cerca de él...

     Caería, podría sólo salir con el corazón roto como las demás.

     Y entonces recordó, que ella trabajaba en la parte más baja del edificio, llegaba más tarde de lo que Ángel lo hacía y además, que su jefe se olvidaría rápidamente de Karoline en cuanto tuviera a cualquier otra mujer frente a él.

     Porque así era Ángel, no le interesaba nada más que obtener lo que quería. Y lo que quería era sexo, sexo, matar, sexo.

     Un agujero, los dos, los tres —si contabas la boca—. Lo dejaría hasta ahí porque el resto ya sería demasiado turbio. Ángel no-

     Los sentimientos, el corazón, el amor... Ángel no sabía qué era eso.

     —Estoy bien —aseguró sonriente. La contraria frunció el ceño por el cambio abrupto de actitud—. Olvida lo que dije.

     Luego caminó hacia la puerta.

     —Todas para él son reemplazables. —murmuró en voz baja, pero ella escuchó.

     La miró de arriba a abajo una última vez, y salió de la habitación, dejándola totalmente confundida.



💣

Casi no actualizo, sorry.
El cap estuvo ogt, sorry.
Porque nací, sorry xd ahq

Quiénes se quedan gracias y a quienes se van adiós 🍭

:v
Estoy pensando hacer un, ¿Maratón? Xd
Ojo, sólo lo estoy pensando :v

-Lu★

Ángel, el Demonio © +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora