Una que otra mirada se posó en su persona, pero las ignoró.
Quería olvidarse de su hermano...
De la manera cruel en la que se comportaba sin razón.
Ella no era una "zorra".
No lo era.
Se dirigió a la barra, evitando chocar con alguna persona en el camino. Ya en ésta, observó a su alrededor; todos se divertían, y ella también quería hacerlo.
El barman la atendió poco después, y con decisión, pidió lo más fuerte que tuviera. Suspiró, y mientras esperaba que su pedido llegase, a lo lejos vio un grupo de mujeres...
Al parecer atendiendo perfectamente a algún hombre.
—Aquí tiene —dijo el hombre mayor ofreciéndole la bebida. Karoline, dudosa por el extraño color, se la bebió de una a los instantes.
—¡Ahg! —soltó, cerrando los ojos con fuerza—. ¡Siento que me quema la garganta! —Hizo una mueca y lo miró—. Quiero otra.
El mayor asintió con una sonrisa, le entregó otra de éstas y antes de que se la bebiera, dijo:
—No se la tome tan rápido. Si lo sigue haciendo así, se emborrachará pronto.
—No creo —respondió vagamente.
Él se rió, negando con la cabeza.
—Que conste que se lo advertí.
♠
—¿¡Por qué me dejaron!? —exclamó entre el llanto, observando el techo— ¡No es justo que yo esté aquí mientras ustedes están allá arriba!
El barman negaba con la cabeza por enésima vez, mientras trataba de evitar reír.
Falló.
—¿De qué se ríe? —preguntó, ahora molesta—. Déme otra copa, haga mejor eso.
Él asintió, suspirando, y se retiró a cumplir con lo que le ordenaba. Cuando volvió, la vio casi llorando de la risa.
No se extrañó, sin embargo, ya estaba acostumbrado.
Sus clientes frecuentes de aquella bebida, siempre se comportaban un poco de la misma manera.
♠
—¡Y desde pequeña no me dejaba acercarme a chicos porque si lo hacía, ya decía que era una zorra! —gritó—. ¡Incluso los hacía alejarse de mí! ¡Todos me evitaban!
El hombre mayor observaba el reloj en su muñeca con impaciencia. Resopló con molestia, y seguía fingiendo escucharla.
—Señor, usted es muy amable —confesó, arrugando el ceño mientras contaba el dinero. Pagó, y se levantó dispuesta a marcharse... ignorando el alivio del contrario al verla alejarse.
Sus pasos parecían firmes por fuera, pero por dentro...
«No te vas a caer, no te vas a caer»
Y bueno, casi cayó.
Casi.
No lo hizo porque unos fuertes brazos la rodearon en el proceso.
—Muuuuuu... —Hipó, separándose. Parpadeó—. ¿Qué estaba diciendo? —frunció los labios por unos segundos—. ¡Ah, sí! ¡Muchas gracias! —levantó la vista y se sonrojó de inmediato al reconocer a su jefe.
Tragó hondo, asimilando, y luego:
—¡Oh, Dios! —tapó sus ojos, dejando espacio entre sus dedos para poder verlo_ ¡Yo no quise entrar esa vez, señor!. Digo, ¡no pensé que estuviera...
—¿Estás sola? —preguntó él, observando a su alrededor. Karoline sin embargo no respondió, su cuerpo se sentía pesado...
Estaba cansada.
Pestañeó unas cuantas veces y luego cerró sus ojos.
Lo último que sintió, fue ser rodeada nuevamente por unos brazos...
Cargándola.
💣
Les dije que no solo sería muertes :v
Les dije que soy extraña con las historias♪ tururu xdEspero les esté gustando la historia :v no sí, -c sienta a esperar. Ahre xd
-c va
¡Gracias!
-Lu★
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Ángel, el Demonio © +21
Dla nastolatków❝El dolor, se transforma en odio. El odio, creará locura... creará monstruos❞. En un mundo lleno de basura (humanos), la inocencia es destruida y retorcida cruelmente para crear víctimas que no pueden salir del oscuro hoyo que les atormenta; y...