Ambos chocaron.
El hombre atractivo de traje elegante observó enojado al anciano de pies a cabeza; ropa vieja, rota y sucia...
Extrañamente más alto que él.
Resopló, y seguidamente se acomodó su costosa vestimenta para después:
—¿¡Está ciego o qué!? —exclamó, rojo de la ira—. Por poco y ensucia mi reluciente ropa.
—Lo siento, lo siento —repitió el anciano, bajando su cabeza con tristeza—. Perdóneme, por favor
—Esta gente de hoy en día da asco. —murmuró el elegante hombre alejándose.
Se montó en el auto, posó su mano en el volante y- Sintió un agudo ardor en su hombro.
No entendiendo nada, se quitó el abrigo para revisar; encontrando sangre, y además de ello... un artefacto desconocido enterrándose en esa parte de su cuerpo.
Gritó en cuanto éste se adentró más. Él con todas sus fuerzas trató de sacarlo.
No lográndolo.
Desesperado salió del auto, olvidándose de su orgullo para pedir ayuda, cayendo al instante al no sentir sus piernas.
—¿Qué está pasando? —susurró, apretando los dientes. Las gotas de sudor en casi todo su rostro; las lágrimas acumuladas en sus ojos—. ¡Ayú-
—¿Necesita ayuda, señor?
El anciano estaba cerca suyo.
—Sí, sí, por fa... ¡Ah! —gritó al sentir mucho más ardor, dolor e inclusive, algo parecido a una cierra dentro suyo.
Asustado, observó una vez más su hombro; el artefacto ya no se veía. Su carne viva sí.
—Eso se ve muy mal.
El hombre en el suelo observó a su alrededor al escuchar la masculina voz, esperanzado en encontrar a alguien más que no fuera un mísero, sucio anciano...
Patético anciano.
Pero era el patético anciano el único a su alrededor.
—¿¡Quién... quién habló hace un momento!?
Su cuerpo temblaba... Había perdido el color por la perdida de sangre.
—Soy el único aquí, ¿no?
Incrédulo, rápidamente posó los ojos en él.
Y entonces recordó cuando chocaron. Captó que, fue todo intencional.
—¡Fuiste tú! —Lo señaló como pudo.
El anciano no respondió; pero ya todo estaba claro.
El hombre atractivo aún asustado, y sintiéndose cada vez más débil, puso sus ojos en lo que el contrario portaba en sus manos:
Un control remoto.
Tiempo después, escupió sangre.
—¿Por-por qué haces esto? —preguntó sin fuerzas—. ¿Q-quién eres?
—Sólo voy a responder una pregunta.
Tirado en el suelo, tratando de no temblar demasiado, lo pensó, y pronto contestó:—La segunda, quiero la segunda.
Estaba seguro que saldría de esa. Era difícil de derribar; aunque estuviera desangrándose.
«Voy a liberarme de esto y te mataré, hijo de perra», pensó, quejándose después por otro agudo dolor en su interior.
El contrario no respondía, y estaba ya perdiendo la paciencia, como la sangre.
—¡Responde!
Se tensó en cuanto el otro se quitó los anteojos rotos, mostrando así unos jóvenes ojos.
Azul, miel...
[Años antes]
Observaba el dolor en los ojos de aquél niño que lloraba en silencio, mientras que rogaba para que se detuvieran.
—Ángel tiene unos ojos muy bonitos. ¿No creen? —Sonrió burlón en cuanto el recién nombrado lo miró con un brillo de esperanza en ellos—. Dime, ¿quieres que dejemos de golpearte?
—¿Qué es lo que haces? —interrumpió otro, con el ceño arrugado—. Manuel no nos pidió...
—Déjame jugar un poco —le susurró haciéndolo reír.
—Bueno, bueno. Continúa. —dijo entre risas.
Éste, por supuesto, siguió con lo que hacía:
—Te llaman "niño raro" o... —Entrecerró los ojos—. ¿Era el "rarito"? —Trató de no soltar una carcajada—. Pero mira, yo sé tu nombre —se acercó más—. ¿Necesitas ayuda?
El menor asintió muchas veces, sus ojos llenos de lágrimas por la alegría de... por fin ser salvado.
—Voy a ayudarte entonces.
Lo ayudó a levantarse, y luego...
Lo empujó, haciendo que su hombro chocara con la pared bruscamente.
Algo hizo un sonido desagradable.
—¡Me la vas a pagar! ¡Todos lo harán! —dijo adolorido, viendo cómo los presentes ríeron, después...
Le dieron otra golpiza.
[Actualmente]
—¿Á-Ángel?
—¿Ves esto? —dijo señalando el control remoto—. Estoy cumpliendo mi palabra.
Y antes de que el contrario gritara por piedad, seleccionó un botón...
Haciéndolo estallar en pedazos.
💣
Bien, el artefacto de aquí es inventado, yo lo inventé.
Así que, em :v esperen lo que sigue. Recuerden que este libro no solo poseé muertes y sangre. Soy extraña con las historias, y no cambiaré la manera.
Bai, nos vemos :v
-Lu★
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Ángel, el Demonio © +21
Teen Fiction❝El dolor, se transforma en odio. El odio, creará locura... creará monstruos❞. En un mundo lleno de basura (humanos), la inocencia es destruida y retorcida cruelmente para crear víctimas que no pueden salir del oscuro hoyo que les atormenta; y...