Una Noche

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La siguiente noche hice lo mismo.

Acomodé el sillón junto a la ventana y procuré asomarme cada rato para ver si lo veía nuevamente.

Pero no volvió a aparecer nadie.

Pase así por 2 semanas, privandome de una noche completa de sueño y arrepintiendome cada día por mi estupidez. Durante las mañanas permanecía alerta, pero llegando la tarde mi cuerpo reclamaba mis fuerzas. Ir de un trabajo a otro me volvió más torpe y lento, pero no podía dejar de hacerlo.

Me estaba convirtiendo en un estúpido. ¿Quién me entendía?
Ni yo mismo lo hacía. ¿Quería volver a verlo? ¿Volver a sentirlo?
Mi cabeza no dejaba de pensar en él ni en todo el misterio del cuento de Hakyeon. ¿Quería volver a verlo? Estaba confundido, estaba harto. El amor que creí había desaparecido sólo se volvió un puñado de cenizas atorado en mi garganta. Quería deshacerme de este golpeteo en mi pecho y de los recuerdos que no se iban. Estaba atrapado entre el sentimiento y el ardor por olvidarlo. Quería ser feliz, quería vivir una vida basada en mis deseos. No había nada que me detuviera más que el hecho de pensar que estaba de nueva cuenta en el torbellino que implica la magia de Won Sik. ¿Cómo saberlo? ¿Cómo identificar si estoy viviendo la realidad o sigo siendo parte de un hechizo?

No tenía forma de saberlo, podría confiar en Hakyeon y creer que está noche era la realidad. El destino confuso de un camino lleno de incertidumbre. Podría confiar, podría vivir así, engañado por otros o yo solito engañándome.

Pero ahí estaba nuevamente, sentado frente a una ventana empañada y un vaso de licor recargado en mi pierna. Las gotas de lluvia golpeando mi ventana y el silbido del viento colarse por debajo de mi puerta, fueron mis acompañantes esta nueva velada.

El sonido sordo y el sedante del whisky me hicieron adormilarme. Mis ojos se cerraban y entraba a un estado de estupor del que me hacía salir para seguir alerta.

"Toc..."

Desperté con pesar por el ruido de la puerta. Espere con los ojos entrecerrados esperando volver a oirlo, pero el silencio siguió estando ahí.
Tomé un sorbo del vaso y recargué la cabeza en el respaldo del sillón.
Mi mente viajo a un sueño donde me veía sentado debajo de un árbol enorme que me cubría de los rayos del sol. Yo tenía en la mano un puñado de hojas secas que se habían enterrado en mi palma. Veía a mi alrededor como esperando algo mientras el viento soplaba despacio trayendo una brisa cálida.

"Toc..."

Esta vez el ruido fue más fuerte y me despertó por completo. El calor del sueño fue sustituido por el frío del viento colarse debajo de la puerta. Me senté en la orilla del sillón y esperé con cautela escuchar nuevamente. La oscuridad a mi alrededor se veía perturbada por la escasa luz que entraba por el ventanal proveniente de la enorme lámpara de la calle.
La lluvia se intensificó golpeando con más fuerza mi ventana.

Me levanté por completo y me asomé hacia la calle. No había ni una sola alma.

Sin hacer ruido caminé hacia la puerta y esperé paciente. Mis manos temblaban y mi corazón, este tonto y desequilibrado corazón palpitaba con fuerza en la espera de la última señal que soportaría, pero el silencio estaba tan presente que cuando un rayo tronó cerca, sus latidos se detuvieron.

Toc...

...

... toc.

Esta vez no hubo duda, los toquidos a la puerta habían sido claros.

Estiré la mano y tomé el picaporte para abrir. Sentía unas enormes ganas de echarme para atrás y no abrir.

Pensé en la soledad de los últimos años, aquellos donde fui obligado a olvidar y a hacer mi mayor esfuerzo, todo por el caprichoso de un hombre, uno que a pesar de todo, amaba como si nunca lo hubiera dejado de hacer.
Fui tonto al creer que sería fácil olvidar aquello que con tanta paciencia te ves obligado a no olvidar, aunque el recuerdo fuera tan doloroso como el saberte desechado por ese mismo amor.

ANOCHECER (VIXX Fanfic Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora