Secret Boy

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Mi degradación siguió noche tras noche que lo esperaba afuera de su casa. Me quedaba largo rato bajo las luces de las farolas de la calle hasta que aparecía. Lo confrontaba para exigirle aunque sea una sola explicación, pero se empeñó en ignorarme tal y como si sólo fuera alguien más. Se metía a su auto y arrancaba sin siquiera verme.

En medio de la calle me quedaba derrotado y humillado.

Me obsesione con él, estaba tan enamorado que no pensé en la magnitud de idioteces que hice por el amor que le tenía. Mi cabeza pensaba mil razones por las que estuviera comportándose así conmigo, pero ninguna me convencía del todo.

Cansado y harto me alejé de todo, dejé el trabajo que me había conseguido y regresé a mi antiguo departamento, aquel que tenía 2 cuartos y que en invierto el frío se colaba por todas partes que hacía castañear mis dientes. Me hundí en un profundo sufrimiento y más porque en todo ese tiempo no me buscó ni me llamó. Me resigne al hecho de tener que obligarme a olvidar su amor y seguir adelante en mi miseria, la vida lejos de sus brazos se hizo insoportable.

Así siguió pasando el tiempo hasta que, después de 3 meses, volvió a aparecer en mi puerta. Llegó con una enorme sonrisa y un estúpido peluche en forma de corazón. Parecía como si el tiempo no hubiera pasado y que sus errores sólo habían sido ficción mía.

"-Mi bebé. " Dijo en cuanto abrí la puerta.

Mi corazón se hinchó y mis sentimientos hacia él se revolvieron en mi estómago, sentí nauseas y un enorme dolor en el pecho.

"-Te extrañé tanto." Y dicho esto último, me abrazó tan fuerte que cada pieza rota dentro de mi se fue haciendo más añicos.

Pasó sin ser invitado, me besó con ansias y me arrastró hasta la cama donde ambos nos desnudamos y dimos paso a una acalorada noche. Cada vez que yo intentaba hablar, callaba mi boca con un beso. Nos regocijamos entre piernas y saliva todo el tiempo que pasamos alejados. Aquello que me hizo odiarlo se esfumó cuando susurro a mi oído que me amaba.

Regresamos a la misma rutina donde me volví de nueva cuenta su esclavo y eterno servidor. Se convirtió en alguien más cariñoso e hizo que volviera a mi antiguo trabajo, me mudé al departamento que dejé e inicié de nueva cuenta un curso para terminar la preparatoria. Hasta ahí todo estuvo perfecto, nuestro amor renació y su dolorosa partida que me hizo casi darme por vencido, se esfumó dejando sólo el amargo recuerdo.

Fue una navidad increíble, pasamos juntos más tiempo del que esperaba y frente a una luna tan grande como mi amor por él, nos juramos estar juntos por siempre, pero la realidad supera a la ficción y como llegó se esfumó nuevamente. Yo estaba más que perdido por él, me era imposible poder concebir una vida sin Hakyeon.

Así que la noche que fui a su departamento para entregarle un anillo de compromiso, todo deseo de permanecer con vida se esfumó. No contaba con encontrarlo en la cama con el mismo chico que ya lo había visto, no esperaba que defendiera al hombre con el que me estaba engañando y no imaginé que llegara a negar que me conociera, que me tratara como un ladrón y acosador, que me corriera en medio de la oscuridad con el cielo despejado y el frío espectral recorriendo mi adormecido cuerpo.

Me echó de su casa, aquella que daba a este bosque donde me adentré corriendo y gritando hasta que mis piernas se cansaron y mi garganta enmudeció. El eco del río lejano me atrajo, como un imán dispuesto a arrancarme el corazón para no sentir más ésta espesa agonía que con cada paso me sumergía en el dolor.

La imagen de su cuerpo sobre la pelvis del desconocido mientras movía sus caderas en una danza erótica, me transportaba al límite del sufrimiento.

Me arrojé al río esperando morir para ya no sentir, para ya no vivir, estar lejos de él, de sus mentiras y de la enorme y patética sombra de lo que llegue a transformarme por lo que creí era amor.

Ahora, olvidado ese amor y renaciendo en mi la esperanza de que mi corazón vuelva a latir, tengo miedo. Paraliza mi mente y me detiene, no puedo creer que la vida me ofrezca una segunda oportunidad, porque no morí y sigo pensando en él, sólo espero conseguir arrancarme los recuerdos de la cabeza y seguir adelante.

Won Sik se ha transformado en una cura contra el cáncer que es Hakyeon, no puedo mas que dejar que mi corazón se abra ante este chico, aunque no sepa realmente si él desea estar conmigo o sólo es la soledad lo que lo empuja a verme con ojos con los que no me miraría en otro lugar y en otras circunstancias. Soy patético y aburrido, un tonto y feo hombre. No tengo nada extraordinario que me haga suficiente para poder reclamar amor de alguien más. Por ese motivo Hakyeon jamás me amó, sólo sirvo para ser un juguete.

Permanecí sentado en la mesa, recargado en el respaldo de madera y rememorando todo lo que representaba mi pasado, cuando el crujir de las hojas afuera de la puerta, me asustaron. Imaginé a Won Sik llegando, pero la puerta no se abrió en los largos minutos que esperé, imaginé algún animal rondando atraído por el olor de la comida o la luz, me asomé a la ventana y encontré oscuridad. Regresé a la sala y la visión triste de sentirme solo se hizo más grande. No puedo pensar en amar a alguien y no puedo imaginar que mi anfitrión esté interesado en mi.

La noche atrae sentimientos desagradables y sombras llenas de dolor.

El ruido afuera de la cabaña se intensificó. Me levanté y con todo el esfuerzo que pude, corrí a la puerta y la abrí de golpe. El aire gélido y el olor de la montaña aparecieron antes que la visión extraordinaria de un hombre parado a escasos 10 metros de mi, la sombra de los árboles le tapaba el rostro, se quedó quieto mirando hacia mi, mientras que mis piernas flaquearon.

ANOCHECER (VIXX Fanfic Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora