Secret Way

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El hombre no movió ni un sólo músculo mientras nos mirábamos. El miedo latente y la desidia por la curiosidad me mantuvieron retante en el dintel de la puerta.

Estaba absorto y muerto de miedo. Ese que estaba ahí no era Won Sik, no era un animal y no parecía real.

Una ráfaga de viento hizo mover los árboles a nuestro alrededor, entonces la luz blanquecina de la luna alumbraron su rostro, aquel bello y conocido rostro.

El hombre frente a mi, oculto entre la oscuridad obtuvo un nombre: Hakyeon.

Todas las fuerzas que me mantenían en pie se evaporaron, mis piernas se doblaron y la respiración se me aceleró. Hakyeon dio un paso hacia mi, pero el asombro y el pavor le ganaron a mi cuerpo. Lo último que recuerdo es sentir lo frío del pasto en mi rostro cuando me desmayé.

***

Un par de voces rugiendo y gritando palabras incomprensibles. Aparecen dentro del eco de mi cabeza, todo parece confuso, aleatorio y de cierta manera un poco desagradable.

Abro los ojos con mucha calma, me pesan tanto que podría creer que alguien me obliga a cerrarlos. Estoy en el sillón de la sala mientras las figuras se mueven frente a mi. Lo que veo entre sombras y ráfagas de luz me sorprende, las voces cobran sentido, ambas las he escuchado antes. Won Sik se agarra la cabellera negra en un intento por conservar la calma mientras que la otra persona que aún aparece como una sombra se le acerca con las manos estiradas en forma de suplica. Ya no hay tanto eco en mi cabeza.

"—¿Que... lo que... contigo? La... sufrí tanto y ahor..."

La melodiosa voz de Hakyeon era inconfundible, temblé al pensar que estuviera ahí, buscándome. ¿Como pudo dar conmigo?

Mis párpados se cierran de inmediato, intento abrirlos, el cansancio anormal de mi cuerpo me asusta.

"—No, tu eres el culpable de todo. Ve lo que... nadie mas que... está vivo."

Esa última frase estaba compuesta por la voz grave y profunda de Won Sik.

Ambos peleaban, lo sabia a pesar de haber dejado de entender sus palabras. Mi corazón palpita confuso en mi pecho mientras que la suave quietud de un sueño profundo me arrojaron a la inconsciencia.

***

Cuando desperté ya era de día. La brillante luz del sol entraba por la enorme ventana. Me levanté con cuidado y me fijé que la cortina estaba corrida. Algo inusual al igual que la mesa del comedor que se hallaba del otro lado de la estancia. No escuché ningún ruido dentro por lo que pensé de inmediato que Won Sik debería estar en el granero trabajando.

Cuando bajé los pies de la cama pude ver que ya no tenia las tablas en la pierna y que mi brazo ya no estaba vendado. Aprecié las cicatrices de los rasguños sanados, se marcaban mas blancos que mi piel. Mi pierna traía una venda y ya no dolía en nada. Moví despacio todas mis articulaciones sorprendiéndome porque ya no existe el dolor.

Me incorporé y caminé probando mi cuerpo, nada paso. Estaba entero y sin molestias. Salí de la cabaña, todo parecía diferente como si hubieran pasado años ya que el pasto estaba mas alto, los arboles se deshojaban dejando pequeñas ramas pintadas de amarillo. La cascada caía sin tanta agua y el viento soplaba fuerte y más frío, era como si estuviéramos entrando en el invierno.

Crucé los brazos en mi pecho intentado conservar calor y me dirigí a la parte trasera del bosque, aquella donde siempre busqué llegar y nunca tuve la oportunidad. Ahí se encontraba el inicio del espeso follaje, me adentré siguiendo el camino de tierra con un nudo en la garganta. Las ramas altas y enormes de los sauces me acompañaron y oscurecieron mi camino hasta que me vi en un paraje, era una pradera pequeña con flores moradas iluminando el carente escenario. Atravesé el prado y continúe caminando hasta rodearme de arboles enormes que me hicieron desorientarme. Tuve que detener la marcha, llevaba varios minutos caminado y no sabia realmente a donde ir, me estaba dejando guiar por el impulso y el instinto.

Miré a mi alrededor y encontré tierra húmeda bajo mis pies y ramas altas y llenas de hojas sobre mi que impedían que la luz solar atravesara. Patie varias piedras, me sentí perdido pero estaba relajado, traté de pensar con calma las cosas y recordé de inmediato la situación de ayer:

Había visto a Hakyeon en el bosque y dentro de la cabaña discutiendo con Won Sik, todo era confuso o tal vez parte de un sueño pero lo había visto. Nada me quitara la idea de la cabeza y por el momento solo existe una persona que puede ayudarme a calmar esta incomodidad. Porque está regresando a mi esa tortura ante mis sentimientos, el recuerdo y la pena ocasionada por ese maldito amor.

Respiré hondo y continué andando dejándome guiar por mi sentido común, la tierra estaba erosionada en una parte formando un camino sobre la tierra. Lo seguí hasta que salí, el sonido suave del río me trajo recuerdos. Frente a mi estaba el granero pequeño rodeado de pasto y árboles secos en su totalidad. El río pasaba a un lado con fuerza suficiente que hipnotizaba.

Me acerqué a la orilla y me quedé quieto contemplando y rememorando.

El chirrido de la puerta del granero me erizaron la piel. Me giré para ver quién salía y encontré a Won Sik con los ojos rojos y la seriedad en el rostro.

—Tardaste demasiado en llegar —Se quedó recargado en la puerta, traía ropa diferente a la que estaba acostumbrado a verlo, era más antigua y formal, no las playeras y jeans que siempre usaba.

—El camino es difícil y largo —Dejé de verlo para agacharme y estirar el brazo para tocar el agua.

Estaba tibia.

—Hay lugares más peligrosos y alejados de aquí.

Sus pisadas crujieron ante las ramas secas mientras se acercaba. Lo sentí pararse a mi lado.

—¿Que ocurrió ayer? —Mi voz se escuchó suave.

Se sentó a mi lado.

—Tendré que decirte la verdad. Sólo procura mantener la mente abierta. Taek Woon, mírame.

Las nubes se acumularon sobre nosotros ocultando el brillo del sol. Todo se volvió gris y puedo jurar que las flores se marchitaron y el río se detuvo.

ANOCHECER (VIXX Fanfic Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora