Traitor

199 43 23
                                    

Mi inocencia se perdió en cuanto la noche reveló lo que sus ojos guardaban.

Su sola presencia me atemorizó. Lo observé calmado a pesar de que dentro de mi la horrible sensación de peligro me alertaron. Caminó sin prisa hacia mi. Su respiración pesada y el enorme reconocimiento de algo brillando a su alrededor, me hicieron saber de que era su aura, era el poder emanando de él.

—Detente —dije en cuanto estaba a dos pasos de mi.

Lo único que se interponía entre los dos era el enorme sillón.

—No lo haré. Te amo y no dejaré que nada nos separe. Incluso tu.

—Tal parece que la locura te ha hecho perder lo poco que quedaba en ti. Me hubiera encantado conocer al Won Sik que eras antes.

—¿Pero de qué hablas? ¡Sigo siendo yo mismo! ¿No me ves Leo, amor mío? Sigo siendo yo mismo, ¡lo soy! Lo seré siempre. Tú no temas y ven a mi. Te necesito. Debemos huir, Hyuk es el único tan fuerte como yo para matarme y lo sabes... ¡lo sabes!

Me pegué lo más que pude a la pared. El río de plata se movía descontrolado en esa mirada enloquecida.

"Leo" "Leo" "Leo".

Él siempre me vio como a él. ¿Habrá estado enamorado de mi, del verdadero Taek Woon?

—Lo estoy. Veo en ti a mi Leo porque eres idéntico, y no sólo lo digo por su físico, tienes todo de él. Tu has logrado que deje atrás ésta obsesiva búsqueda porque nunca me di cuenta que nuestro amor rompe universos. En cada plano que visité lo único que debía hacer era acercarme a ti para que nuestro amor floreciera. Siempre has sido así, tú y yo nos amamos al punto de que las leyes más importantes de la física se rompen. ¡Yo te amo! ¡TE AMO!

Gritó.

Estiró las manos esperando que las tomara, pero la intranquilidad de mi corazón era muy fuerte. Negué con la cabeza.

—Tu amas a Leo y estás tan desesperado que has creído que yo lo suplantaría. No me amas a mi, amas que yo sea tan parecido a él. Amas el recuerdo que yo ocasiono y la falsa esperanza de que tú búsqueda ha terminado. Mi amor por ti creció por una mentira, me hiciste creer que lo nuestro era real, y ahora veo que me enamoré de alguien que ama un poderoso recuerdo. Jamás amaras lo que yo realmente represento, mi esencia, mi yo real.

Me moví de dónde estaba, me sentía atrapado. Me fui acercando a la puerta para salir, sin saber realmente que esperar.

—Los dos hombres del bosque, tus hermanos, me hicieron saber qué hiciste miserable mi vida desde que nací, ahora no puedes negarlo porque tú mismo me acabas de decir que tienes el poder de hacerlo. Me hiciste sufrir en cada momento que viví, muchas veces estuve a nada de suicidarme por lo horrible que era seguir vivo de la manera en que yo lo hacía. No tenía a nadie ni nada que me atara a este mundo y supongo que tú detuviste que lo hiciera ya que llegó a mi Hakyeon. Nos hiciste enamorarnos e hiciste que el dolor de mi amor por él fuera tan intenso que me impidiera pensar en mí, olvidando los deseos de desaparecer de este mundo. Me llevaste al límite hasta que tú plan llegó al punto máximo donde el engaño del hombre que amé por tu sádico juego me arrojara nuevamente a quererme suicidar, pero está vez me lo permitiste y henos aquí. ¿Qué tan idiota debo ser para quedarme a lado de alguien como tú? Has arruinado mi vida de todas la formas posibles. Ahora dices que me amas pero no, amas a un fantasma.

Las veces que me enamoré he terminado sufriendo. En ningún momento he recibido el amor que me corresponde y que doy a manos llenas. Si de verdad mi vida ha sido creada a partir de la mente sádica de este hombre, entonces no me queda nada. Podría regresar a mi antigua casa y ver qué pasa, tal vez asegurarme de trazar mi propio destino y seguir adelante. Nada me asegura que podré ser feliz si tengo en la mente los recuerdos de esta cabaña o de este amor. También tengo miedo de que Won Sik continúe manipulando mi existencia donde quiera que esté.

Pero lo más complicado eran los sentimientos agolpados en mi pecho, éstos que me impiden salir corriendo de este lugar y olvidar la promesa de un futuro junto a alguien que sin palabras, me hizo perder todo.

Ravi suspiró ante mis pensamientos.

—No escaparas, estaremos juntos y te demostraré que mi amor es real.

Volví a negar con la cabeza.

—No lo hagas, solo déjame libre. Olvida tu triste búsqueda y comienza a enmendar tus errores. Vive con decencia y trata de recuperar tu honor. Me demostraste que eres un buen hombre y que la maldad que hay en ti solo es soledad y abandono.

—Por eso debes quedarte junto a mi, ayúdame a ser el que era antes. Te necesito. No me dejes por favor. 

Se abalanzó hacia mi tomándome desprevenido, y me besó. Me acorraló sobre la pared aprisionando todo mi cuerpo con el suyo. Miles de pequeñas descargas eléctricas me paralizaron, me costaba respirar mientras que el poco orgullo que me quedaba, desaparecía con el sabor de sus labios.

Nos besamos hasta perder el aliento. Cuando abrí los ojos, el río de plata se movía como un pequeño huracán. Era hipnotizante. Mis piernas flaqueaban y el sentimiento de derrota se apoderó de mí. Me sentí débil y pequeño entre sus brazos. La fragilidad del sonido de su respiración y el rojo enmarcando sus párpados, me indicaban que estaba conteniendo las lágrimas.

—Eres el único que puede destruirme y el que lograría regresarme a la vida. Todo al mismo tiempo. Soy incapaz de pensar en perderte. Por favor no lo hagas, quédate conmigo y prometo que dejaré atrás la maldad que me ha impedido ser feliz. Limpiare mis pecados y todo para que te quedes junto a mi. Cree en mi.

Sus labios volvieron a chocar contra los míos aunque ésta vez de forma más pasional. Sus palabras sonaban robóticas pero conservaban credibilidad. Permití ser nuevamente apresado por él y me dejé arrastrar hasta la cama donde me acosté debajo suyo. Las caricias llenas de fe, las mordidas cargadas de pasión y nuestros gemidos gritando nuestro amor, fueron suficientes para saber que todos siempre me han mentido.
Éste momento, en el que me aferro al cuello de Won Sik mientras me penetra, solo demuestra que yo no soy nada.

Susurra palabras desconocidas en mi oído, me besa en lugares donde mis propias manos no han tocado y se hunde dentro de mi pecho, aquí donde mi corazón debería estar latiendo.

ANOCHECER (VIXX Fanfic Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora