New Darkness

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Para mi mala suerte no logré desmayarme, permanecí en el piso jadeando y rogando porque el sentimiento de una mano enorme dejara de aplastarme. Me fue imposible incorporarme, las fuerzas de mi cuerpo desaparecieron como esfumadas en el mismo instante que el olor penetrante del azufre me provocó nauseas.

El silbido desapareció, entonces ya no escuché nada, permanecí de rodillas en el piso presionando mi cabeza y mirando los pies de Won Sik alejarse de mi, el suelo continuaba temblando pero el dolor se fue haciendo más tolerable. La opresión en mi pecho se quedó como una masa caliente, sudaba y seguía jadeando, fue extraño desde el principio pero no tenía miedo, todo era parecido a un sueño lejano a pesar de saber que esto era real. Won Sik me había mostrado que él no era alguien común y que lo que sabemos se llama magia siempre ha existido a nuestro alrededor sin que nos hayamos dado cuenta. Tal vez y estos seres mágicos se ocultan en los lugares menos insospechados para alejarse de la maldad del mundo.

"Algunos hemos sido exiliados por nuestros mismos hermanos, hay muchos celos y guerra por querer ser el mejor y dominar a los demás. Hay niveles de donde vengo, mientras más dones poseas, más poderoso y envidiado serás. La muerte me marcó cuando logré mostrar 9 de los tan preciados poderes, desde entonces no conocí mas que desgracia y oscuridad. Mis manos tuvieron que mancharse de sangre para mantenerme con vida y aún ahora, debo seguir peleando para no perder lo último que me queda."

Sus palabras aparecieron dentro de mi cabeza calmando la presión. La desesperación en su voz me puso incomodo, pero al menos me permitió respirar mejor.

Y así como inició, la mano enorme aplastándome contra el piso, desapareció. Mis piernas y brazos temblaban, tenía la garganta seca y un fuerte mareo me impedían levantarme del suelo. Alcé la vista para buscarlo, no lo encontré. El sudor caía a chorros por mi cuerpo desnudo.

Me incorporé como pude y sosteniéndome con todo a mi alrededor, llegué a la cama donde me senté y con cuidado me agache para tomar mi ropa del piso. La sensación de tener acalambradas las extremidades, seguía presente, mi corazón latía apresurado. Estaba asustado.

Miré a mi alrededor y esperé ver la silueta de mi amado caminando hacia mi para ayudarme a tranquilizarme. Me encontré solo y con el zumbido de mis oídos impidiéndome captar algún ruido del exterior. Suspiré un par de veces más antes de salir a su búsqueda, tenía ahora la tonta idea de que me quería asustar, que nada de lo que pasó sería hecho por alguien como él y que sería absurdo sentir miedo o estar intranquilo por algo que durante más de un año no nos perjudicó o siquiera molestó.

Con las piernas débiles caminé a la puerta y salí, tampoco lo encontré a los alrededores de la cabaña por lo que decidí adentrarme al bosque a través del camino de tierra. La oscuridad era intimidante, los escasos rayos de luz de la luna caían débiles sobre mi, me ayudaban a no tropezar con algo, pero me dejaban a la suerte de no poder ver si había algo o alguien más allá de los 2 metros de distancia.

El ruido nocturno y el aroma fresco, hicieron que el pavor por sentirme atrapado e inmovilizado, se esfumara. Llegué al granero y grité su nombre. El silbar del viento y el chapoteo del río me hicieron recordar a Won Sik sentado a mi lado gritando hacia el cielo que era un idiota.

Mire con desdén el cause del río pasar veloz ante mis ojos acuosos. Los recuerdos de mi vida junto a él, donde me vi rodeado de silencio y de miradas capaces de mostrar el enorme amor que nació de nuestros maltrechos corazones. Won Sik me demostró de mil maneras diferentes cuanto me amaba, sus ojos brillaban diferente, su piel se ponía sensible cuando nos rozabamos, erguía la espalda siempre que caminaba frente a mi y cuando comenzamos a ser novios, él inflaba el pecho donde yo recargaba mis manos. La sencillez de nuestro amor y la soledad de nuestra vida juntos, nos llevó a saber que no es necesario vivir aventuras inimaginables a lado de alguien solo para que nuestro amor se hiciera más fuerte. Yo no necesito otra cosa más que nuestra cabaña, nuestra paz y nuestra compañía.

El ruido de un búho distrajo mis desordenados pensamientos. Me gire hacia donde próvino el ruido del pequeño animal nocturno y lo que me encontré, hizo que mi fe en un hombre, se hiciera más fuerte.

A lo lejos, la figura de alguien, caminaba tranquila hacia mi. Mantuve mi cuerpo en alerta pero no sabia cuanto podría durar estar así, antes de que las piernas comenzaran a temblarme y me dejaran incapaz de salir corriendo. Me relajé lo más que puede y suspiré decenas de veces para tranquilizar el latido descontrolado de mi corazón.

El hombre, vestido con un traje negro, parecía flotar sobre el césped y la maleza del lugar. Di varios pasos hacia a tras para alejarme. Desesperado comencé a idear un plan para huir, porque lo que se acercaba a mi, no era Won Sik.

El cielo tronó, el ruido del río aumentó. El viento comenzó a ser helado y mi respiración se entrecorto. El hombre que flotaba fue alumbrado por la luz de la luna y lo que vi me hizo recordar que debía mantener la calma. El joven tenía el cabello rubio, la piel casi transparente y los rasgos hermosos. Sonreía mientras seguía su avance hacia mi, sus manos permanecían ocultas detrás de su espalda y sus ojos... esos ojos brillaban como dos diamantes rojos dispuestos a hipnotizarme hasta la locura.

Mis pasos para alejarme se hicieron torpes, necesitaba gritar el nombre de Won Sik a pesar de presentir que debía permanecer callado, así que grité en mi mente esperando que estuviera cerca y pudiera leerla. Le mostraba el rostro del hombre y le preguntaba si debía correr, le suplicaba que apareciera y me ayudara. Estaba indefenso ante alguien o algo que no comprendía, pero que sabía perfectamente que no tendría el poder para luchar contra él.

Comenzó a llover muy fuerte, como si el cielo quisiera ayudarme a ocultarme de lo que se acercaba a mi con una lentitud intimidante. Aceleré el ir hacia atrás sin darle la espalda, necesitaba estar seguro que no echaría a correr para atraparme. El pasto se humedecio, y con esto el fango se espeso, comencé a sentir inestable el suelo al tener ligeros deslices. Mi corazón estaba palpitando en mi garganta, una sensación de nauseas se apoderaron de mi, el miedo por sentirme en peligro encendieron el instinto de supervivencia así que corrí, no me importó quitarle la vista de encima, necesitaba salir huyendo de ahí.

Cuando me gire impulsado por toda mi fuerza, choqué contra alguien. Caí de rodillas por el impacto. La lluvia había cesado un poco y me permitió ver mejor. Sus piernas cortas se incaron frente a mi y sus manos me tomaron por los hombros. Rápido alcé la cara para ver quien era, y no supe si gritar o llorar al verlo.

Esa sonrisa que muchas veces me hizo perder el respeto por mi, apareció frente a mis ojos en su intento por volverme añicos. Hakyeon parecía divertido y emocionado frente a mi. Su sonrisa se ensanchó hasta que una carcajada salió de sus labios.

Entonces perdí el poco valor que me quedaba.

ANOCHECER (VIXX Fanfic Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora