Conozco tu futuro (Loki)

"Soy Rosy"

-¡Te ves terrible!

-Gracias Loki, no sabes cuánto le gusta a una chica que le digan eso -contestó Rosy irónicamente.

A pesar de su sarcasmo Loki tenía razón, ella tenía un aspecto deplorable. Se le habían formado unas ojeras enormes que, según el doctor, se debían a la deshidratación sufrida por la pérdida de tanta sangre, por lo mismo también tenía los labios partidos y resecos. Si a eso se le agrega la gran gasa que tenía pegada al costado con una mancha de sangre, podemos decir que su condición física no era de las mejores. No obstante su voz sonaba mejor que el día anterior, ya no se oía tan débil.

-De nada, de nada. Pero dime ¿cómo te sientes? Necesitamos elaborar el plan lo antes posible, por tu culpa me he retrasado mucho tiempo.

-Hablaste con "El Otro" ¿cierto? -preguntó notando la pizca de preocupación en la voz del asgardiano.

-¿Pero cómo... -exclamó atónito-. Sí, ya sé. En tu dichosa película viste que hablaría con él. Por esto mismo debes saber muy bien por qué necesito hacer algo ya mismo.

-Sí, lo sé. Para tu suerte los planes se crean con la mente y no con el cuerpo, así que podemos empezar ahora si quieres -le propuso con una sonrisa.

-Cuanto antes mejor, pero tengo varias cosas qué preguntarte. Primero, quiero saber ¿por qué me pediste que no matara a aquel mortal? ¿Acaso lo conocías?

-No... -apartó la mirada de él y la situó en el techo-. No conozco a ninguno de los degenerados de ayer...

Se le escapó una lágrima que resbaló sobre su mejilla. El dios lo notó y preguntó.

-Estas sufriendo sólo de recordarlos, entonces ¿por qué?

-Por supuesto que sufro, de sólo pensar que casi me... No sé qué hubiera hecho si no hubieras aparecido -sollozaba sin dejar de mirar hacia arriba-. Te preguntas por qué abogue por él. Ni yo misma lo sé bien. Mis padres me enseñaron desde pequeña que no estaba bien lastimar a nadie, incluso si alguien me agredía yo tenía que ser más inteligente que eso. Así que siempre crecí con esa mentalidad. No sé si mi reacción es inteligente o no pero yo siempre esquivaba a todos aquellos a los que me ofendían. Simplemente los ignoraba y seguía mi vida tratando de no darles importancia.

>> Además que considero a la vida algo sagrado. Pienso que aun cuando una persona sea el más perverso de todos, no tenemos derecho a quitarle la vida, no somos nadie para juzgar.

-¿Estás consiente de lo que esos tipejos pensaban hacerte? -cuestionó exasperado.

-Sí -respondió más calmada-. Pero sigo en la misma posición Loki, no debiste matarlos. Sé que lo que querían hacerme era repugnante, sin embargo también sé que la gente puede cambiar para bien. TODOS merecemos que alguien crea en nosotros.

-¡Qué estúpida eres!

-Quizás lo sea, quizás no. Aunque todo indica que sí lo soy ya que yo creo en ti -declaró ahora sí, mirándolo a los ojos y con una pequeña sonrisa dulce.

-Eso sólo confirma tu estupidez -reiteró un poco impactado ante la declaración de la chica, sin embargo disimuló su sorpresa muy bien.

-¿Es todo lo que me ibas a preguntar? -estaba decepcionada y triste ante aquella respuesta.

-No. La verdad es que no me importa pero ¿qué significa lo que dijiste ayer?

-Si no te importara no me estuvieras preguntando -dijo la muchacha divertida-. Aunque no sé de lo que me hablas, dije muchas cosas.

-Después de que el sanador mortal te curara. Cuando tu temperatura corporal subió y que todos te llevaban cosas frías

-¿Qué? -preguntó confundida-. No recuerdo nada después de eso. Sólo me acuerdo que el doctor dijo que tendría que coser la herida, después de eso desperté y vi a la agente. Si dices que tenía temperatura alta tal vez tuve alucinaciones, pero no estaba consiente así que no sé qué es lo que dije.

-¿Por qué dejaste a tu madre?

Rosy palideció y abrió más los ojos, esperaba lo que sea menos esa pregunta.

-¿Co... cómo sabes eso?

-Cuando estabas con esas alucinaciones no dejabas de llorar y disculparte con ella. ¿De qué escapaste?

-No es nada. Mejor hay que seguir con el plan. -su voz sonaba fría.

-Tienes la obligación de decirme, si alguien te persigue podría arruinar mis planes. O peor aún, podría pasarle algo a tu madre.

Él siempre había podido ver los puntos débiles de todos los seres de los nueve mundos, así tenía la ventaja ante toda situación.

-No... no te atreverías -contestó ella asustada.

-Por supuesto que no, yo nunca me atrevería. Sin embargo hay otras personas que podrían, por ejemplo la persona que te persigue.

-Nadie me persigue -suspira-. Está bien, te lo diré. Es muy boba la razón por la cual escape, pero necesitaba nuevos aires. Por un lado yo confiaba mucho en la gente, si decían algo yo lo creía al instante, sobre todo con esas personas que se hacen llamar "amigos". Esas personas que te juraban que siempre estarían junto a ti y que la amistad sería eterna fueron las que me demostraron que nada en este mundo vale la pena, me decepcionaron mucho.

>>Aunque la verdadera razón sería que por alguna razón con mi familia no puedo ser yo misma, me limito mucho. Pienso también que se debe a la forma en que me educaron, nunca me ha parecido justo que "por ser mujer" tenga más restricciones que mi hermano. Siempre me cuidaron, no lo niego, sin embargo me sobreprotegieron a tal punto que tuve que salir de ahí debido a que no me sentía libre. Yo les agradezco mucho que quieran defenderme de los peligros que existen afuera pero si seguía ahí nunca podría valerme por mí misma. Creo que tú mismo viste que no pude. Sentía que era una prisionera en mi propia familia.

-Así que vives un gran trauma psicológico ¿cierto? -su tono era serio, parecía que por una vez desde que se conocieron la entendía y no tomaba el tema como burla.

-Pues sí, creo que se le puede llamar así. Aunque sinceramente cada vez que lo pienso creo que es muy tonto. Hay personas que sufren cosas verdaderamente terribles y, a diferencia de mí, enfrentan su problema con valor. Soy una cobarde.

-¡Vamos! No eres cobarde. No cualquiera habría venido a mí para ofrecerme ayuda tan voluntariamente sabiendo perfectamente cómo soy -aseguró con una sonrisa.

-¡Bien! Tenemos un plan qué hacer -dijo entusiasta con lágrimas en los ojos-. Gracias Loki, por todo.

Puso su mano encima de la de él al mismo tiempo de que le sonreía. Este correspondió dándole unas palmaditas en la mano.

-Lo sé, soy maravilloso -aseguró divertido-. Pero hay una última pregunta que te haré antes de elaborar un plan. ¿Cuál es tu nombre? Por todo lo que ha pasado no te has presentado adecuadamente.

Ella rió.

-Puedes decirme Rosy, un gusto presentarme con usted señor dios de las travesuras-se sentía más feliz de lo que se había sentido nunca. Tenía un rayo de esperanza, Loki podría ser bueno.