Inglaterra

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-Nos veremos pronto Steve -se despidió Rosy con una gran sonrisa.

En cuanto tomó la decisión de irse a Inglaterra empacó rápidamente unas pocas cosas. El tiempo que había estado en Nueva York consiguió trabajo; y el dinero que le pagaban lo ahorraba, nunca le había gustado gastar mucho en cosas innecesarias. A pesar de lo que daba de la renta del departamento y de lo que le devolvió a Steve, tenía una buena cantidad de dinero, al menos sabía que no se moriría de hambre. Cuando Rogers volvió de la reunión ella no perdió ni un segundo en ir a contarle lo que tenía planeado hacer. No obstante, él estaba triste por su partida.

-Te extrañaré -reconoció él-. Recuerda que cuando vuelvas a verme ya no estaré aquí, me mudaré a Washington.

-Por supuesto que lo recordaré, tú serás al primero que voy a visitar. Y por favor despídeme de Tony, quiero irme lo más pronto...

-Sigo sin comprender por qué sigues tan aferrada a él -la interrumpió-. Sabes que yo te apoyo pero... creí que el tiempo que transcurrió desde que lo dejaste de ver sería suficiente para que lo olvidaras.

-Te juro que nunca me cansaré de agradecerte por todo lo que has hecho por mí, sin embargo, tengo que ir para despejar mi mente. Loki fue la razón por la que quise que me entrenaras -confesó avergonzada y al mismo tiempo triste-, perdóname.

-No tengo nada qué perdonarte -dijo tomando la barbilla de ella suavemente-. Nunca me engañaste ni hiciste nada malo. Pero prométeme que no pondrás en riesgo tu vida por él ¿sí? No soportaría que algo le sucediera a mi mejor amiga.

-¡Lo prometo! -exclamó la chica abalanzándose sobre él con una enorme sonrisa y lágrimas a punto de caer en sus mejillas.

Se despidieron, ella no perdió mucho tiempo en dirigirse al aeropuerto, quería llegar lo antes posible. Steve le dio dinero para el pasaje.

-Tómalo, tendrás que volver a pagarme ese dinero. Será mi seguro para saber que volveremos a vernos -le insistió ya que ella no quería aceptarlo.

-Gracias -dijo aceptándolo-. Sólo espero que cuando nos volvamos a ver tú y Natasha sean más... cercanos. Porque puede que alguien se te adelante.

-¿Qué quieres decir? -preguntó confuso ante el comentario de su amiga.

-Ay mi pequeño Steve -sonreía ante la ingenuidad del Capitán-. Así como tú supiste mis sentimientos hacia Loki, yo también descubrí los tuyos. ¡Nos vemos!

Fue lo último que dijo antes de subir al avión dejando a Steve perplejo ya que no lo dejó contestar. Su vuelo duraría 12 horas así que creyó que era un buen momento para planear lo que haría: «¿A dónde tendré que ir? ¡Rayos! ¿Por qué seré así de impulsiva y testaruda? Bueno, tendré que buscar a Jane Foster... pero no tengo idea del lugar en donde se encuentre ¿qué voy a hacer?» Así estuvo durante el vuelo hasta llegar a Londres, se sentía agobiada ante la enorme cantidad de dudas que tenía. «Creo que preguntaré por ella -pensaba-. Será difícil pero supongo que alguien debe saber quién es ella, es una astrofísica... ¿famosa?» Teniendo algo claro lo que haría, buscó un lugar para imprimir la foto de la que se supondría que era Jane y comenzó a preguntar por ella. «Sólo espero que la Jane real sea muy parecida a ésta, sino estoy perdiendo mi tiempo».

Estuvo buscándola durante todo el día hasta que oscureció, había perdido toda esperanza hasta que escuchó una conversación de dos personas:

-Tengo que ir a la casa de Jane -anunció una chica-. Te llamaré luego, practicante.

-¡Mi nombre es Ian! -respondió molesto al tiempo en que la joven se marchaba del lugar en un auto.

-¡Hola! ¿Cómo estás Ian? -saludó Rosy al joven con una sonrisa pícara.

-¿Nos conocemos? -preguntó Ian confundido.

-La verdad no, pero podemos arreglar eso. Me llamo Rosy -contestó extendiendo su mano.

-¿Cómo sabes mi nombre? -la cuestionó tomándole la mano correspondiendo el gesto.

-No fue difícil saberlo, se lo acabas de gritar a la chica que se fue.

-Oh, es cierto -reía avergonzado-. Y ¿en qué te puedo ayudar?

-Verás...

De pronto se puso nerviosa. «¿Qué le digo?» se preguntaba. Su cerebro trabaja a mil por hora buscando una buena excusa, hasta que se le ocurrió una.

-Yo estuve en los acontecimientos de Nueva York... ya sabes ¿no? El agujero de gusano, el doctor Erick Selvig, Loki.

-Oh si, lo siento mucho.

-Sí... fue horrible -contestó tristemente, recordando lo que ella había vivido-. En fin, no vine a contarte mi pena. Llegué hasta acá porque creo que podría ayudarles con su investigación.

Seguía estando nerviosa pero trataba de hacerlo lo mejor que podía. Desde la partida de Loki había mejorado mucho su defensa personal, sin embargo, sus mentiras seguían siendo tan malas como siempre. Lo bueno para ella es que Ian parecía no percatarse de esto.

-¿De qué investigación hablas? -cuestionó él, pero no era mejor mentiroso que ella.

-¡Vamos! Sé que eres el practicante de Darcy quien a su vez es la pasante de Jane -exclamó un poco desesperada-. Han estado investigando sobre campos gravitacionales o algo así.

-¿Quién eres? -preguntaba nervioso-. ¿Cómo sabes tanto?

-Mira -comenzó a explicar un poco más calmada-, yo tengo... asuntos pendientes con Loki así que te propongo algo, mañana nos vemos temprano en este mismo lugar, pero tiene que venir Jane, aquí les contaré todo ¿está bien?

-Bien -se limitó a decir.

Conozco tu futuro (Loki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora