El Capitán estaba solo con Rosy en la habitación, miraba atentamente a la chica por si despertaba. Se veía muy demacrada por lo que él se sentía triste, ¿cómo una chica como ella podía haber acabado así? Entonces Rosy abrió lentamente los ojos posando su mirada en Steve.
-¿Qué pasó? -preguntó débilmente-. Yo estaba...
Se interrumpió al recordar lo que había pasado, lo que ella había intentado hacer y el por qué. Entonces dejó caer las lágrimas en sus mejillas.
-¿Por qué sigo con vida? -preguntaba alterada-. Yo no debería estar aquí, me merezco lo peor.
-Rosy tranquilízate por favor -trataba Steve de calmarla-. Tú eres una chica muy valiente que no merece morir, al contrario, eres una heroína.
-¡Te equivocas! Tony tiene toda la razón, soy un monstruo, un demonio. No merezco que estés aquí conmigo. Por favor déjame sola.
-¡Basta de sentirte culpable! -sentenció con una voz firme y poniéndose de pie-. Stark no sabía lo que decía, está cegado por la ira, por eso dijo esas cosas. Pero en realidad ya no las piensa, mientras estabas... inconsciente pudo entrar en razón y se dio cuenta de que no eres la culpable, ahora la única persona que piensa eso eres tú. Así que haznos el favor de abrir los ojos a la realidad para ver que fuiste otra víctima más.
Rosy había dejado de llorar, estaba sorprendida por la intensidad de las palabras de Steve, definitivamente era el Capitán América.
-No sé si seré capaz de hacerlo, pero lo intentaré Capitán -dijo sonriendo.
-Así está mejor -contestó devolviéndole la sonrisa.
Pasó una semana en el hospital sin ningún sobresalto, ahora sí se había recuperado completamente, le quedaron las cicatrices pero al menos ya estaba curada y saldría por fin de ahí.
-¿Lista para irnos de aquí? -preguntó Steve a Rosy.
-¡Estoy más que lista! -contestó entusiasmada.
Aunque Steve la había visitado todos los días, ella deseaba mucho salir de ahí, no soportaba estar encerrada sin hacer nada. El tiempo que pasaba con él era divertido y hasta se sentía feliz, pero en cuanto se iba, la soledad que sentía era inmensa. A pesar de que trataba de no pensar en Loki, no podía evitarlo, veía su rostro en cualquier lugar que mirara, sobre todo veía la última mirada que le dio. Esa mirada triste, tan... humana. Cada vez que lo recordaba se sentía pésimo. Lo único que evitaba que cometiera locuras era Steve.
Salieron del hospital y se dirigieron hacia una motocicleta que estaba estacionada justo enfrente.
-Sube -le indicó Steve.
-Bu... bueno -balbuceaba-, yo no... no me gusta...
-¿Te da miedo ir en motocicleta? -preguntó divertido-. Tranquila confías en mí ¿cierto?
-Claro que sí -respondió segura pero al subirse al vehículo estaba temblando-. ¿Puedo saber a dónde vamos?
-No, te dije que era una sorpresa. No seas impaciente -dijo al tiempo que subía a la motocicleta.
-Sabes que ser paciente no es una virtud que yo tenga -replicó sonriente mientras se ponía el casco.
Recorrieron las calles de Nueva York. Ella se sujetaba fuertemente a Steve, sólo así no tenía miedo. Por fin llegaron a su destino, se bajaron del vehículo frente a una construcción que prácticamente apenas la habían comenzado.
-¿Dónde estamos? -preguntó confundida.
-Buen día, señorita -saludó una voz a sus espaldas.
Steve y la chica voltearon. Era Tony Stark quien había saludado mientras caminaba hacia ellos. Estaba vestido con un traje gris y una camisa roja. Al llegar con ellos, el millonario tomó la mano de la muchacha y la besó.
-Déjala en paz Stark -le ordenó el Capitán molesto por esa acción.
-A ella no le molesta ¿verdad linda? -replicó guiñando un ojo.
Rosy no dijo nada, había quedado paralizada desde que escuchó su voz. Los ojos habían comenzado a cristalizarse, tenía una expresión de tristeza y horror al mismo tiempo.
-¡Vámonos de aquí, Steve! -imploró la chica cuando por fin reaccionó.
-¿Por qué te quieres ir? Acaban de llegar -dijo Tony confuso.
-¿Ya ves lo que provocas Stark? -lo regañó el Capitán-. Tranquila Rosy, no dejaré que este pervertido te haga nada.
-Solamente vayámonos -repitió.
Negaba con la cabeza al mismo tiempo que la sujetaba con las manos, tenía los ojos cerrados. Los dos superhéroes la miraban desconcertados.
-¿Qué te ocurre? ¿Te duele la cabeza? -preguntó preocupado Steve.
-Lo siento, no puedo.
Fue lo único que ella respondió antes de salir corriendo del lugar conteniendo las lágrimas.
-¡No podemos dejar que se vaya! -exclamó el Capitán desesperado.
-Pues no perdamos más tiempo para ir por ella.
Comenzaron a correr los dos hacia la dirección que se fue la chica, pero llegaron a un punto donde tuvieron que separarse para tener más oportunidad de encontrarla. Y el que la halló fue Tony. Estaba sentada en la banca de un parque con la cabeza inclinada y la mano cubriéndole la cara. Él se acercó cuidadosamente a ella y se sentó a su lado. Ella dio un respingo, pues se asustó al sentir a alguien a su lado. Cuando se dio cuenta de quién era intentó salir corriendo de nuevo, pero Stark se lo impidió tomándole la mano.
-¡Espera por favor!
-Yo... yo...
-No tienes por qué decir nada. Déjame hablar contigo ¿sí? -pidió Tony haciendo señas para que se volviera a sentar.
-Está bien -aceptó ella enjugándose la cara.
-Mira... -empezó Stark con un suspiro-. Sé por qué querías irte, es por mí ¿cierto?
La muchacha no contestó, solamente miraba el piso.
-Tomaré eso como un sí. -dijo. Le costaba trabajo hablar-. Lo que queríamos Steve y yo con esta reunión no era que te entristecieras, al contrario, queríamos celebrar tu salida del hospital. Aunque más que nada yo te quería pedir una disculpa por mi comportamiento la última vez que nos vimos. Estaba afectado por todo lo ocurrido y no medí mis palabras.
No hubo una respuesta inmediata, aunque pasaron unos 3 minutos en silencio a Tony le parecieron eternos, no estaba cómodo con situaciones de este tipo. Entonces ella decidió que ya era tiempo de decirle algo.
-Está bien, acepto tus disculpas -sonrió.
-Esa sonrisa no me convence mucho, ¿qué pasa, no me quieres perdonar?
-No, es enserio. Te perdono. Es sólo que...
-¿Loki? -interrumpió-. Lo sé todo, el Capitán no es muy bueno guardando secretos ¿sabes? Me dijo que estás enamorada de él.
-¿Qué? -exclamó atónita-. Yo nunca dije eso.
-Pero es cierto ¿no es así? El Capitán puede no ser discreto, pero es muy perceptivo con los demás, creo que al contarle tu historia él se dio cuenta de eso.
-¿Podría yo... estar enamorada... de Loki? -preguntó pasmada ante esa posibilidad.
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Conozco tu futuro (Loki)
FanfictionPara empezar esta historia no es mia, simplemente me encanto y quize subirla aquí Todos los derechos reservados a Kotomi Laufeyson, usuario de Potterfics