Capítulo 49

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-Nicole, amor mío- Un sonriente Federico aparece en el campo de visión de la mencionada, una copa con lo que parece ser whisky en su mano derecha y los primeros tres botones de su camisa desabrochados, permitiendo ver su abdomen.

-¿Ya te emborrachaste? ¡Son la una recién!- Exclamó Nicole con burla en sus ojos al ver a su novio en tal estado de ebriedad.

-Mi suegra no me quiere- Un exagerado puchero se forma en sus labios. -Quería ahogar mis penas.

-Tu suegra, con suerte me quiere a mí, así que no te sientas mal- Sin poder evitarlo, Nicole comienza a recordar su discusión de hace unos minutos, recuerdos de cuando era joven y despreciada por su madre rondan por su cabeza sin que ésta pueda detenerlos. -¿Me convidas?- Apunta hacia el vaso con alcohol y, sin esperar respuesta, lo agarra y bebe su contenido sin respirar.

-Wow- Sus ojos se amplían al verla tomar tan de repente. -Cada día haces que me enamore má de ti- Sonríe divertido.

-Cállate, vamos por más- Nicole a paso apresurado se dirigió a la mesa empujando la silla de su novio.

-Nick ¿desde cuándo bebes?- Interroga Agustina, la cual es la única sobria de todo el grupo.

-Desde hace unos meses- Se encoje de hombros mientras sigue llenando su vaso.

-No creo que sea bueno que tomes tanto- Agustina se acerca a ella lentamente pero Nicole ya se había tomado el vaso con Whisky.

-Tranquila, no voy a tomar tanto.

2 horas después.

-¡Por mi suegra! La señora que no me quiere sin que yo le haya hecho algo- Grita Federico llevando el pico de la botella a sus labios.

-¡Por mi madre! La mujer más tacaña y amargada del mundo- Grita Nicole quitándole la botella y tomando el contenido ella. Todos los invitados se habían ido, tan solo quedaban Pedro, La Jose, Sky (quien no iba a beber porque tendría que conducir), Agustina, Federico, Mathias y Nicole.

-Nicole ¿cuánto has bebido?- Agustina se acerca a ella preocupada.

-No importa, amiga- Sisea la castaña rascándose el cuello. -¿Te he dicho lo mucho que te quiero?

-Últimamente no, desagradecida, pero no importa. Tienes que dejar de beber- Le quita la botella de vodka de sus manos y agarra uno de sus brazos para llevarla a que descanse un poco afuera. No quería que volviera a cometer una locura por estar borracha, no quería ver sufrir a sus amigos de nuevo.

-Pero si estoy bien- Nicole se separa de ella y se para en una sola pierna, tambaleándose. -Puedo mantenerme en pie todavía- Se defiende, pero un segundo después está tirada en el piso, retorciéndose por la risa.

-Si, claro, y yo soy rubia teñida- Agustina se acerca a su amiga y la levanta, en lugar de ir afuera vuelven a la fiesta por un grito de Federico.

-¡Quiero a mi mujer!- Gritaba Federico a todo pulmón, hasta que sus ojos se encuentran con los de su novia y su sonrisa se ensancha. -Ahí estás- Empujando torpemente

-Tu llamaste a tu mujer, yo todavía no lo soy- Le saca la lengua Nicole mientras le da la espalda.

-Podríamos arreglarlo- Le susurra su novio abrazándola por la cintura. Nicole lleva su mano a su barbilla como si estuviera pensando y luego de unos segundos soltó una risa y lo miró.

-No- Dijo simplemente y después comenzó a moverse para que su novio la libere, cosa que Federico no pensaba hacer.

-Primero mi suegra, ahora tú ¡Nadie me quiere!- Exclama haciendo un puchero.

Ojos que no ven|| FedecoleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora