Especial +1

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Sin duda alguna, la vida se basa en pequeños lapsos de felicidad. Lastimosamente, son tan cortos que no es posible disfrutarlos del todo, por lo que siempre estarás recordándolos, intentando pensar qué es lo que hubiera ocurrido si hubieras actuado de otra manera. De esa forma perdemos el tiempo, pensando en el qué hubiera pasado, y dejamos de esforzarnos en tener otros momentos en donde podemos recuperar aquella felicidad.
¿Por qué siempre nos empecinamos en vivir en el pasado? Somos conscientes de que desperdiciamos nuestro presente, pero aún así no hacemos nada por cambiar.
¿Por qué no podemos aferrarnos a esa pequeña felicidad e intentamos multiplicarla nuevamente? ¿Por qué no tomamos esos errores e intentamos no volver a cometerlos en el futuro? ¿Por qué no intentamos seguir adelante?
Casi siempre necesitamos un empujón, alguien que esté a nuestro lado para ayudarnos a levantarnos cuando caemos, o para celebrar nuestros logros, pero ¿y si no llega? ¿Debemos quedarnos a esperarlo, o debemos salir a buscar a ese acompañante?

Nicole siempre se preguntó si su destino había sido ayudar a alguien más, o era la que necesitaba a una persona para seguir adelante. Federico siempre le ayudó, siempre estuvo para ella. ¿En algún momento ella fue de ayuda para el castaño?

Una fuerte contracción la quitó de sus pensamientos. Ese último día, Isabelle se movía más de lo normal y las contracciones eran cada vez más constante y más fuertes. Federico estaba mucho más atento con ella y nunca la dejaba sola. Nicole estaba realmente agradecida, pero también le hacía sentir culpable; ella no había estado con él lo suficiente durante su operación y su recuperación debido al embarazo.

Flash back

Una semana después de la operación, la pareja debía ir nuevamente al hospital para ver cómo iban evolucionando las piernas de Federico. Nicole había querido ir, pero las punzadas de dolor al moverse no se lo permitieron, por lo que el castaño fue acompañado de sus mejores amigos.

-Buenos días, tenemos turno con el doctor Brown- Le avisó Mathias a la recepcionista.

-¿Federico Vigevani?- Interrogó la rubia recepcionista luego de revisar el historial de turnos.

-Soy yo- Asintió el castaño removiéndose un tanto ansioso en su silla de ruedas.

-Por aquí- Les sonrió la rubia y los tres amigos se dirigieron hacia el gran consultorio de su doctor.

-Bueno, Fede- Comenzó a hablar el Sr. Brown. -¿Sientes que algo han evolucionado tus piernas? ¿Has sentido algo nuevo?

-Últimamente he salido a jugar con mis mascotas. Les tiro la pelota y ellos van a buscarla y me la dejan sobre mi regazo- Sonrió el castaño. -Puedo sentir sus garritas tocando mi piel, doctor- Federico quiso llorar en ese momento. El sentir que podía salir adelante era algo tan hermoso y alentador, que no pudo evitar emocionarse y sentirse orgulloso de sí mismo.

-Eso es bueno- Susurró el doctor y anotó algo en su libreta. -Ahora iremos a probar la fuerza de tus piernas, ¿si? Solo debes intentar pararte por hoy, en la próxima sesión, intentaremos algo más complejo -Y luego de escribir otras cosas, los guió a los tres hacia una sala a parte, donde había una especie de sendero pequeño con barras para sostenerse a ambos lados. Federido en ese momento quiso que Nicole estuviera ahí. Si la castaña le esperaba del otro lado de aquel sendero, se sentiría capaz de correr hacia sus brazos. Lastimosamente, Nicole no estaba ahí.

-Hey, bro, ¿todo bien?- Interrogó Mathias al ver la cara de desilusión de su amigo.

-Si, solo me gustaría que Nicole estuviera aquí- Le susurró con una nostálgica sonrisa.

-Está aquí, tonto- Le regañó Agustina detrás de él.

-No me vengas con eso de que está en mi corazón y todo eso, Agus. Yo quiero que esté aquí físicamente, la necesito aquí.

-Deja de hablar, tonto- La dulce voz de la castaña inundó sus oídos, rápidamente Federico volteó en su búsqueda, mas la sonrisa que se dibujó en sus labios no pudo ser más fingida al verla a través de una pantalla. -Hola, amor. Lamento no poder estar ahí, pero tu hijita no me deja moverme- Hace un puchero la castaña y le sonríe. -Esto no es lo mismo que estar cara a cara, pero es todo lo que puedo hacer por ahora, bebé. No te molestes conmigo por favor.

-No podría- Susurró el castaño. -Por lo menos me verás levantarme de esta odiosa silla- Antes de que alguien pudiera decir otra cosa, el doctor Brown apareció informándole a Federico que debían comenzar. Nicole le tiró un beso a su novio y lo vio alejarse con su mejor amigo.

-¿Crees que no está molesto?- Interrogó Agustina volteando la cámara para que pudiera ver su cara.

-No creo que esté molesto, más bien lo ví decepcionado. -Nicole miró su estómago en ese momento, Isabelle no había dejado de patearle desde hace un rato. ¿Por qué hasta su embarazo, aunque fuera lo mejor que le pudo pasar, seguía complicándole la vida?

-Tranquila, no es culpa tuya, amiga- Intentó apaciguar sus pensamientos la rubia.

-Lo sé. Es solo que él me necesita. Él solo quería que yo tuviera su mano en este momento y no puedo hacerlo, Agus. Sé que esto no es culpa mía, pero no puedo dejar de torturarme por esto.

-Pero él no te guardará rencor por nada de esto, Nic- Le interrumpió. -Él está superándose, está luchando por salir adelante y quiere que tú seas consciente de ello. Quiere ser tu modelo a seguir y que veas que si él puede salir de esa silla de ruedas, tú puedes superar cualquier cosa- Le sonrió su amiga. -Mira- La rubia volvió a girar la pantalla, mostrándole cómo su novio se levantaba poco a poco de su silla y lograba estabilizarse en la barandilla, recibiendo elogios de su mejor amigo, el cual rompería en llanto en cualquier momento. -Él está haciendo todo esto por tí y por su hija. Quiere que te sientas orgullosa de él. Demuéstrale que está orgullosa.

Fin flashback

Nicole quería decirle que estaba muy orgullosa de él. Cada vez que le veía dar un paso, la castaña quería llorar de la emoción porque su novio lo había logrado, había vuelto a caminar. Pero Nicole no podía tocar el tema sin sentir ganas de llorar por la culpa.

Otro fuerte dolor debajo de su vientre le distrajo. Llevó sus manos hacia su intimidad, sintiendo un líquido correr por ahí.

-Rompí bolsa- Susurró asustada la castaña. -¡Rompi bolsa!- Intentó gritarle a alguien para que viniera a buscarla, pero el dolor que sintió al intentar alzar la voz no se lo permitió. -Federico- Jadeó aquel nombre, el miedo de tener a su hija ahí paralizándola. No, no volvería a cometer algún error solo porque el camino se le dificulta. Si debía sentir algo de dolor para llamar a su novio, lo haría. Federico se sentiría orgulloso. -¡Federico!- Gritó con todas sus fuerzas. El castaño apareció casi volando en la habitación, asustándose al ver aquel flujo acompañado de un poco de sangre esparcido por todo el piso.

-No puede ser- Susurró el castaño y se apresuró en llevar a su novia al hospital.

***
Si le preguntaran ahora a Nicole cuál fue el mejor momento de su vida, sin duda elegiría cuando escuchó el primer llanto de su bebé. Sin duda elegiría aquel momento en el que Federico apretó su mano con toda su fuerza, para no llorar de la emoción delante de su médico. Sin duda, aquel pequeño lapso de felicidad, sería el más importante de su vida.
Y por fín se dio cuenta, de que su destino había sido cambiar la vida de Federico, ella había aparecido en su vida para mejorarla; y Federico no se quedaba atrás, pues él era el indicado para ayudar a Nicole a salir adelante de aquel pozo lleno de dudas e inseguridades en el que se estaba metiendo.
Ambos, sin saberlo, eran el destino del otro.
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Nota de autora: Debía ser un especial por los 30k, pero no me aguantaba jajsjaja
Quiero aprovechar y hacerle chivo a mi amiwii :3
Está comenzando a escribir una historia y la verdad es que está buenísima. Así que vayan y apóyenla porque se lo merece mucho.
Ella se llama vida-entre-parrafos y su historia se llama "Karma is a bitch". Posta vayan a leerla porque he leído sus borradores y le está quedando buenísima :D

Ojos que no ven|| FedecoleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora