Es increíble como la vida puede cambiar en tan poco tiempo, como algo que vos creías que iba a ser una tontería, algo pasajero en tu vida, termina siendo lo mejor que te pudo pasar.
Es increíble como el amor puede cambiar a las personas y las cosas que llegamos a hacer por amor.
Lo arriesgados que nos volvemos con tal de lograr una sonrisa por parte de aquella persona que es capaz de mover todo tu mundo.
Sinceramente, nunca creí poder llamar a alguien "el amor de mi vida", creía que eso era darle poder a la otra persona para destruírte con sus palabras o con sus hechos, tenía miedo de salir lastimada.
Pero esos miedos, esas inseguridades fueron disipándose luego de conocerlo a él. Con su hermosa y contagiosa sonrisa, con sus intensos ojos color avellana, con su suave cabello castaño y sus brazos que se convirtieron en mi refugio, logró convertirme en una chica segura, en una chica que se ama a sí misma y por eso estaré eternamente agradecida con la vida por habérmelo puesto en el camino.
No voy a decir que el camino fue fácil, pues las dificultades parecían no acabarse y más de una vez pensé en rendirme, pero ahí estaba él, brindándome esa seguridad de que todo estará bien, mañana será un nuevo día.
El amor te hace débil, te provoca aquel miedo incesante de "puede hacerme daño si quiere", pero aquel miedo es el que todos queremos probar, te da aquella adrenalina que nos hace sentir vivos y más atraídos a aquella persona. Eso es lo que Federico me hace sentir.Al terminar de escribir, Nicole levanta la vista para encontrarse con la tierna sonrisa de su novio, quien se encuentra jugando en su celular con Mathias. Una tonta sonrisa se dibujó en sus labios mientras lo veía.
Realmente tenía el novio más lindo de todos.-¡Mathias!- El grito de Agustina alertó a todos en la casa. Desde hace una semana, la rubia había estado acostada ya que su estómago le pesaba demasiado y no tenía mucha fuerza para levantarse.
Mathias junto con Nicole corrieron escaleras arriba, dejando a Federico sentado en el sillón junto con sus muletas, pues aunque su operación haya salido bien, aún no podía moverse tanto como antes.-¡¿Qué pasa, amor?!- Interrogó Mathias a penas empujó la puerta de su habitación, encontrándose con su novia, la cual sostenía fuertemente su estómago mientras gritaba de dolor.
-¡Rompió bolsa!- Exclamó Nicole asustada. Rápidamente le gritó a Mathias que preparara el auto mientras que ella le ayudaba a su mejor amiga a bajar las escaleras.
El camino al hospital fue eterno. Nicole iba en la parte de atrás del auto con Agustina, la cual daba grandes bocanadas de aire y apretaba fuertemente la mano de su mejor amiga para no centrarse en el dolor. Adelante, Federico y Mathias iban tensos, notoriamente preocupados y anonadados por el reciente acontecimiento. ¿Cómo hacía Nicole para reaccionar tan natural, mientras que ellos eran un nudo de nervios?
Rápidamente Agustina fue atendida por su médico, para desgracia de sus amigos, el especialista solo le permitía a uno entrar y ese, por obvias razones, fue Mathias.
-Todo estará bien, bro- Le animó Federico antes de ver como su mejor amigo desaparecía para entrar a la sala de partos. -Dame un abrazo- Le pidió a su novia, quien se había sentado en el suelo al lado de la puerta, demasiado enfadada y nerviosa como para poder entablar una conversación.
-Yo quería estar con ella- Susurra cruzándose de brazos.
-Aww- Federico dejó sus muletas apoyadas en la pared y se deslizó por esta hasta estar a la altura de su novia, abrazándola por la espalda. -¿Realmente harás una rabieta ahora? Pronto saldrá de ahí con Maia en brazos, tu solo tranquilízate- Le animó besando su frente.
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Ojos que no ven|| Fedecole
FanfictionFederico Vigevani dice estar enamorado de Nicole García. Un día un nuevo programa de televisión capta la atención del joven de 20 años, "Ojos que no ven", un programa en el que una persona se le puede declarar a otra después de una serie de juegos...