Capítulo 34

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Las ansias de Mathías por llegar al hospital le hacían pasar un mal momento, golpeaba el piso del auto, ganándose un par de malas miradas por parte del conductor. Agustina intentaba tranquilizarlo pero no encontraba la forma de hacerlo, por lo que solo lo miraba con lástima, haciendo enfadar aún más a su novio.

-¿Podrías dejar de mirarme así?- Preguntó algo abrumado por la conducta de su novia.

-¿Podrías calmarte tu? Nicole nos llamó y nos comentó que estaba bien, no te preocupes- Tocó su hombro y lo apretó levemente para después apoyar su cabeza en este.

-No lo entiendes. No deberíamos recibir noticias de Nicole, no deberíamos estar en un uber de camino al hospital, no debería sentirme tan mierda en este momento, él no debería estar ahí sin poder abrir lo ojos. Las cosas no están bien, y no lo estarán hasta que, con mis propios ojos, vea a mi mejor amigo saliendo de ese puto hospital- Espetó, limpiando sus ojos con brusquedad, sintiendo que ya había llorado lo suficiente.

-No puedes seguir culpándote por esto, las cosas siempre pasan por algo y algo bueno siempre sale de todo esto.

-¿Qué puede salir bien de todo esto? Mi mejor amigo está en un hospital en coma. Dime tu cual es lo bueno de todo esto porque yo no lo encuentro- Y se calló la boca al darse cuenta que ya estaba en la entrada del hospital. Le extendió dinero al conductor y rápidamente se dirigió a la recepción, siendo atendido por Susan, la enfermera y amiga de Nicole.

-¿En qué puedo ayudarlos?- Pregunta amablemente la joven, dejando de lado el formulario que estaba leyendo para prestarle atención a la pareja.

-Quiero ver a mi amigo- Comentó Mathías lo más seco posible.

-El horario de visita comienza dentro de tres horas, si gustan pueden esper...

-¡No voy a esperar nada!- Exclamó el castaño, siento interrumpido por su novia quien le dedicó una sonrisa a la joven enfermera para calmar un poco la situación.

-Lo que él quiere decir es que quiere saber cómo se encuentra nuestro amigo, Federico Vigevani- Los ojos de la joven se agrandaron y una sonrisa se dibujó en sus labios al recordar que Nicole tuvo la misma reacción que él al entrar al hospital.

-El joven está estable, hace unos dos días tuvo una operación y recibió los estudios adecuados para averiguar si algo le había ocurrido a su cabeza por el impacto de ambos autos, por suerte todo ha salido bien- Les dedicó una sonrisa y luego hizo una reverencia para irse a ayudar a su colega que trasladaba a un paciente en camilla.

-¿Lo ves? Te lo dije, todo salió bien- Le animó Agustina, mas el joven no dejaba de mirar el suelo mientras apretaba los puños.

-¿Y por qué no despierta? Necesito verlo.

-Dentro de tres horas lo vas a poder ver. Ahora vamos a comer algo que no has comido nada desde anoche ¡Tienes que alimentarte!- Lo jaló del brazo y lo llevó hasta la máquina expendedora de comida, comprándole un sándwich de jamón.

Nicole había estado los siguientes tres días intentando colaborar para descubrir lo que había ocurrido el día del accidente. ¿Qué habían encontrado hasta ahora? Muestras de sangre, un pelo en el asiento del conductor en el auto donde lo llevaban a Fede y huellas dactilares en el volante. Todas las muestras las habían llevado a analizar y las tendrían para dentro de dos días.

-¿Cómo estás?- Preguntó Pedro extendiéndole una taza de café a Nicole, quien estaba sentada en su cama viendo las grabaciones de las cámaras de seguridad que la policía le había permitido analizar.

-Supongo que bien- Contestó tomando la taza entre sus manos y llevando el contenido a sus labios.

-Y ¿cómo va eso?- Apunta hacia la pantalla de su computadora, la cual tiene la vista perfecta de la Avenida 16 de septiembre, donde ocurrió el choque.

-Aún no tengo nada- Bufó la joven algo agobiada por las preguntas de su amigo y por no poder encontrar ningún indicio de lo que ocurrió allí.

-Pues... no quiero que te carcomas el cerebro con esto, debes descansar y... comer algo- Carraspeó al saber que su mejor amiga no se tomaría del todo bien eso último.

-Estoy perfecta, Pedro- Susurró entre dientes, evitando todo contacto visual con él.

-Lo siento, solo me preocupo por ti- Murmura agachando la cabeza.

-No es necesa... ¡Mira eso!- Gritó, provocando que su amigo de un pequeño brinco en el lugar del susto. Guió su vista hacia el dedo de la joven que apuntaba a la pantalla y vio cuando una persona se tiraba de un auto, haciendo perder el control del mismo y provocando el accidente. -Por eso es que no encontraron el cuerpo del conductor del uber ¡Fue él!- Exclamó entre emocionada y enojada, quería descubrir quién era y hacerle pagar todas las cuentas que se merece.

-¿Y ahora que haremos?

-Iremos a la comisaría a darle esto al comisario- Sentenció y se dirigieron hacia la comisaría, entregándole la computadora con el video para después dirigirse al hospital a visitar a Federico.

***

El horario de visitas había comenzado, Agustina decidió entrar primero para saludar a su amigo y darle todo el tiempo que deseara a su novio para hablar con él. Cinco minutos después, la rubia sale de la habitación dejando pasar a su novio.

El corazón del joven comenzó a latir cada vez más fuerte a medida que se adentraba a la habitación. Se sintió la peor persona del mundo al ver un montón de cables conectados al brazo de su mejor amigo y mordió su labio inferior al sentir que las lágrimas en cualquier momento caerían de sus ojos.

-Ey bro- Susurró al estar al lado de su amigo, sostuvo su mano y una lágrima se deslizó por su mejilla hasta caer en las sábanas que cubren la camilla. -Cuando te dije que hicieras algo productivo no me refería a esto- Sonrió con tristeza. -Vos sos un chico fuerte ¿si? saliste de un montón de problemas y vas a poder salir de esta. Hay... hay un montón de cosas que nos faltan por hacer y no me podes dejar solo haciéndolos- Las lágrimas se hicieron incontenibles, por lo que cerró los ojos dejándolas caer, sin importar mojar la camilla o el brazo de su amigo. -Te pido que me perdones... Perdón por decirle a Nicole que se vaya, perdón por ser un egoísta y pensar solamente en los vlogs y no en tu felicidad, por fin encontraste a alguien que te complemente y yo la quité de tu vida- Se arrodilló a su lado y apretó aún más su mano. -Tenes que despertarte ¡Tenes que despertarte, mierda! Tenemos que salir de este lugar enfermo y volver a ser los de antes, volver a los vlogs, a hacer las bromas de siempre, a jugar con Sam, con Pulguita, con Obeso, adoptamos dos perritos más ¡Son hermosos! se llaman Carlos y Wolfi ¡Tenemos un lobo y vos tenes que verlo! Lo vas a ver y vas a poder cargarlo, vas a poder jugar a la pelota con él y vas a robar contenido con él cuando no sepas que hacer o decir- Sonrió y limpió sus lágrimas para después levantarse. -Vas a salir adelante. Nicole va a volver a formar parte de tu vida y vas a volver a ser feliz junto a ella- Besó su frente y sintió que su corazón se quedaba junto a él, no quería irse pero sabía que debía hacerlo. Al salir de la habitación se encontró con Nicole y Agus abrazadas y sonrió al saber que Nicole no dejó de venir a verlo, sabía que ella lo quería tanto como para quedarse a vivir ahí con tal de no dejarlo solo.

-¿Cómo estas?- Pregunta Nicole luego de soltarse del abrazo de Agustina y se dirige a abrazarlo.

-Como puedo, ¿vos?

-Como puedo- Repitió. -Descubrimos algo con Pedro, fue el conductor del uber que llevaba a Fede el que ocasionó todo esto- Anunció Nicole separándose de él.

-¿Ya saben quien es? Voy a matarlo cuando lo encuentre.

-No, pero ya se están encargando de eso- Intentó sonreír, logrando una mueca.

-Ahora cálmate ¿si? Todo se solucionará- Y se escuchó un ruido en la puerta principal del hospital, los tres dirigieron su vista hacia ese lugar y abrieron los ojos como plato al ver a Alejo con una botella de cerveza en su mano, tambaleándose de un lado a otro dirigiéndose a ellos. -¡Alejo! ¿Qué te ocurrió? ¿Cómo te vas a poner así, idiota?- Se acercó a él, recibiendo un abrazo de parte del joven.

-Perdóname- Susurró y comenzó a llorar. -Perdóname por todo- Y cayó al suelo,rompiendo la botella contra el suelo, llamando la atención de unos médicos que corrieron en su dirección para auxiliar al joven.



Ojos que no ven|| FedecoleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora