Jazmine}
Estoy en la sala de mi casa tomándome un jugo con Sara, mientras, hablamos del futuro o más bien, del mío y el de mi hija; luego de unos cuantos días para pensar en la propuesta que me hizo Barbara Palvin, he tomado una decisión.
Cité a Sara en primer lugar y ahora que ella sabe la decisión que tomé estoy esperando a los hermanos Paquette para que estén al tanto de lo que voy a hacer, luego de unos 10 minutos suena el timbre y salgo a abrir la puerta.
Frente a mi, se encuentran un par de hombres fuertes, a uno de ellos lo conozco mejor que al otro, Doriam, viste de negro y tanto su cabello como su barba han crecido un poco, es parte de su nuevo look, ahora que se encuentra en una relación con la misma mujer que me engañó hace unos cuantos años, sin embargo al dejarlos pasar el me observa con curiosidad, descifrando a través de sus ojos el gran secreto que guardo.
Adelante- digo sosteniendo la puerta para que tanto Dan como Doriam entren, cuando lo hacen cierro suavemente la puerta y camino hacia donde se encuentran, les pido que tomen asiento y sin preguntar les sirvo dos vasos de jugo.
Bien, ¿qué sucede?- habla primero que nadie Doriam, lo hace en ese tono de cansancio que pone cuando algo le está hartando y yo sonrío con paciencia. No debo ser yo quien explote.
Vamos con calma por Dios Doriam, apenas hemos llegado- dice Dan respirando- estoy seguro que ha de ser importante.
Y lo es- le digo, mientras tomo asiento frente a ellos y Sara- lo que quiero decirles va a cambiar el rumbo de mi vida y los cité a ambos porque les interesa- inspiro profundo, y cuando me relajo en un lento exalar, les canto una de mi tío famoso Vivaldi.
¡Me voy a Los Ángeles!- Dan sonríe aunque aún no lo entiende, pero Doriam, ese es otra historia, sus cejas de juntan de esa manera que lo hace Emmy cuando está analizando una situación, continuamente mi hija hace cosas tal y cómo lo haría su papá.
¿Qué mierdas dices Jazmine? No estamos para juegos, debo seguir trabajando y tu interrumpes para decir una tontería.- antes de que yo pueda decir algo, Sara se planta frente a él y le grita malhumorada.
¡Mira tú, imbécil! Puedes ir cerrando tu bozaca, escuchar y no jodernos- Dan sonríe, pero Doriam suspira con cansancio y yo continuo aprovechando que todos están en silencio.
Iré a Los Ángeles, porque conseguí un trabajo en lo que me encanta hacer desde que tengo uso de razón, una vieja amiga me contactó y yo acepté, seré la próxima angelita de la famosa marca Victoria Secrets.
La cara de Dan y Doriam es un poema, se que están pensando ambos y lo difícil que será para ellos poder colocar a alguien de confianza en mi lugar, pero algún día debía ser egoísta y pensar en mi y el futuro que deseo.
¿Modelo tú?- ríe mi ex con sorna- por Dios, Jazmine, estás gorda, tienes estrías ¿de verdad crees que te voy a creer esa mentira?- sus palabras llegan a lo más profundo de mi ego femenino y autoestima, pero no se lo dejo saber y con la mejor de mis sonrisas le respondo.
Ay, Doriam, la verdad me gustaría por tu bien decirte que es mentira, pero la verdad es esa, solo te queda aceptarla, gorda y con estrías, así mismo me quieren para modelar- Sara me giña un ojo y habla.
Ya nosotras llegamos a un acuerdo, me encargaré personalmente de atender el casting para el o la próxima vicepresidente- luego dirigiéndose a Doriam exclama- es momento, de que asimiles esto y te pongas los pantalones de padre, si los tienes.
¡Claro que los tengo! Y como padre les digo que mi hija no se va a criar con una mujersuela- no se en qué momento ocurre pero mi mano se ha trasladado con una rapidez instantánea a la mejilla derecha de Doriam y la he estrellado con tal fuerza que uno de mis dedos truena y la mano me pica.
La cara de sorpresa de todos me hace reaccionar y me tambaleo, comienzo a temblar, es algo que suele pasarme cuando me da una crisis nerviosa, justo cuando Dan va a decir algo escucho una voz que irrumpe en la sala.
Mami... tuve una pesadilla- dice mi pequeña restregando sus ojos con sus manitas, sin percatarse de que su padre y sus tíos están en la sala, ella acaba de despertar de su siesta de la tarde y aún sigue adormilada, pero su rostro cambia inmediatamente cuando ve a su amado padre en el sillón.
Papiiiiiii... estás aquí, me viniste a ver- y corre en medias hasta que se lanza sobre Doriam, el la abraza y besa su cabeza rubia, el le dice todo lo lindo del mundo y le promete una vez más que la próxima vez le traerá la muñeca que tanto quiere. Eso nunca sucede por lo general.
Yo me volteo y camino hasta la cocina, agarro mi envase de agua y me lo bebo de un sólo trago. Cuando lo coloco en la nevera escucho a Sara y Dan entrar, por eso antes de que hablen, digo.
Escuchen, voy a ir a ese desfile, lo que pase luego, pasará y ya- sonríen y sé que esto es lo que querían escuchar.
Estamos de acuerdo contigo Jazzy, te apoyaremos en sea cual sea tu decisión, Sara y yo te ayudaremos en lo que podamos- explica Dan, yo sonrío y los abrazo fuertemente, son los mejores amigos de la vida.
Muy bien, ahora debo darle el juguito y las galletas a Emmy para que meriende un poco- les digo y ambos asienten, Dan sale primero y luego Sara y yo. Pongo las galletas y el jugo en la mesita pequeña de la sala y mi niña corre y se sienta en el suelo frente a la mesita y devora las galletas.
Jazmine, hablé con Emmy y quiero llevarla a casa para que esté conmigo hasta que te vayas a Los Ángeles- mi niña al escucharlo abre grandemente sus preciosos ojos y deja las galletas para concentrarse en lo que su padre dice- claro, si estás de acuerdo.
Mi respuesta se hace esperar, no estoy para nada a favor de que mi hija se quede con su padre, pues si el lo hubiese pedido desde el momento en que nos divorciamos, sería una historia totalmente diferente y por supuesto que diría que si.
Lo cierto es, que primera vez que Doriam viene a mi departamento y primera vez desde nuestro divorcio que ha pedido quedarse con la niña; las otras veces sólo fueron coincidencias de la vida y por cortesía el le daba dos billetes para que se comprara un helado y mi niña con su inocencia los aceptaba con mucho entusiasmo.
Doriam, la respuesta es no- su sonrisa llena de malicia se mezcla con el puchero de la niña y me golpeo mentalmente. Luego entiendo la jugada que me hizo, el quería que ella escuchara.
Eres un imbécil- Emmy se pone la manito en la boca cuando me escucha, y vuelvo a golpearme mentalmente, nunca digo esas cosas delante de ella y la he sorprendido por culpa de mis nervios.
Mami, eso es una mala palabra y no se dice- Doriam la besa en la frente y se levanta sacudiendo su traje, como si alguna pelusa le cayera encima.
Muy bien mami, debes dejar de decir malas palabras- se acerca a mi y dice- Emmy también es mi hija y merezco tenerla tanto como tu, vas a lamentar el bonito golpe que me diste muñeca- me besa la mejilla y se va, cerrando la puerta con elegancia.
Antes de que pueda decir ni mu, el celular de Dan suena, atiende rápidamente y suelta un suspiro de cansancio- Lo siento chicas debo irme a la reunión con Doriam, me está esperando en el carro- luego volteando hacia Sara, le planta un beso y dice- Te amo muñeca, nos vemos en casa. - besa la frente de su sobrina y le entrega una chupeta que sale mágicamente de su bolsillo, mi nena sonríe feliz y finalmente Dan se va.
Mami, iré a jugar en el cuarto- se va y quedamos sólo Sara y yo.
¿Cuándo te irías?- pregunta y le digo.
Este Sábado, ya tengo los boletos comprados, pero para que Emmy viaje necesito la firma de su padre y con lo mal que nos tratamos hoy, estoy segura que no va a firmar nada- recojo mi largo cabello en una cola alta y prosigo- si Doriam no firma, no sé que haré, necesito llevarme a Emmy, ella debe estar conmigo, es mi nena.
Haremos lo posible por que sea así, tu tranquila, hablaré con Dan y trataremos de solucionarlo.
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Acá les dejo el segundo capitulo de la historia, disfrútenlo, comenten qué les va pareciendo la historia y por su puesto compartan con sus amigas esta novela para que sigamos creciendo. Un besote Gyra<3
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RomanceLuego de tres meses, ha llegado mi momento de ser feliz, mi momento de ser lo que siempre quise ser, ¿Qué si no me duele? Claro que si, duele horrible y mucho mas duele el saber que mi hija, Emmy, pregunte por su padre a cada momento, no es fácil pa...