Jazmine.-
No entiendo lo que dices Jazzy, ¿qué sucede? ¿cómo qué tú eres el problema?- Insiste Sara, ahora me arrepiento de haber abierto la boca, ¿cómo le digo a mi mejor amiga qué tengo traumas con Doriam porque abusó de mi?
Olvídalo Sara, ya mejor no hablemos de eso, en otro momento te contaré todo, pero por ahora no, ¿vale?
¡No, Jazzy! No quiero esperar, o me dices ya mismo, o tú no irás a ningún puto viaje porque no te voy a dejar subir a ese avión ni aunque me llores, ¿entiendes?- Me grita, instantáneamente mis ojos se llenan de lágrimas, así que tomando una respiración profunda, hablo.
Emmy, cariño, ponte los audífonos y coloca el video que tanto te gusta de peppa pig- le digo a mi niña, que contenta de obedecer lo hace. Entonces ahora si hablo- Bien Sara, te contaré todo, pero prométeme que no vas a enloquecer.- Sara me mira y suspira con cansancio.
¡Lo haré! Ahora por favor, termina de decirme qué es lo que está sucediendo.
Cuando apenas comenzaba mi relación con Doriam, quedamos en un acuerdo, el y yo podíamos compartir lecho con otras personas, pero siempre bajo la atenta supervisión del otro, algo así como intercambios de pareja y orgías, pero nunca hacerlo con otras personas si no estábamos nosotros.
Luego de un tiempo Doriam empezó a volverse un poco impulsivo y salvaje a la hora de tener sexo... tanto así, que un día... me practicó sexo anal, sin mi consentimiento, otras veces también me forzó, y créeme que yo me dejaba porque sentía que como su mujer debía hacerlo, hasta que quedé embarazada de Emmy.
Te juro que cuando salí embarazada de mi niña, lo menos que quería era tener sexo, le agarré tanto miedo que intentaba ocultar las cosas para que no se molestara, jamás llegó a pegarme, pero su abuso llegó a ser frecuente. Lo mejor que me pudo pasar fue haberlo visto con otra mujer en mi cama, porque sólo así fue que pude entender que mi hija y yo valíamos más.
Jamás he contado algo de esto a alguien, y te pido que tu tampoco lo hagas, eso ya pasó al final de cuentas ¿no lo crees? así que ya no vale recordarlo.
¡Te equivocas, Jazmine! Ahora con más fuerzas deberíamos hacer algo, no creo que evitar hablar de eso te esté ayudando mucho, ¿o sí?
¡No, no lo ha hecho! Pero, también hay otra cosa que quiero contarte- Sara me mira a la espera y yo suspiro- Anoche, cuando estábamos el alemán y yo en nuestra faena, sufrí un colapso nervioso, de momento ya no era Teo, si no Doriam abusando de mí, y tuve miedo Sara, no quiero que Teo se decepcione de mi.
¡No te preocupes por eso Jazzy! Estoy segura de que Teo es un caballero y tiene una muy buena imagen de ti- y tomando una respiración profunda añade- Ese hijo de puta la va a pagar caro, ¿cómo es que nunca me dijiste? Jazmine, pensé que confiabas en mi. Debemos hacer algo.
¡No, no debemos hacer nada! Sara, prometiste que no dirías nada, por favor, no hagas ni cuentes nada de esto, ¡Promételo, Sara Reina!
Luego de lo que parece ser una vida y dos reencarnaciones, Sara habla- Lo prometo, pero te juro que si ese hombre vuelve a intentar algo y yo me entero, lo mataré.
Pasados 15 minutos, en los que una ceñuda y poco habladora Sara, me observa, de los nervios he empezado a hablar sin parar y ahora que se acerca la hora de irme nace algo en mí, un miedo y muchos nervios.- Bien... creo que ya es momento de que nos vayamos- tomo mi maleta y la de mi hija y me levanto, mi pequeña al ver que estoy de pie, llega a mi lado y mete su dedito indice entre una de mis manos ocupadas.
¡Bien, espero le vaya muy bien! Y por favor Jazmine, no olvides decirme si necesitas algo, eres mi mejor amiga, no dejaría que algo malo te pasara por muy lejos que esté- Sonrío, esa es mi amiga, como puedo la abrazo y mi niña se une también.
Iniciamos el camino hacia la otra zona de aeropuerto, lejos de los restaurantes, y camino con mi niña y mi amiga hasta mi puerta. Nos despedimos entre sollozos y abrazos, hasta que suenan por tercera vez el altavoz que indica mi abordaje del avión. Paso mis maletas por el conducto de seguridad, y una vez lo pasamos, caminamos por el largo túnel hasta llegar al avión.
Buscamos nuestros puestos justo del lado derecho en la fila "E", mi niña va del lado de la ventana y yo en el puesto del medio, no tengo idea de quien va en el tercer puesto, pero espero que no sea alguien mal educado o que ronque, ¡por favor diosito!
Empiezo a caer en cuenta que en mi avión solo están chicas famosas y diseñadores, una sonrisa brota de mi boca cuando veo que quién se sienta a mi lado es Winnie Harlow, la chica con vitiligo que justo ahora está dando de que hablar- Hola, creo que este es mi puesto- me sonríe mientras se acomoda justo a mi lado, mi niña asoma su pequeña cabeza para observar mejor a la extraña y abre mucho sus ojítos cuando nota las manchas blanquecinas en su piel, y contengo la respiración ante lo que viene.
¡Mami, ella tiene manchitas en la cara!- Mi cara de no saber que hacer me llena de incomodidad, cuando voy a decir algo para detenerla, se lanza al ataque de nuevo- ¡Y en los bracitos tambiéééén!- Expresa mi niña señalando. Una risa me hace abrir mucho los ojos y voltear de golpe.
La joven modelo está riendo desmesuradamente y mientras se sienta a mi lado explica- Sí, cielo, tengo manchitas en la piel, porque tengo una condición- Mi niña la observa detenidamente y habla.
¿Cómo los perritos dalmatas?- La chica vuelve a reír y asiente mientra comenta.
Así mismo cielo, cada vez tengo más manchas, pero eso me hace sentir aún más especial- Emmy le regala una hermosa sonrisa con su dientes de leche flojos.
Yo creo que eres muy linda, ¿Verdad mami?- pregunta, siempre ha sido una niña berrinchuda pero más que eso ha sido una niña ejemplar con sus sentimientos.
¡Sí nena! Winnie, es una chica muy guapa- Las tres sonreímos, y entablamos una conversación interesante entre dos mujeres amantes del modelaje y una niña amante de los dulces.
- - - -
Luego de un viaje de más de 10 horas, llegamos a California, afortunadamente Emmy no dio quejas y mi compañera de viaje no roncó, ni mucho menos olía mal. Cuando bajamos del avión tengo el trasero totalmente dormido, buscamos el lugar donde están las maletas, y cuando las tenemos en nuestras manos caminamos hacia la salida, todas las modelos y los diseñadores.
Un aviso gigante y muchas mujeres elegantes están sonriéndonos, ¡Empieza la algarabía! Todos empiezan a saludarse y mi niña ni corta ni perezosa empieza también a saludar.
¡Holaaa, mucho gusto, soy Emmy y ella es mi mami!- Empieza a presentarse con todos y a presentarme a mi. Sonrío ante la ternura que irradia mi hija y saludo de manera educada a cada una de las personas.
Luego nos encaminamos hasta unas limusina blanca, en donde ordenadamente nos vamos montando, hasta que ya no queda nadie más, y tomamos rumbo hacia la vida y la libertad.
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RomanceLuego de tres meses, ha llegado mi momento de ser feliz, mi momento de ser lo que siempre quise ser, ¿Qué si no me duele? Claro que si, duele horrible y mucho mas duele el saber que mi hija, Emmy, pregunte por su padre a cada momento, no es fácil pa...