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Dan

Salgo de mi casa, hoy es un día bastante difícil para todos, en el que vienen inmersas varias situaciones. Una de ellas, es la situación legal de Emmy, mi querida sobrina, quien llevamos ya una semana sin saber de ella. Aunque eso normalmente eso se vería como un secuestro, la realidad es que mi hermano Doriam supo muy bien cómo hacer todo esto, por eso sacó provecho de la situación y ahora peligra la custodia de su madre, Jazmine.

Aunque realmente es otra la situación que me tiene atormentado, desde hace un tiempo las cosas no van muy bien con Sara, aunque el problema realmente soy yo. No quiero decir que haya hecho algo malo o algo así, realmente es porque mi familia ha influído mucho en mi vida privada, mis padres siempre han controlado mi vida y ahora que me casé lo quieren seguir haciendo con el rumbo que tome: Tener hijos o no tenerlos.

Mientras manejo por el tráfico de mi ciudad rumbo a la clínica donde se encuentra mi esposa, me doy cuenta de varias cosas, parte de todo lo que Sara está viviendo es culpa mía, ella no quería tener hijos, sin embargo, dejó que quedara embarazada para poder complacerme y también a mis padres, en especial a mi mamá, a quien nunca le ha agradado la idea de que me casara con una chica latina. Me encantaría decirle a Sara cuando despierte lo mucho que la amo, casi puedo saborear ese momento. También le diré que hablé con mi madre.

Sí, hablé con ella, me costó mucho, pero lo logré. Le dije que ya era momento de dejar las presiones con Sara, que los únicos que debíam hablar sobre cuándo y cómo tener hijos eramos nosotros como pareja. También le dije que dejara de meterme a Nora hasta en la sopa, pues ya me había dado cuenta que era con otras intenciones.

Aunque no lo crean, sabía que la llegada de Nora y su padre traería problemas con mi amada Sara, pero también sé que solo podía convertirse en un problema mayor si yo lo hubiese permitido. Para mi fortuna no fue así, entonces, aunque mi madre se molestó, no le quedó otra que aceptarlo, ¡Ya no soy un niño al que puede controlar a su antojo!

También le pedí a Nora que dejara sus insinuaciones, que yo soy feliz con mi esposa y que le agradecía mantener la compostura. Ella lo entendió, no es una mala persona. Ahora debe estar en su casa junto a su familia.

No tuve tiempo de decirle que había solucionado las cosas que le molestaba, que todo lo había hecho para demostrarle mi amor, y ahora ella se encuentra en una cama de hospital, sin saber qué deparará de su vida. Al llegar a la clínica, busco el piso en el que está, llego hasta donde está la enfermera y esta me dice:

La señora Sara está mejor, pero no sabemos si el bebé pueda resistir, lo lamento mucho señor Paquette, las probabilidades de que su bebé sobreviva son pocas, pues se le han administrado medicamentos muy fuertes a su madre para que pueda mejorar.- siento algo de alivio de saber que mi mujer saldrá de esto. Pero, escuchar que nuestro bebé puede morir me rompe el corazón, ella se había adaptado a la idea de tener un niño, ya habíamos pensado en nombres según el sexo del bebé, y que ahora digan esto, me deja sin aliento.

¡Por favor, enfermera! Pagaré lo que sea, pero salve a ambos. Mi esposa y mi bebé deben estar bien.- Ella asiente, y pone una mano en mi hombro de forma consoladora.

Haremos lo que esté a nuestro alcance, tenga fe.- Luego de eso, la mujer me deja entrar a ver a mi esposa, ella está dormida, pero aún así decido hablarle.

¡Amor mío! Lamento que tengas que estar pasando por algo así, eres tan buena, y estoy segura que también serás una gran madre, lo siento mucho cielo, sé que debí pensar en ambos muchas veces, y no solo en mi. Pero cuando salgas de esto prometo que empezaremos a tomar mejores decisiones en conjunto, además, tengo una sorpresa para ti, muy pronto lo sabrás- Beso su mejilla y antes de irme le prometo que cuando salgamos de esto todo será mejor.

Controlados ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora