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Jazmine}

Teo y yo estamos completamente desnudos sobre la cama, mientras que el lentamente recorre mi cuerpo.

Primero el cuello, deja un camino de besos húmedos hasta llegar sobre mis pechos, lo chupa y hace endurecer mis pezones en pocos segundos, mientras mi cuerpo recibe oleadas de placer.

Sigue bajando por mi ombligo y llega sobre mi vientre y saca su lengua, recorriendo con ella un camino hasta llegar a mis labios vaginales, con sus dedos los abre y busca mi botón del placer, cuando lo encuentra, saca su húmeda lengua y me acaricia.

¡Jodeeeeeeer, qué placer!- grito cuando la vibración constante de mi cuerpo se hace insoportable, me muevo, siempre he tenido un problema con el sexo oral- Para, paraaaaaaa, por favor, no sigaaaaaas- mientras con mis manos saco su cabeza de entre mis piernas.

La cara de confusión y preocupación de Teo es un poema. Se acerca rápidamente a mi rostro y susurra acalorado.

¿Te hice daño? ¿hice algo que no debía?- niego y con toda la pena del mundo le explico.

No, Teo, no has hecho nada malo, al contrario...- el sigue esperando mi explicación, mientras me observa atentamente.

Tu lo has hecho magníficamente, el placer ha sido impresionante, pero, yo jamás he podido tener sexo oral, porque me entran unas cosquillas terribles y siento un placer doloroso que se me hace insoportable.- Su cara de preocupación pasa a otra más divertida, no puedo evitar pensar que se ve adorable con su sonrisa divertida y me pongo roja, ¡Como no! 

¡Vaya! Nunca había conocido a una chica que le sucediera eso, veo que eres bastante especial Jazmine- Emite este hombreton frente a mi, mientras con una mano acaricia levemente mi vagina e ingresa un dedo que me hace jadear de placer y sorpresa- quiero seguir haciéndote suspirar, así que veamos que se siente estar dentro de ti. 

Dicho esto, Teo posiciona de rodillas frente a mi, mientras abre mis piernas y las coloca sobre sus fuertes hombros. El frescor pega en mi vagina aún conmocionada por los efectos de su  sexo oral y siento como poco a poco ese hermoso hombre, al que solo quiero para sexo, se va introduciendo poco a poco dentro de mi, mientras yo me abro gustosa para el, mientras contengo mi respiración y aprieto con mis manos las sábanas.

¿Te gusta lo que sientes Jazzy?- Asiento con mi cabeza en silencio, mientras que Teo presiona más adentro de mi, y grito de placer- Lo siento nena, no escuché, ¿Te gusta lo que sientes?

Sí, si me gusta...  Teo- Chillo, mientras con una sonrisa bombea dentro de mi fuertemente. Los vellos de todo mi cuerpo se erizan cuando tras un buen rato de fuertes penetraciones, juntos, llegamos al climax. 

Se deja caer sobre mi, reposando su cuerpo sobre mis pechos, doy un suspiro de satisfacción y siento como poco a poco nuestras respiraciones se acompasan y quedan relajadas. El se levanta, creo que se va a marchar, pero la realidad es que me toma entre sus brazos y jadeo de sorpresa, cuando  me lleva hasta el cuarto de baño.

Creo que a ambos nos gustará darnos un baño, ¿lo crees así?- asiento como lela, hace tiempo que no me baño con alguien que no sea mi hija, últimamente todo lo que hago y para lo que vivo es para mi hija.

Si.. si, creo que sería... ¿¡interezante!?- El sonríe con malicia y me mete a la ducha, abre la llave y grito- JODEEEEEEEEER... ¡Qué fría está!- El abre mucho sus ojos, e intenta abrir la otra llave de la que sale agua caliente, el problema es que cuando lo hace, un chorro de agua hirviendo cae sobre nosotros. 

Quemados y congelados a la par, salimos de la ducha, y nos quedamos de pies descalzos frente a la regadera, donde el agua se está temporizando para ni quemarnos, ni congelarnos. Luego de unos 15 minutos de espera, volvemos a entrar a la ducha, nos damos un baños en donde exploramos con nuestras manos el cuerpo del otro, hasta que la pasión y el calor empieza a subir.

El me pega contra la pared, hala mi cabello para que suba la cabeza y mete su lengua en mi boca, una mezcla de sentidos y emociones invaden mi mente, los malos recuerdos nos se hacen esperar. 

Falshback ( 4 años atrás) 

Doriam y yo veníamos llegando de una reunión de trabajo, la verdad siempre habíamos sido liberales y por lo tanto nuestra relación también lo era, hasta cierto punto.

¿Qué me dices si hacemos el amor en la ducha?- pregunta lleno de ese ímpetu que tanto me gustaba y ese erotismo que me llenaba de pasión con sólo verlo.

¡Vamos, ahora mismo!- Corro divertida al baño mientras el sigue mis pasos con rapidez. Siempre hacíamos cosas divertidas y hacíamos del sexo algo diferente, tal  vez sea por eso que ahora me cuesta compartir mi lecho con otros hombres ¿no?

Al llegar al cuarto de baño, me besa y con rapidez nos despojamos de todas nuestras prendas, abrimos la ducha, estaba en la temperatura perfecta, e hicimos el amor ahí, con fuerza, mi cara pegada a la fría cerámica y su pelvis pegada a mis nalgas. De un momento a otro su pene resbala de mi vagina y entra en mi ano. El dolor acrecienta por mi recto hasta llegar a mi columna y de un golpe me volteo, con mi culo adolorido y la ira hirviendo dentro de mi.

¿Qué mierda te pasa?- Grito fuera de mi, el se sorprende pero sonríe, como si de alguna forma yo estuviese contándole un chiste.

¿Acaso no te gustó?- La cuestión no es si me gustó, es que simplemente no sabía que iba a hacerlo, mucho menos sin mi consentimiento.

¡No se trata de eso, joder! Se trata de que no me dijiste y no estaba lista, ¡No soy una puta muñeca sexual, maldita sea!

A ver nena, deja las malas palabras y escúchame, ¿no habíamos dicho que eramos liberales e independientes? Y que ademas somos de ambos, no vengas con esas tonterías de que  ahora no eres mía, porque estás muy equivocada, eres mía ¡De mi puta propiedad!

Mis ojos se llenaron de lagrimas, ese día salí corriendo del cuarto de baño y entré a la habitación que estaba destinada para los visitantes, me encerré y lloré, yo ya no quería que alguien invadiera mi cuerpo como lo hizo Doriam, y aún así, esa no fue la única vez, hubo otros momentos en donde el abusó de mi y yo no lo detuve, porque era su mujer y la madre de su hija.











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