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Jazmine}

5:30 a.m y me encuentro haciendo el desayuno de mi hija y el mío, debo dejarla en el colegio y yo debo irme a trabajar.

Cuando la dejo en el colegio me encamino a la empresa de los Paquette y me estaciono en mi puesto, subo en el ascensor y llego a mi piso, entro a mi oficina, busco los papeles de mi hija y camino hasta la oficina de Doriam.

Cuando llego, abro sin tocar, la costumbre me hace confiar en que puedo hacerlo pero enseguida me arrepiento.

A cuatro patas y desnuda sobre el escritorio mientras se la clavan hasta el fondo se encuentra la mujer por la que me divorcié y con Doriam, ninguno me ha visto hasta que hablo.

¡Jodeeeeeeer!- ambos voltean, sonríen y yo no tengo ni día de que debo hacer, por lo que me quedo parada viendo como imbécil la escena que mi ex protagoniza.

Oh, Jazzy, creo que llegas en mal momento... pero siempre tienes la opción de unirte, como en los viejos tiempos- dice mientras mi pulso se acelera, teniendo en cuenta lo mucho que llevo sin un buen polvo, cualquier cosa me pone frenética.

Eres un maldito cerdo, cuando acabes, literalmente, te espero en la oficina- salgo con prisa y acalorada, llego a mi oficina, prendo el aire acondicionado y me tiro en la silla.

Tocan la puerta y cuando pido que pase entra Sara- nena que mal gesto tienes.

Encontré a Doriam en una escena de dale que te pego con su perra favorita- Sara abre sus ojos en un gesto de sorpresa y luego rompe a reír.- no veo el chiste Sara Reina.

Lo siento, lo siento, es que si entrabas a la oficina de Dan, hace 15 minutos, hubieses visto esa misma escena- rompo a reír, no me queda de otra, la verdad no me molesta pero siento una envidia algo intensa y necesito desfogarme.- Jazzy, necesitas sacar tu parte loba y recordar cuando hacías locuras de una noche.

Sabes que no puedo Sara, tengo una hija y...- me interrumpe y responde.

Y la amas y ella te ama a ti, ella no dejará de amarte porque una noche no te quedes con ella- se que es cierto- te cuido a Emmy esta noche para que salgas a algún bar con alguno de tus pretendientes y folles un par de horas.

No quiero molestarlos ni a ti ni a Dan- digo mientras Sara toma mis manos entre las suyas.

No es molestia, amo a Emmy y puedo cuidarla con toda la felicidad, además compré una película que amará y nos divertiremos como nunca, vamos Jazzy di que si- sonrío, porque se que nadie cuidará mejor de mi hija.

De acuerdo, pero ahora ayúdame a elegir con quién salir.

Un par de horas pasan hasta que mi hija y Sara se encuentran rumbo a la casa de mi amiga y Emmy está más feliz que nadie nunca lo ha estado por quedarse con sus tíos favoritos.

Cuando me encuentro lista y conforme con lo que veo en el espejo, arreglo mi cabello rubio, lo dejo liso y observó nuevamente mi look.

Mis pies están adornados con unos tacones de aguja de 5cms, color rosa palo y un vestido ceñido al cuerpo del mismo color, mis piernas ahora, luego de una larga y dolorosa depilación con cera al igual que mis axilas, y cejas están lisas y suaves.

Mi maquillaje es sencillo y lo único que resalta es el tono rosa nude que tengo en los labios, cuando estoy lista suena el timbre, sé que es Teo así que camino rápidamente y luego de tanto tiempo me emociona el hecho de salir con alguien y sentirme hermosa.

Lamentablemente cuando abro la puerta no es Teo, si no Doriam y este con una mirada lasciva de pies a cabeza me responde- si sabía que así ibas a recibirme hubiese venido antes.

No seas idiota, ¿qué haces aquí?- me siento incómoda con su presencia y el lo nota.

Vengo a firmar los papeles de Emmy,para que te des cuenta que no soy la basura que te gusta decir que soy- suspiro y lo hago pasar, busco los papeles y se los coloco sobre la mesa- recuerdo cuando querías comprar esa alfombra- comenta señalando la alfombra de la sala- te dije que era dinero malgastado.

Quieres por favor, firmar los papeles para que ya pueda irme- el sonríe y hace como si va a firmar pero antes dice.

Oh, cierto, ¿vas a salir?- lo miro con todo el odio capaz de transmitir una mirada.- bien Jazzy, sólo quería ser amable, pero no quiero otra cachetada.

Eso te lo merecías por imbécil y...- suena el timbre y me apresuro a abrir-  hola Teo, ya iba a escribirte.

Lamento haber llegado tarde, no quería llegar sin nada que ofrecer así que pasé por unas flores para ti y un peluche para tu pequeña- sonrío con ternura.

Gracias Teo, eso es hermoso, dejaré las flores en un florero y llevaré el peluche adentro- miro a Doriam y digo- cuando termines cierra la puerta al salir, estaré ocupada.

¿Dónde está Emmy?- pregunta malhumorado, sonrío- no pensarás acostarte con este tipo en presencia de mi hija.

No me dicen Doriam lamepaquetes- digo en tono de burla, el escribe de mala manera su firma en el permiso de mi hija y sale de mi casa, sonrío divertida y le digo a mi amigo alemán- ¡Muy bien, Teo! Vayamos a divertirnos.

En el Restaurante Alemán

Entonces, ¿amas las hamburguesas?-pregunta Teo mientras nos comemos unas croquetas rellenas de cerdo y crema agria.

¡Las amo! Mi mejor amiga Sara y yo, siempre comemos hamburguesas juntas- le explico mientras me meto un bocado de la deliciosa croqueta a la boca.

Un día, espero poder invitarte a mi casa para cocinarte una, soy un gran cocinero de hamburguesas- yo asiento divertida, aunque las posibilidades sean pocas para volver a verlo.

De acuerdo, esperaré esas hamburguesas lo más pronto posible- nos quedamos en silencio unos segundos y el sensual alemán acerca a mi lado su silla y dice a pocos centímetros de mi boca.

Quieres ir a otro lugar o ¿prefieres quedarte?- el pulso se me dispara, la bilis me sube por la garganta y una risa nerviosa sale de mi boca, parezco una joven universitaria.- me encanta tu risa.

Vaya, nos estamos conociendo mejor-  ambos reímos y prosigo- vayamos a otro lugar, aquí hay mucha claridad.

De acuerdo vampiresa vamos a otro lugar- deja dinero en la mesa y se levanta, me toma de la mano y salimos del restaurante, ese gesto me hace sonreír, cuando llegamos a su auto me abre la puerta caballeroso y arrancamos.

Teo coloca música y empieza a cantar a todo pulmón, mientras el frío aire de San Petersburgo nos golpea las mejillas, me uno a sus cantos y gritamos hasta llegar a dónde vive.

Nos bajamos en silencio, mientras la noche apenas me deja distinguir sombras, veo una pequeña casa estilo granja, es muy bonita y está hecha de roble y tejas rojas en el techo.

No es una de esas mansiones a las que estás acostumbrada, pero mañana podrías disfrutar mucho cuando veas todo lo que te puede ofrecer- sonrío y le doy un beso en la mejilla, no puedo decir más, mañana probablemente no pueda despedirme porque tengo un vuelo rumbo a Los Ángeles.

Esto es hermoso, no tienes que ofrecer nada, porque no tenemos nada serio- su gesto se llena de decepción, pero rápidamente lo suaviza con una sonrisa, me toma en brazos, grito de sorpresa y reímos a cántaros hasta llegar a su habitación.

Linda cama- le digo, observo que el piso está alfombrado y me quito los tacones, camino hacia la cama y toco su suavidad, cuando voy a decir algo, siento unas manos alrededor de mi cintura y escucho un susurro que me pone la piel de gallina.

Mi cama se vería más linda contigo siempre en ella- sonrío y volteo, enrollo mis brazos en su cuello y sin poder resistir más a sus encantos lo beso.

Controlados ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora