Jazmine]
¡Oh, no, no! Jajaja, yo... Esta... esta ropa solo me la regalaron en el hotel en el que estoy- Trato de explicarle mientras estoy vuelta en un manojo de nervios.
El sonríe, y luego de una risa dice- Tranquila, solo lo decía a modo de broma. Esa ropa la he visto en varias chicas hoy, todas eran modelos, por eso pensé que eras modelo, pero luego pensé que de ser así no comerías sándwich.- Me río para no llorar, si el supiera.
Si, exacto...- Nos sentamos, y entablamos una ligera conversación para saber un poco uno del otro. - Creo que me llevaré igualmente el sándwich... Digo para que no pierdas tu dinero y yo desayune- Se me ocurre decir, pero la verdad es que se lo pienso dar a mi niña.
Una vez tengo envuelto el sándwich, pregunta Maximilano- ¿Qué hacías en ese lugar aquel día? No pareces ser la clase de chica que va a esos sitios.
¡Quería experimentar algo distinto! Hace muchísimo tiempo que no iba a esos lugares porque estaba bastante distinta mi vida, pero luego de un tiempo pensé intentarlo una vez más. No llegué a hacer nada ese día. - El asiente pensativo para luego preguntar.
¿Por qué huías?, quiero decir, cuando te encontré estabas algo nerviosa y asustada, ¿Qué pasó?- Sabia que tarde o temprano esto iba a suceder, y que esta pregunta saldría a flote. Así que tomando una respiración profunda le explico.
Ya no quería estar ahí, ya no siento la emoción que salía de mi cuando era más jóven, sin embargo, aún así, quise intentar hacer algo distinto, pero no funcionó, así que decidí irme.- El asiente, no hace más preguntas y sigue hablando conmigo.
¿De dónde eres? No pareces estadounidense- Sonrío, sé que no lo parezco y que obviamente no lo soy.
Soy italiana, ¿Tu si eres californiano, cierto?- El echa una carcajada, que no comprendo y añade entre mordiscos a lo que queda de su pan.
¡No, para nada! Mi padre si es de aquí, yo soy venezolano- Abro la boca sin poder creerlo, y ante de decir una sola palabra el prosigue- Mi papá fue de visita a Venezuela cuando tenía 18 años, y en una playa conoció a mi mamá, desde ese momento están juntos, por un tiempo vivieron allá, donde nací y crecí, a los 15 años mis padres decidieron que era momento de vivir en la ciudad donde nació mi padre, Los Ángeles, California; así que aquí terminé mis estudios, y sigo viviendo aquí.
¡Joder, no puedo creerlo!- El me mira interrogante- Es que... Mi mejor amiga, es venezolana, nació en Caracas, y ahora vive en Rusia, entonces vienes tu que pareces mas gringo que un... que un... ¿Brownie? Y dices que eres venezolano.
¡Así es! Físicamente soy el típico hombre surfista, ¿Cierto?- Afirmo- Pues, lo soy, los genes de mi padre se marcaron fuertemente, lo único que tengo de mi madre el la sonrisa- Y entonces sonríe de esa manera que tanto me gusta.
Creo que es una muy linda sonrisa, de verdad me emociona tener un nuevo amigo latino, amaría que conocieras a mi mejor amiga- El sonríe de nuevo y afirma diciento.
¡La conoceré. chica subway!- Ambos sonreímos y entonces veo la hora en mi celular.
Debo irme, es algo tarde.- El afirma y me dice.
¿Podemos intercambiar números? Tal vez sería más fácil comunicarnos y vernos así.- intercambiamos números, y cuando voy a despedirme el menciona- Ven, te acompaño hasta la entrada del Hotel- Sonrío, y caminamos hasta la entrada del hotel, al parecer no tiene carro. Cuando llegamos a la entrada le digo.
Fue un placer hablar contigo otra vez Maximiliano.- El besa mi mejilla, me pongo roja como la naríz de un payaso.
Adiós preciosa, nos veremos pronto- Y se va, subo a mi habitación, ahí encuentro a Emmy jugando con sus muñecas junto a Elisa.
¡Hola! Ya volví- Les digo, mi pequeña suelta las muñecas y corre hacia mis brazos, la abrazo y le digo- ¿Adivina qué te traje?
¿Sooooowey?- Pregunta entre afirmaciones, y le entrego la bolsa con el sandwích. Ella la abre desesperada y feliz y luego se tira sobre el puff y empieza a comer con emoción.
¿Qué tal te fue?- Pregunta, una sonrisa tonta, de esas que hace mucho tiempo no salían de mi boca, luego la cambio un gesto más serio y digo.
Estaba comprando este sandwích para Emmy y pensaba en comerme uno, pero luego dije, ¡No lo hagas Jazmines Vivaldi, te arrepentirás!- Ambas estallamos en carcajadas, mientras que mi hija nos mira con curiosidad a la par que muerde con deleite el último trozo de su pan de Subway.
Luego de 1 hora hablando y viendo tv junto a Elisa y Emmy, ya toca irme a dormir, despido a Elisa y luego me meto en la tina junto a mi hija cuando se encuentra en la temperatura correcta y tiene las suficientes burbujas.
Mientras mi hija juega con un pato de hule y yo la ayudo a bañarme, termino de ducharme también, cantamos unos minutos la canción de Frozen que tanto ama mi pequeña, y luego nos colocamos unas pijamas.
Acuesto a mi pequeña en su cama, y le doy su beso en la frente. Luego de quedarme viendo una película hasta las 10 p.m. procedo a acostarme a dormir, pero un sonido interrumpe mi sueño.
Un mensaje de Maximiliano, me despierta por completo, abro la conversación de Whatsapp y veo lo que me dice:
¿Aún despierta?- Sonrío y le respondo, como cuando chateabas hasta tarde con el novio de la escuela.
¡Si! Y veo que tu también.
Sí, bueno, de hecho estaba viendo una película, ahorita terminó.
¿Qué película?- Pregunto.
Perdona si te llamo amor, ¿La has visto? No soy mucho de ver dramas románticos, pero debo admitir que esa estuvo... ¿Bien?- Sonrío, los hombres y su problema para admitir que les gusta lo romántico.
¡Esa misma estaba viendo yo! Creo que es quinta vez que la veo, y cada vez me gusta más. Digámos que no es la mejor, pero tiene cierto toque que la hace especial, todos deberíamos verla alguna vez.- Explico, el tarda unos minutos en responder y cuando lo hace, dice.
¿Te gustaría cenar conmigo este fin de semana? Sé que es demasiado apresurado, pero me gustaría llevarte a un lugar especial.- Lo que me dice me deja sin respiración unos instantes. Tengo aquí unos 3 días y estamos a jueves, es decir que saldré con un guapo chico este fin.
¿Qué día?
El sábado en la noche estaría bien, ¿Puedes?- Afirmo sin pensar en que de imprevisto podría surgir algún evento, pero en esta vida hay que arriesgarse.
¡Sí, el sábado en la noche es perfecto!- Y sin más que una despedida junto a un emoji, me acuesto a dormir.
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RomanceLuego de tres meses, ha llegado mi momento de ser feliz, mi momento de ser lo que siempre quise ser, ¿Qué si no me duele? Claro que si, duele horrible y mucho mas duele el saber que mi hija, Emmy, pregunte por su padre a cada momento, no es fácil pa...