Maratón 1/3
Jazmine-
En menos de 10 minutos llego al lugar de mi cita, es un restaurante frente a la playa, así que entro al lugar y cuando veo al guapísimo Maximiliano, me acerco con una sonrisa.
El está vestido con una camisa azul cielo y una bermuda color blanco, su cabello rubio le cae sobre su frente y siento que voy a lanzarme a besarlo de lo hermoso que es.
¡Gracias a Dios llegaste! Estas preciosa Jazmine- Me dice mientras se acerca y me deposita un beso en la mejilla que me hace sonrojar- ¿Todo bien?
Sí, todo bien, gracias por el halago, tu también estás muy guapo- Ambos sonreímos divertidos y nos sentamos uno frente al otro.
No he pedido nada esperando a que llegaras, así que pide lo que quieras- Me dice, yo observo el menú, amo comer y todo lo que veo se me antoja.- Bien, creo que pediré esta ensalada de camarones, solo porque estoy a dieta, de lo contrario pediría esa parrilla mar y tierra con bastantes papas fritas.
¡No puedo creer que estés a dieta! Si estás hermosa y tienes un cuerpo perfecto- Cuando ambos notamos lo que dice, no puedo evitar ponerme roja, el para evitar sonar como un chico que observa muy bien mis atributos intenta rectificarlo diciendo- Quiero decir, estás equilibrada corporalmente... O sea, tu busto y tu trasero tienen el balance perfecto... No es que lo estuviera viendo... ¡Creo que ya debería cerrar la boca!
No puedo evitar estallar en una carcajada, es demasiado adorable ver lo lindo que se pone cuando está nervioso, así que para quitarle peso a sus comentarios le digo- Tu también tienes un balance perfecto.
Cuando la comida llega ambos ya vamos por la mitad de nuestras bebidas, yo pedí un cóctel de frutas tropicales y él pidió una cerveza- Uff creo que mejor comeré de tu comida.
Le digo mientras bromeamos- Yo estaría feliz de que comieras de este delicioso churrasco con papas, al menos puedes comer un par de papas fritas- me dice, así que mientras comemos seguimos hablando sobre nuestras cosas favoritas.
¿Toda tu familia es italiana?- Me pregunta, yo sonrío y le explico un poco.
¡No, para nada! Yo soy italiana, la familia de mi padre también lo es, pero mi madre es francesa y sus padres son de Alemania... Somos una mezcla europea.- Sonreímos ambos.
¿Aprender todos esos idiomas se te hizo difícil?- Sonrío, no es la primera vez que me preguntan esto, y la verdad es que no fue nada sencillo.
¡Para nada! El único que aprendí a hablar rápido fue el italiano, para los demás tuve que asistir a cursos, y luego cuando realicé mis estudios como mo...- Cuando voy a decir que estudié para ser modelo cierro la boca.
¿Cómo?- Pregunta curioso, intento inventar una idea rápida pero mis labios parecen sellados, cinco segundos antes de que el vuelva a hablar digo.
¡Como chef!- Joder, no se me pudo ocurrir otra cosa... Yo ni sé cocinar.
¡Eres chef, vaya eso si me sorprende gratamente!- Asiento con una sonrisa prefabricada, otra mentira más.
Si, amo la cocina... Y bueno, creo que hemos hablado mucho sobre mi... Cuéntame sobre ti- Le digo porque necesito desesperadamente cambiar de tema.
Bien, pues soy arquitecto y surfista, sé hablar inglés y español, no sé tantos idiomas como tú Jazmine- Sonrío, mismo momento en el que el camarero llega con unas trufas de chocolate y una botella de vino blanco.
¡Quiero brindar por ti!- Dice Maximiliano, hoy es un día en el que he sonreído mucho, así que chocamos nuestras copas y probamos nuestro delicioso postre.
¡Uff, yo quiero brindar por quien hizo este delicioso dulce! Está simplemente delicioso- Expreso con deleite, nos reímos ante mis tonterías y siento que jamás había sentido un felicidad como la que estoy sintiendo hoy.
Al terminar nuestra cena, salimos hacia la playa, son las 2:30 a.m. y el cansancio empieza a hacer merma en mí, nos sentamos en el muelle y durante unos minutos nos dedicamos a conocernos, a hablar de nuestras vidas, gustos y anhelos.
Cada minuto que paso contigo me pareces más guapa, y no quiero sonar como el típico comentario que seguramente escuchas a diario; la verdad, es que me estás gustando Jazmine, y mucho.- Sus palabras remueven algo que creía extinto en mi vida desde hace unos cuantos años.
No voy a negar que cuando conocí a Doriam pensé que sería el amor de mi vida, para mi era el tipo perfecto, y aunque siempre había querido conocer a un chico latino, un hombre que me cambiara la vida con su sensualidad y pasión, creí que mi ex esposo era el ideal.
Aunque, no me arrepiento de haber tenido a mi hija, Emmy es todo para mi, es todo lo que siempre quise en un hijo, y ella es eso y mucho más. Por esa misma razón me da mucha tristeza no poder contarle a Maximiliano sobre lo maravillosa que es, pero lo hago porque no puedo exponerla y tampoco puedo expornerme de esa forma, no cuando justo ahora tengo a un ex peleando por la custodia de mi hija y queriendo destruir mi carrera profesional.
También me gustas Maximiliano, pero no puedo tener algo serio contigo en este momento- le digo, aunque el realmente no ha dicho que quiera tenerlo.
Te propongo algo, salgamos más seguido y veamos como se dan las cosas, si funciona te haré muy feliz, si no prometo que no te molestaré nunca más. Quiero hacerte sentir distinta, pero para eso necesitamos conocernos mejor- Asiento, sé que si nos permitimos conocernos podría surgir algo maravilloso entre nosotros.
¡Tienes unos ojos preciosos!- Le digo, el sonríe mientras que con su mano acaricia mi rostro.
Los tuyos son aún más hermosos Jazmine- Y sin más, sin permiso y sin dudas acerca su boca a la mía. Al principio, el beso es algo tímido, luego con más confianza nuestros labios se abren y cierran mientras que el sonido de las olas se combinan con nuestra respiración.
Su lengua tibia entra en mi boca, acaricia la mía y luego le devuelvo el favor con la misma intensidad, su sabor es cálido y me relaja. Cuando termina nuestro apasionado beso con un piquito y una sonrisa de lado de su parte, no puedo evitar estar acalorada y roja, mis labios arden y mi cuerpo quiere más.
Creo, que estamos yendo un poco rápido, espero ganarme tu confianza para pronto llegar a más- Me dice, y yo quiero ser más descarada y decirle que no me importa la confianza, que quiero que me tome sin piedad en este mismo muelle y que de fondo solo suenen nuestros gemidos y las olas romper en las rocas. Pero eso jamás sucede.
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RomanceLuego de tres meses, ha llegado mi momento de ser feliz, mi momento de ser lo que siempre quise ser, ¿Qué si no me duele? Claro que si, duele horrible y mucho mas duele el saber que mi hija, Emmy, pregunte por su padre a cada momento, no es fácil pa...