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Jazmine

Voy junto a Maximiliano en la moto, iremos hacia un muelle, entonces cuando llegamos nos subimos a un yate, estoy sorprendida y él está sumamente feliz, un nudo en la garganta va creciendo, pero logro controlarlo, aunque por alguna extraña razón mis nervios y un susto crece. Mis amigas saben que estoy con él, aunque no saben que se trata de mi última salida con él.

¿Qué te parece, preciosa?- pregunta mi hermoso venezolano, yo le sonrío, intento sentirme feliz pero no lo logro,- Es perfecto todo esto, gracias por este día tan especial.

Haré que este día sea perfecto para ti, así que voy a pedirte que dejes tu bolso y te relajes conmigo- entonces dejo mi bolso en un cuartito del yate, y camino de su mano hacia una parte alta del yate, en este lugar hay unas sillas playeras y me recuesto en una mientras que Maximiliano está en otra, me quito el pareo para broncearme mejor mientras que él se quita su camisa. Bebemos unas limonadas, la mía sin azúcar y él se dedica a hablarme de cosas entretenidas, que por el momento me hacen olvidar un poco mis preocupaciones.

En un momento dado, llega un camarero con un coctél de camarones, calamares rebozados y una ensalada de pepino y lechuga. -Wow, esto me encanta... creo que has traído toda la comida marina que me gusta.- El me dedica una de esas sonrisas maravillosas que me encantan, y luego me dice.

¡Genial! la idea es que tú disfrutes y que veas que a mi lado puedes ser muy feliz. En estos días he pensado mucho en mi futuro, y quisiera formar ese futuro a tú lado, me gustas... me gustas tanto que si pudiera te llevaría conmigo a todo lugar- sonrío y mis ojos inevitablemente se llenan de lágrimas. Como puedo las controlo, y digo cambiando de tema,- Vamos, comamos que se enfría la comida.

Entonces comemos entre conversaciones divertidas, de vez en cuando nos besamos y aprovecho de disfrutarlos por última vez. Luego de un rato nos sumergimos en la pequeña piscina y jugamos un rato, nos besamos, y yo insisto en no terminar el beso, quiero más.

El beso se torna un poco más intenso, desabrocho mi parte de abajo del bikini, y el puede sentir mi piel desnuda bajo sus manos- Dios Jazmine, ¿quieres hacerlo? no ha pasado tanto tiempo como habíamos dicho.

¡Quiero sentirte ahora mismo!- entonces el dulcemente pasa un dedo por mi hendidura, haciéndome temblar, me besa y cuando me tiene como quiere entonces el también se acomoda y queda desnudo bajo la piscina,- ¿lista amor?- esa forma de llamarme, me hace brincar el corazón, asiento y le digo que sí, solo entonces me doy cuenta que estoy enamorada de este hombre. Se hunde en mí, en mis miedo, en mis inseguridades y en todo lo que me hace daño, antes de que él acabe, ya yo he llegado a mi desahogo.

Sale rápidamente de mí, buscan una servilleta de tela, y se limpia mientras acaba.- No sé si usas algún método, así que prefiero evitar acabar. Prometo que la segunda vez será mejor.- Me dice, yo aún estoy en mi ensoñación gracias al maravilloso orgasmo, hace mucho que no sentía esto.

Fue perfecto Maxi,- le digo, y yo misma me sorprendo de llamarlo así, el se lanza nuevamente a la piscina y me besa nuevamente, aunque en esta oportunidad no hacemos nada más que eso.

Al salir de ahí, nos vamos al baño a darnos una ducha, lo hacemos juntos y entonces él pregunta- ¿Usas algún método anticonceptivo? es que no sé si pueda controlarme.- sonrío y le digo.

Sí, me cuido. No perdamos el tiempo.- le digo, y entonces  me pega a la pared y se clava con fuerza en mí mientras me besa el cuerpo entero. Cuando acaba seguimos jugando y dándonos cariño.

Eres perfecta, tú piel es suave, tus pechos son hermosos, tu vientre está perfectamente trabajado, empiezo a creer que es enserio lo de tu dieta, pues si es así está funcionando bastante bien... Tú trasero, qué bello trasero- río, mientras le da un mordisquito a una de mis nalgas, cuando llega a mi pubis, sonríe- Tienes sensualidad en todo tú cuerpo, pero ahora quiero beberte, ¿puedo?- asiento, claro que quiero, con él no siento miedo, no sé que es lo distinto, pero es algo único y maravilloso, algo que no he sentido con nadie más.

Entonces me besa ahí, con amor, dulzura y sensualidad, saca su lengua y me acaricia, las oleadas de placer llegan a todo mi cuerpo, pero siempre he tenido un problema con el sexo oral y las cosquillas, entonces me retuerzo entre risas y el sube- Así que eres de esas chicas, ¿cosquillas vaginales, cierto?- asiento, por fin alguien que me conoce y entiende bien esto que me pasa.- Lo mejor es no forzarlo, pero poco a poco trabajaremos en esto.- entonces me besa en la boca, y hacemos el amor una vez más contra la pared. Me siento feliz y entera con él.

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Es de noche, estamos en una mesa dentro del yate, mientras comemos unas frutas y nos besamos, entonces por alguna razón mi corazón se acelera, al punto que debo concentrarme en mi respiración, algo pasa, no sé de qué se trata, pero tengo algo de nervios. Justo en ese momento Maximiliano se levanta y me dice algo que no entiendo porque no estoy concentrada.

Cuando vuelve, la palpitación sigue pero la ignoro, entonces Maxi hace algo que jamás hubiera esperado y menos en una noche como esta, en la que tengo planeado acabar con lo nuestro de una sola vez.- Jazz, mi preciosa Jazz... Sé que esto sonará loco, que no te lo esperas y que nada más pensarlo te podrás como loca, pero quiero que tengamos una vida juntos, y que sigamos conociéndonos, pero esta vez juntos. Jazmine Vivaldi, ¿quieres casarte conmigo?

Mi mundo se detiene, y un sonido repetitivo al que no le había prestado la suficiente atención, se hace más fuerte, ¡es mi celular! busco mi bolso, saco mi celular y es Elisa.- ¿Jazmine? ¡Jazmine, tienes que volver! Alguien se llevó a la niña.- Nuevamente  mi miedo me hace temblar, no puedo respirar y el mundo se pone negro de repente...

Controlados ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora