Maximiliano
En el texto enviado por mi padre pude entender lo que significa amar a otra persona y los sacrificios que se deben hacer para mantenerlo, nada es tan fácil:
Papá
Hijo, no sé de qué se trate todas estas dudas que hoy acuden a tú soñadora cabeza, lo que si sé es que cualquier cosa que te propongas con el corazón, la lograrás. Si en tus metas están el hacer una vida con una chica y esa mujer te rechazó por haberle hecho daño, debes tomar una decisión: Dejarla ir, o insistir. Aunque esto depende de lo grave que sea lo que hiciste.
Hace mucho tiempo atrás, me pasó algo similar con una mujer, ella era testaruda y con un carácter bastante diferente al mío, eso me cautivó. Por eso, decidí seguirla hasta que logré mi propósito y la hice mi esposa, hoy en día esa mujer es tú madre, y la única razón por la cual como vegetales, ya sabes que los odio. Así que tú debes seguir tú corazón, y perseveran en lo que deseas, e incluso si lo crees imposible o si se trata de una mujer testaruda como tú mamá.
Esas palabras era lo único que necesitaba para cambiar mi actitud, lucharé por ella. Entro en el centro comercial y busco una tienda de ropa para caballeros, cuando encuentro una en donde venden ropa de segunda mano compro un suéter y unos guantes, serán suficientes para pasar los días en este país. Entro al baño, me quito las camisas y me limpio con un jabón que tengo en el bolso y agua las axilas, el cuello y la cara. Cuando termino me coloco una de las camisas con el suéter que compre, y también agrego mis guantes.
Al salir puedo disfrutar un poco más del frío, sin sentir que caeré en un cuadro severo de hipotermia, cuando voy a bajar por las escaleras mecánicas, al ir distraído, choco con un cuerpo, este se tambalea pero no cae al suelo. Entre apenado y nervioso, ayudo a recoger las cosas que se le cayeron cuando chocamos, y al hacerlo me doy cuenta de que se trata de una mujer, un poco mayor, debe tener casi 40 años, pero aún así es bastante atractiva, la típica rusa de ojos grandes azules, piel blanca y pulcra como la porcelana, acompañada de una larga cabellera negra.
Lo siento... no quise golpearte- le digo a la mujer, ella me dedica una sonrisa amistosa de que entiende lo que le digo en inglés y también de que 'todo está bien', a lo que responde.
No te preocupes, estoy bien, soy Anya ¿tú eres?- sonrío ante la tranquilidad que trasmite la señora y le digo mi nombre, entonces mientras bajamos las escaleras mecánicas ella comenta- ¡lindo suéter! Me recuerda a uno que tenía mi hijo.- observo la prenda y le comento sobre cómo lo conseguí.
Lo adquirí hace menos de una hora en la tienda que vende artículos de segunda mano,- la señora me mira sorprendida y entonces yo agrego algo más a mi relato de la compra- de hecho hoy la compré, puede que sea el mismo.
Te aseguro que es de él, ese suéter se lo había comprado en un viaje que hice a Francia, pero se manchó un poco aquí- dice señalando el borde de una de las mangas del suéter, en donde apenas se puede observar el rastro de una mancha café- entonces le dije que si quería podía venderlo y sacarle algo de dinero para comprarse otra cosa. De cualquier forma, me alegra que tú tengas el suéter, te queda bien.
Caminamos hasta la salida, entonces la señora Anya pregunta en dónde me estoy quedando, al ver lo nervioso que me pongo, en vez de huir, se interesa más en mí, le digo que no tengo donde quedarme, y le hablo un poco sobre todo lo que ha sucedido durante este día. La mujer pasa de feliz, a enojada y por último a incrédula, ¿cómo puede pasarle todo eso a un joven turista americano?, luego le comento que soy venezolano y surge algo muy especial entre la señora y yo, pues su difunto esposo también era venezolano.
Antes de que pueda irme Anya, me comenta que puedo quedarme aunque sea esta noche en su casa, yo niego con la cabeza, ella insiste y cuando un relámpago suena fuertemente, acepto, aunque le digo que puedo pagarle, así que nos subimos al auto de la señora, quien arranca y coloca una emisora de rock alternativo algo viejo. Tarareo las canciones, y cuando agarro confianza, canto junto a la mujer.
El trayecto tarda unos 20 minutos en total, y al llegar lo primero que observo en una casa pequeña y luego al girar un poco mi rostro veo la casa grande, ¡ahí es donde vive Anya! Entonces ella con una enorme sonrisa me dice en ruso- Bienvenido a mi humilde hogar- saludamos a una pareja de ancianos que salen al vernos llegar, de la casa, y luego seguimos hacia la gran casa. La entrada está lleva de detalles costosos, lamparas de cristales y un piso pulcramente limpio.
¿Qué te parece mi casa?- pregunta la señora mientras me sirve un vaso con un trago de vodka y otro para ella,- esto es todo lo que me queda de mi esposo, también mi hijo y yo estamos a cargo de una de sus empresas, pero no tenemos suficientes conocimientos sobre manejo corporativo. Tengo miedo que por nuestra ignorancia perdamos todo, mi hijo apenas va a terminar de estudiar administración de empresas. Y yo siempre he vivido de mi marido o de lo que el arte me daba.
¿Es usted artista? ¿en qué área?- La señora sonríe de una forma adorable y sus mejillas adquieren un tono rojizo.
Soy pintora, pero en mis tiempos la mujer no tenía las posibilidades que hoy en día tienen las mujeres, así que siempre hice un trabajo muy clandestino, que mi esposo amaba y subastaba en sus eventos, fue gracias a él que pude ganar un poco de reconocimiento, aunque siempre bajo el apodo de La mujer del licenciado Méndez.- explica con nostalgia, siempre he amado escuchar a las personas hablar sobre sus vidas y sueños.
¡Es fantástico! Yo soy surfista, tengo lo necesario, pero vine aquí para encontrar a una chica que me robó el corazón, quiero que se case conmigo y que me perdone por haber sido un bruto, de hecho la quiero ayudar a conseguir la verdad de la difícil situación que está viviendo- le digo a la mujer. Esta asiente, pero no dice nada al respecto solo.
La encontrarás, pero por ahora ve a dormir, sígueme- subimos unas escalera y entramos en una de las 8 habitaciones que están en esta planta, la mujer me dice donde está todo y me comenta que dejará ropa limpia para mí- esto te servirá, aquí hay varios suéters de mi hijo y unos cuantos pantalones, también traje una ropa interior que había comprado por si traía visitas o por si necesitaba hacer un regalo y lo había olvidado. E incluso puedes usar estos zapatos, que mi hijo no utiliza.- agradezco cada uno de los gestos que tuvo la señora, y decido darme un baño de agua caliente y luego envolverme entre las sábanas limpias.
¡Mañana encontraré a Jazmine y le diré todo!
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RomanceLuego de tres meses, ha llegado mi momento de ser feliz, mi momento de ser lo que siempre quise ser, ¿Qué si no me duele? Claro que si, duele horrible y mucho mas duele el saber que mi hija, Emmy, pregunte por su padre a cada momento, no es fácil pa...