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Maratón 5/5

Barbara da media vuelta y se va. Luego Elisa me sonríe con un bostezo y me dice- Yo también me voy, nos vemos en un rato, descansa.

Sin más, se va y yo me acuesto y le doy un beso a mi niña. A la mañana, estoy agotada pero por alguna razón me siento felíz. Todo se debe al rubio de ojos azules.

Un nuevo sobre está bajo de mi puerta y leo en el las instrucciones. Esta vez luego del desayuno debo hacer 3 horas de ejercicios y luego nos darán una charla sobre los nuevos productos de la marca y la próxima presentación.

Unos minutos después llega Elisa, que  se lleva a mi pequeña a desayunar y luego iran a un pequeño parque que armaron en el hotel. Yo me quedo sola, me doy un baño y me coloco la ropa deportiva. Cuando termino mi triste desayuno de lechugas y queso vegano, me dispongo a salir.

Pero tocan la puerta, es Barbara.- Cuéntame todo, el chico con el que estabas me dijo que te fuiste sin hacer nada, y yo no me di cuenta hasta que terminé con el otro. Cuéntame qué sucedió.- Suspiro y le digo.

No quise hacer nada, me incomodó pensar en que alguien podría descubrir quién era- Miento con toda la credibilidad qué puedo, ella asiente, entendiendo y sin dudar.

¡Entiendo! Pero tienes que relajarte como antes- me dice y le digo.

Es que ya no es como antes, ahora soy madre y los medios y mi ex tienen los ojos sobre mi, quieren que caiga, y no puedo permitirme caer. Ya no deseo estar con chicos como antes Barbara- Ella asiente, me abraza y dice.

¡Lo sé! Siento no haberte comprendido. Ahora dime, ¿Cómo te fuiste anoche? - Me tomo unos segundos en pensar una idea, hasta que se me ocurre.

Encontré un taxi, y me vine. No fue tan difícil- Le explico. Ella me sonríe, ve su reloj y me dice.

Ven, que ya es tarde- Bajamos hasta dónde hacemos ejercicios y la entrenadora no divide en grupos para jugar fútbol.

Sonrío al ver la cara de todas, ninguna sabe jugar, pero yo soy italiana y estuve en un equipo cuando era más chica. Corro, hago pases, recibo y marco el primer gol. Así sigue el juego hasta que los tres juego del encuentro los marcó yo.

¡Hey, Jazmine! Queremos aprender, ¿Puedes enseñarnos?- Dice una chica junto a un grupo.

¡Claro! Vamos- y les voy explicando poco a poco.

En un momento dado les explico como se debe hacer una chilena- Ustedes solo deben impulsarse y patear, así.

Hago lo dicho, me impulso y de un brinco pateo, suena un cronch, luego gritos y todas corren hacia el crujido. Me levanto del piso y corro a ver lo que sucedió.

Al llegar, veo un rostro lleno de sangre, y quejidos- ¡Ay mierda, la maté!- Llegan los paramédicos, una camilla sube a nada más y nada menos que a Kendall Jenner. Sí, la chica con la nariz rota es una de las celebridades más idolatradas de la marca. Y yo, le destrocé el rostro.

Mierda, creo que necesitará más que puntos- Dice Jasmine, y yo asiento.

¿A dónde la llevarán?, vamos a averiguar- Y así seguimos hacia dónde van los paramédicos. Se montan en un carro y nosotras preguntamos a un taxista si puede llevarnos y que le pagamos al volver. El señor asiente y arranca.

Siga a ese auto- Le digo divertida. Siempre quise hacer eso. Al llegar aprovechamos el alboroto de los paparazzi para colarnos y averiguar la habitación. En la salita de espera está la familia de la afamada modelo. Todos preocupados por ella, me hago la que no sabe nada y junto a Jasmine pasamos desapercibidas.

Y escuchamos lo que dice el médico- Necesitará un cirugía para reconstruir su nariz.- Mi sorpresa es grande, ¿Tendré que pagarle la cirugía?.

Su familia dice que continúe con el proceso y que ellos pagarán todo. Unas horas después todos pasan a ver a la recién operada. Cuando se van entro yo sin que nadie me vea.

Abro la puerta y escucho- Y ¿Ahora quién es?- Dice malhumorada Kendall.

Lo... siento; soy Jazmine Vivaldi- Abre sus ojos hinchados y me escudriña con su mirada.

¿Qué quieres?, ¡Estarás contenta de dañarme el rostro!- Me dice enfurecida.

¿Qué? ¡No, digas eso! Fue sin querer...De verdad- De repente estalla en carcajadas. Esta chica está muy loca.

¡Lo sé, Jazmine! Quería desde hace tiempo operarme la nariz, así que esto es una buena excusa.- Sonríe y me dice- Me alegra que seas parte de este equipo, me has parecido una gran mujer y tienes una hermosa niña. De hecho yo le mandé las muñecas, espero que le gustara.

¡Joder, que susto me has dado! De verdad, y gracias por las muñecas mi hija las ha amado con locur, cuando quieras pasa por mi habitación.- Hablamos un rato más, hasta que se hace tarde y me voy con Jasmine en el taxi del mismo señor. Subimos a buscar dinero y se lo entregamos con una gran sonrisa. Intercambiamos números y nos despedimos de el.

Cuando llegamos a la charla, nos explican que se ha suspendido por el incidente de Kendall y que estamos libres hasta mañana.

Aprovecho ese tiempo para llevar a mi hija conmigo al cine, al salir ella dice que quiere comer en Subway y cuando pasamos frente a él, recuerdo que ahí estará el rubio más sexy que he conocido, pero no lo puedo ver con Emmy, sería mucho riesgo y el sabría demasiado sobre mi.

Así que me desvío y mi hija grita que quiere ir- Quiero soooooowey mamiiiii.... quiero comer allíiiiii.

Cariño, escucha, mami dejó la cartera así que subimos y yo bajo a comprarla, ¿Vale?- Ella asiente poco convencida y nos vamos al hotel. La dejo con Elisa y bajo hasta el Subway. Son las 7:10 p.m, Y el ya se encuentra ahí.

Lamento la tardanza... Tuve un día agitado-El sonríe, y luego dice.

Te esperaba, ya pedí tu sándwich, como el de la otra vez- Sonrío, pero esta vez no puedo aceptar su comida, porque me enfermaré otra vez y necesito hacer una buena pasarela y estar en forma.

Lo siento, no puedo comer eso, estoy en régimen... Ya sabes, por los desmayos- El sonríe y dice.

Claro, entonces como eres modelo de Victoria Secrets- Mis ojos se abren con sorpresa- Digo, eso dice tu camisa.

Y entonces me golpea la realidad.

Controlados ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora