Un Cristiano En La Clase

¡ Basta indiferencia !

Hello!

Estaba en él bus, extrañando mis auriculares se me rompieron...

Es como que algo me falta, pero bueno ya tendré mejores.

Bajé del Bus y vi a Juan!!!

Los días anteriores no había podido ir por temas laborales y "culturales".

Ya que está en un grupo de "murga".

Quizás algunos no sepan pero culturalmente en Uruguay es muy devoto del candombe y Carnavales.

Y una de la cosas que componen estas festividades son las murgas, donde hacen puestas en escena, cantan y se visten de colores.

Pero obviamente no me gusta y es una fiesta pagana.

Más bien esto suena muy religioso pero a las pruebas me arremito.

Por eso Juan muchas veces se enoja cuando le digo que no me gustan las murgas.

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Él profesor de Historia ya estaba empezando un tema.

La clase fue amena, sinceramente él frío aquí es aterrador. Y él salir a los pasillos es una tortura ya que pareciera que estás afuera.

Solo me dediqué a hablar entre las chicas, y los nuevos.

Y la costumbre de trabajar en equipo me había acostumbrado a hablar mucho y sentirme rara si no lo hacía.

Así que tocó él timbre y permanecí adentro.

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No se si alguna vez les ha ocurrido de muchas veces dudar que Dios quiere, así que lo comencé a preguntar en mi corazón;

Dios que querés de mi vida a quienes querés que le hable?

Cuando terminé de pensar eso, se abrió la puerta dejando ver a una chica en silla de ruedas.

Venía a nuestra clase, impulsé mi cuerpo para intentar asistir le pero Juan y él profesor lograron ayudarla.

La observaba, en verdad era muy tímida, pero muy bonita a la vez.

Sentí la respuesta clara de Dios.

Así que como no soy de hablar sin tener un buen motivo para hacerlo me limité a observarle y a prestar atención a clase!!!

Y bueno así de rápido pasó mi clase.

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Miré a mi alrededor y todos estaban en la suya, pero la chica solo miraba su celular , era momento de receso no quería molestarla pero justo cuando había preparado mi voz para hablarle entra él profesor de Biología...

Que Chan!

Así comenzamos a trabajar y a prestar atención. Yo decidí que no iba a pasar un día sin hacer lo que Dios quiere.

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Sé muy bien lo que es la pereza cuanto más la indiferencia. Es que es más fácil no hablar ni opinar pero se trataba de una chica que estaba en silla de ruedas y en cierta manera no estaba de acuerdo dejarla a la deriva más allá de su carácter o forma de ser porque eso no cambia a la persona.

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Asi que terminó la clase y le pedí su número.

Conste que no fue planeada la palabra

Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro.
Filipenses 3:1