Se mantuvieron toda la noche intentando tener alguna señal o algo con Maxine, pero nada.
— Necesito una solución en este maldito instante! — Grito John con furia.
— Señor hacemos lo posible — Dijo uno de los ayudantes bastante nervioso.
Lo intentaban una y otra vez pero nada, John se desesperaba aún más, no podía perder a Maxine por un tonto y simple error. No por que solo la manipulaba y había encontrado grandes habilidades en ella, sino por qué algún extraño y enfermizo sentimiento crecía al verla todos los días, no como una hermana o una amiga... sino algo más que eso. John envío a varias personas en busca de Maxine, pero la máquina no funcionaba.
— Más te vale que arregles esa máquina y me traigas a Maxine de vuelta — Dijo John muy molesto.
— Lo sentimos señor pero algo en nuestro sistema ha fallado — Dijo uno de ellos.
John iba a golpearlo pero se detuvo cuando vió que el monitor se encendía otra vez, Marcus el ayudante principal de John reviso todo e intento ingresar a la mente de Maxine para ver que todo estaba marchando bien, pero el acceso se le fue denegado, la dejaron sola en un siglo pasado por que perdieron toda conexión con la chica.
— Hemos perdido toda conexión con ella...para siempre — Dijo Marcus y John le dió un golpe a uno de los escritorios.
— Maxine — Susurro John .— Mi Maxine...
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[1938 - ISLA DE GALES]
En el desayuno los niños intentaban aprender el lenguaje de señas con Maxine, y también le enseñaban a pronunciar algunas palabras para que ella las repitiera.
— Niños luego continúan, ahora debemos desayunar — Dijo la señorita Peregrine con una sonrisa en su rostro.
— Maxine, toma esto sabe delicioso — Dijo Millard dándole una galleta a la chica .— las hiciste tu, Olive?
— Así es, hoy temprano, me parecía una linda idea preparar algo a Maxine — Dijo ella con una sonrisa al ver que a todos les habían gustado.
— Me gustan tus galletas Olive — Dijo Maxine en seña.
— Dijo que le gustaron tus galletas — Dijo Horace.
— Lo sé, también he tomado el tiempo en leer el libro para poder comunicarme con ella — Dijo Olive.
— En serio? Qué pérdida de tiempo — Dijo Enoch bebiendo un poco de té .—No se para que leemos eso sí luego se irá, solo está aquí por unos días — Los niños lograron molestarse con Enoch por lo que dijo.
— Ella es nuestra amiga Enoch, y se quedará con nosotros — Dijo Victor a lo que Fiona asintió.
— Por favor Victor madura, oíste a la señorita Avocet solo será por unos días — Dijo Enoch con seriedad.
— Chicos les recuerdo que Maxine no es sorda, puede oírlos — Dijo Emma mirando a los chicos con molestia.
Maxine sintió incomodidad y se sintió un poco molesta, ya que pensaba que su presencia molestaba a Enoch. Al terminar el desayuno, algunos se fueron a jugar, otros a leer o simplemente ir a sus cuartos, Maxine decidió caminar por la casa sin molestar a nadie, veía con maravilla la casa, jamás había visto algo parecido a eso.
— Hola Maxine — Volteó al oír su nombre, era Víctor y Olive.
Maxine solo les dió una sonrisa tímida y espero a que ellos hablarán.
— Con Olive nos preguntábamos si querías continuar con el libro de lecturas? Claro si es que no estás cansada de leerlo — Maxine negó con amabilidad. Los tres decidieron ir hacia la pequeña biblioteca que tenía la casa.
— Tal vez esto es muy descortés de nuestra parte, pero queremos saber más de tí — Dijo Olive con un poco de pena.
Maxine se mantuvo allí pensativa, algunos recuerdos que aún quedaban en su memoria se hicieron presentes, sintió escalofríos al verlos ella sabía que era de otro lugar muy diferente pero lo que no sabía era que había viajado al pasado.
— Pueden decirme Max — Dijo ella con una sonrisa algo triste al recordar su apodo .— Vengo de un lugar muy diferente a este, pero no sé que sucedió, en mi mente todo parece revuelto.
— Tranquila no tienes que apresurarte, nosotros estaremos para escucharte cuando quieras hablar — Dijo Olive .— Max?
— Sí, Max! — Dijo Maxine con claridad a lo que ellos sonrieron.
— A los demás les encantará llamarte de esa manera, a mí me gusta — Dijo Olive a lo que Víctor estuvo de acuerdo .— Bien continuemos con la lectura.
