dos: el viaje

3.6K 97 12
                                    

Al día siguiente, durante el almuerzo, me senté en una mesa en el fondo de la cafetería

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al día siguiente, durante el almuerzo, me senté en una mesa en el fondo de la cafetería. A penas había comido un par de bocados de la comida en mi bandeja, cuando Madison se acercó.

—¿Puedo? —preguntó. Antes de que me diera tiempo para responder, ya se había sentado frente a mí. Me miró con mucho interés cuando dijo: —Escuché que intentaste entrar al equipo de fútbol.

Me sorprendió descubrir que estaban hablando de mí en los pasillos. Solo pensar en eso me dio náuseas.

—Fue muy valiente que lo intentarás —continuó—, ninguna chica lo había hecho antes.

—¿Por qué nadie lo había intentado?

—Por muchas razones, pero la más importante es Bethany —dijo Madison mientras señalaba la mesa del centro. Estaba ocupada por un grupo de chicos, incluidos Jason y Bethany. Era la misma mesa en la que me senté ayer.

—Y ¿por qué ella? —pregunté de pronto interesada.

—Porque Bethany sale con Jason, que juega en el equipo y como ella no quiere que ninguna chica se le acerqué, nadie se atrevió a intentarlo.

Eché una ojeada hacia la mesa de Jason y noté que Bethany era la única chica del grupo. 

—Entiendo, pero ¿por qué todas están tan intimidadas por ella?

—Verás ella tiene mucha influencia en la escuela. Los maestros la adoran y gracias a que es novia de Jason, los chicos del equipo fútbol están de su lado, así que si te metes con ella, te metes con toda la escuela.

—Ella es básicamente problemática.

Madison suspiró. —Lo es, pero no siempre fue así. Desde que empezó a salir con Jason, se ha convertido en una persona completamente diferente.

Le quería hacer más preguntas sobre Bethany, pero entonces el timbre sonó.

Madison sonrió. —Me caes bien, ¿podemos repetir mañana?

—Me encantaría —acepté.

—Genial —respondió Madison, poniéndose de pie—. Nos vemos en el entrenamiento.

Vi a Madison marcharse con paso firme y decidido. Ella también me caía bien y tenía el presentimiento de que seríamos buenas amigas.

📢

Antes de iniciar el entrenamiento de esa tarde, Madison reunió al equipo, para darnos un anuncio:

—Este viernes será el primer partido de la temporada. Es un juego importante, el equipo debe ganar —hizo una pausa—. A partir de hoy comenzaremos a entrenar muy duro —continuó con un tono autoritario—, porque tenemos que alentar al equipo como nunca. ¿Están conmigo?

Se escucho un unísono y firme sí. Madison sonrío satisfecha y empezó el entrenamiento. Madison nos enseñó una rutina. Fue complicado al principio, pero después de repetirla varias veces, terminé aprendiéndomela.

Reparando Corazones RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora