Alison Evans tiene el corazón roto después de que su ex novio la engañara. Ella se prometió a si misma que no se volvería a enamorar. Esa promesa se pondrá a prueba cuando haga una apuesta con el mejor jugador de fútbol de su nueva escuela.
¿Podrá...
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El día del partido, tomé un autobús junto a mis compañeras de equipo, que nos llevó a la escuela rival. Para mi sorpresa, la escuela estaba situada en Riverscape, el pueblo donde había sido la fiesta a la que Jordan me había llevado.
Al llegar, me recibió una cara conocida.
—¡Cherry! ¿Qué haces aquí? —le pregunté.
—Ésta es mi escuela —Cherry sonrío de oreja a oreja—. Vamos te daré un recorrido antes del partido.
Antes de separarme del equipo, Madison me recordó que el partido iniciaba en una hora. A lo que le respondí que estaría de vuelta a tiempo.
Cherry y yo recorrimos los pasillos de la escuela, mientras ella me contaba anécdotas. Me contó como se había transferido a esa escuela hace un año y lo fácil que le fue adaptarse cuando conoció a Leo.
Entramos a uno de los salones y Cherry señaló dos sitios al frente. —Leo y yo estábamos sentados ahí, cuando lo invité a salir —dijo con los ojos brillantes—. Al principio, creí que se negaría, pero aceptó y así empezó nuestra historia.
Se me hizo un nudo en el estómago. Escuchar a Cherry contándome esas historias con una voz tan risueña, demostraba cuan enamorada estaba de Leo. Lo que me recordaba al amor que alguna vez sentí por Mason. Un amor que me llenaba de calma, seguridad y alegría. Era un sentimiento que había olvidado.
—Ya llegamos a donde te quería traer —dijo Cherry, interrumpiendo mis pensamientos.
Estábamos frente a una vitrina de trofeos a la mitad del pasillo. Me quedé en silencio, contemplando la vitrina mientras trataba de comprender qué era lo que quería que viera.
—No lo entiendo —dije después de un rato.
Señaló uno de los trofeos. —Ve el nombre grabado en la placa.
Me incliné hacia delante y leí la placa. Decía: JORDAN MURPHY. JUGADOR MÁS VALIOSO.
—No sabía que Jordan había estado en esta escuela —dije sin despegar la vista de la vitrina.
—Sólo estuvo aquí la mitad del primer año, pero fue el tiempo suficiente para que se ganara a la escuela. Todos lo adoraban, eso fue lo que me contó Leo.
Estaba interesada en saber más sobre el pasado de Jordan, pero la hora del partido se acercaba, así que tuve que despedirme de Cherry por el momento.
Antes de marcharme por el pasillo, Cherry me hizo una advertencia: —Somos amigas, pero mi equipo aplastara al tuyo.
—No mientras tengamos a Jordan —le recordé con una sonrisa.
⚽️
La primera mitad del partido fue intensa. En los primeros minutos, el equipo rival mantuvo el control del partido y pudieron abrir el marcador rápidamente cuando Leo les ganó el balón a los defensas de nuestro equipo y con un disparo de pierna derecha venció a nuestro portero.