" MALA CHICA"

VIII.

3 días después.-

Enciendo mi tercer cigarrillo y pego mi mirada a las gotas de agua que caen por la ventana.

—No sabes cuanto te extraño .-suelto el humo retenido. —Esta casa es tan vacía sin ti...

Me levanto y camino por la habitación de mi hermana hasta llegar al gran espejo en la pared.

Paso mi mano por mi cabello mientras exhalo el humo retenido. Mi rostro parece recién salido de The Walking Dead, mis ojos tienen grandes bolsas debajo, la barba en mi cuello y barbilla ya se deja ver y mis nudillos están todos rotos al ser estrellados una y otra vez contra la pared.

—A Clarisse no le gustaría verte así .- digo mientras sonrió ante mi reflejo.

Salgo de su habitación y entro rápidamente en la mía. No permitiré que nadie me vea así. Entro en el cuarto de baño y me sumerjo bajo la ducha.

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Me pongo mi jeans ajustado seguido de los zapatos de seguridad y la polera negra. Bajo las escaleras mientras compruebo que la barba de días haya desaparecido.

—Buenos días Abby .- Sonrió mientras me siento a desayunar.

— Buenos días mi niño. Hasta que te dejas ver .- besa mi mejilla

—Lo siento. Ya sabes que todo esto me pone mal .- hago una mueca mientras bebo un sorbo de mi café.

—Pobre Clarisse, ¿cuanto tiempo mas estará en ese hospital? .- dice sentándose en frente —De seguro debe extrañar la comida de esta vieja .- sonríe

—Ya veras que pronto estará por aquí .- Sonrió y me levanto de la mesa.

Salgo de la cocina despidiéndome de Abby y me subo en el automóvil el cual Scott recuperó luego de haberlo dejado tirado en la autopista.

Conduzco rápidamente hasta llegar a la finca. Estaciono mi automóvil y bajo rápidamente en dirección hacia las cabañas a un lado de la casa.

—Buenos días joven .- saluda Pierce caminando a mi lado —Supe lo de la patrona, ¿como esta ella? ¿ya le dieron el alta? .- pregunta preocupado

—Buenos días Pierce, ella esta bien. No aun no pero puede que este aquí hoy .- Sonrió al pensar que volverá a estar en su casa —Nos encargaremos de esa vuelta hoy.

—Por supuesto, Lo escucho .- Camina a mi lado mientras caminamos a una de las cabañas.

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Estaciono mi automóvil en la comisaria y bajo rápidamente. Entro por la puerta principal y me acerco al mesón donde una señorita me observa.

—Buenos días .- Sonríe

—Buenos días, necesito hablar con el general Raymond Kast.

—Esta ocupado en este momento.

—¿Que esta ocupado? No me interesa .- digo caminando directo a la puerta donde dice "Coronel Kast"

—Señor no puede pasar .- dice la chica gritando a mis espaldas

Abro la puerta bruscamente encontrándome con Raymond con unas donas en sus manos.

—Joven Brad, ¿Necesita algo? .- pregunta limpiando sus manos

—Veo que lo cambiaron de esa pocilga donde estaba .- digo mirando el lugar —De nada .- apoyo mis manos en su escritorio.

Asiente en silencio y enciende su computadora.

—Necesito saber de quien es esta matricula.- extiendo un papel con la matricula del automóvil el cual provoco el accidente.