" MALA CHICA"

XXXIV

Martina.

—Má, ya estoy lista .- gritó observándome por última vez en el espejo

—Voy .- grita mi mamá

Observo a mi mamá con ropa totalmente diferente. Su blusa es ancha y nada escotada, un jeans apretado, lentes y la peluca. Sinceramente se parece mucho a Madison.

—¡Ay má! Así te ves muy diferente, no pareces tu .- sonrío mirándola

—Vamos .- habla y sonríe

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Una vez en el auto camino a la casa de la tía noto como mi mamá me mira todo el camino.

—¿Que pasa? .- pregunto curiosa

—¿Que te dijo Wilson? .- pregunta sin quitarme la mirada

—Quería proponerme que participe en el reinado de motocicletas .- hablo actuando normal —¿Y tu que crees que le dije? Obvio que si.

—Muy raro .- dirige la mirada al frente

—¿Porque? .- preguntó curiosa

—¿Como porque? Wilson no ofrece exactamente nada si no está esperando algo a cambio.

—Pero, a mi no me ha pedido nada a cambio .- hablo mirándola de vez en cuando

—Todavía no Martina.

—¿Como que todavía no? .- me hago la desinteresada —¿Más adelante me va a pedir algo?

—No seas idiota, claro que si.

—Pero dime tu, ¿que me puede pedir el a mi? .- preguntó sonriente —Sabe que no tengo donde caerme muerta y sabe que estaba viviendo donde mi tía todavía.

—¿Será que puedes pensar un segundito? .- pregunta mi mamá burlesca —El no te está buscando por plata.

—Bueno, no entiendo por qué mas me podría buscar.

—Se quiere meter en tu cama.

—¿Que? .- grito histérica —¿Como se te ocurre decir una cosa de esas má? ¿Como mi papá me va a pedir eso?

—El sabe perfectamente que no es tu papá y espero que a ti no se te haya olvidado .- me mira con odio

Le dedico unas miradas y trago saliva al notar que sospecha algo.

—Acá tenemos que estar atentas porque ya estamos entrando al barrio.

Hace un tiempo cuando salí de la cárcel el dinero nuestro que tenía Wilson lo enterré en el patio trasero de la casa de la tía y hoy lo rescataremos.

—Listo má, llegamos.

—Quiero que vayas lento porque quiero ver el movimiento del barrio .- habla observando por la ventanilla

—Bueno má .- disminuyó la velocidad

—Igual de muertos de hambre como siempre .- habla haciendo una mueca de disgusto

Estacionó la camioneta a unos metros de la casa de la tía y bajo.

—Voy a ver qué todo esté en orden y vengo por ti .- cierro la puerta

—¿Tienes con que cavar? .- pregunta mi mamá confundida

—Si, con la misma pala que enterré el dinero.

—No te demore, Martina.

—No má .- hablo seca y comienzo a caminar hasta la casa

Entro lentamente en la casa y sonrío. Un extraño olor entra por mis fosas nasales y me percato que es olor a gas o bencina. Avanzo hacia la parte trasera y de la nada el patio se ilumina por una enorme llama de fuego.