XXIV

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Brad no se ha asomado por la finca y eso es mucho mejor. Por culpa de ese momento todo esto se fue a la basura.

—Buenos días señora, ¿le sirvo su desayuno? .- pregunta una de las nanas

—Si por favor, quiero mi café.

Tomo asiento en la terraza y enciendo un cigarrillo. Mi café no tarda en llegar y me dispongo a beberlo lentamente.

—Buenos días amiga .- habla Anne sentándose a mi lado

—Buenos días amiga, ¿como está esa panza? .- sonrío

—Muy bien, ya muy grande. Los dolores son cada vez más fuertes.

—Comprendo amiga, ¿quieres algo de comer? .- pregunto

—Si estaría bien, este bebé ya tiene hambre .- toca su estómago

—¡Sara! ¡Me trae un desayuno para mi amiga! .- grito hacia la cocina

—Claro señorita, como no.

Llevo mis labios hacia mi taza y bebo un sorbo de mi café.

—Perdón, que tan irrespetuosa soy .- apago mi cigarrillo sin terminar

—Tranquila, ¿Será que hoy viene el profesor? .- pregunta comiendo

—Si, pero no aquí. Debemos llevarlo a otro lugar .- frunzo mi ceño

—¿Donde quieres citarlo? .- pregunta confundida

—¿Recuerdas la casa del difunto Adam? .- sonrío con maldad

—Si, ¿Será que esta habitada?

—No, no lo creo. Ahí lo llevaremos.

Mi móvil comienza a sonar interrumpiendo nuestra conversación.

—Debo contestar, discúlpame un momento .- contesto la llamada

—¿Diga?

—Clarisse, por favor déjame explicarte todo. Por favor no me cortes la llamada.

—¿Que quieres hablar, Brad? Ya tengo todo demasiado claro.

—¿Que cosa tienes claro si nada de eso fue verdad? Tu sabes cómo es ella, es una maldita perra.

—¿Donde estas? .- ignoro su comentario

—Estoy en mi finca, ¿pensabas que me quedaría en casa de la tía?

—No, mucho menos yo. No me pienso aparecer por allá hasta que ella se vaya de ahí. Bien, debo cortar adiós.

        Llamada finalizada

Corto la llamada antes de que pueda hablar y vuelvo a la conversación con mi amiga.

—¿Era Brad? .- pregunta curiosa

—Si, era el. Nuevamente quiere explicarme el mal entendido con la maldita de Verónica.

—Clarisse, debes escucharlo. No eches a la basura este amor por culpa de esa mujer venenosa. La conocemos mucho y sabemos como es.

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Una vez en la casa de Adam nos dignamos a esperar al malparido del profesor Gabriel. Les pedí a mis amigos que me acompañaran y que se mantengan escondidos para grabar todo.

Vamos a ver cómo reaccionará su esposa luego de ver esos videos.

—Clarisse, el profesor ya está aquí. Acaba de bajar de su automóvil.

" MALA CHICA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora