XXXII

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Steven.

Tanto tiempo sin tener contactos con mis hijos y mucho menos en el negocio del narcotráfico gracias a esta enfermedad.

El cancer se adueñó de mi cuerpo completamente y me estoy muriendo lentamente.

Mis escoltas se encargaron de comprar una casa alejada y totalmente ambientada para poder sobrevivir, lleno de maquinas y todo el tiempo en cama.

—Señor, tenemos una emergencia.

—¿Que sucede? .- preguntó a uno de mis hombres

—Es su ex señora, lo está llamando urgentemente.

—No estoy para nadie.

—Lo siento señor, pero se escucha totalmente desesperada y angustiada.

Ruedo mis ojos y asiento con mi cabeza. Mi escolta me entrega mi móvil y atiendo la llamada.

—¿Que sucede, Soraya?

—¡Steven! Necesito tu ayuda urgente. Se que tienes escoltas muy preparados y necesito un par de ellos.

—¿Que pasó?

—Es Jaren, mi hija. Me acaba de llamar desesperado porque unos hombres entraron en la casa.

—¿Cuáles hombres?

—Por amor de Dios, nose. Solo se que quieren matarla. Por favor por lo que tuvimos no dejes que otra hija se me muera .- ruedo mis ojos ante su último comentario

—¿Donde está ella?

—El está en la casa en Venezuela, yo vine a Mexico por unas cosas.

—Veré que puedo hacer desde aquí.

        Llamada finalizada.

No se que puedo hacer en estos momentos. Mi única opción es Clarisse, ya que ella maneja todo desde que desaparecí.

Busco rápidamente entre mis contactos y marco el número de sus mejores amigos. Esta vez, Scott.

—¿Diga?

—¡Scott! Soy Steven.

—¿Steven? ¿El padre de Clarisse? No señor, no quiero hablar con usted.

—No, espera. Necesito urgentemente el número de Clarisse. Es una emergencia.

—No puedo hacer eso.

—Es su hermana. El esta en peligro y la única persona que puede ayudarme es ella.

—¿Hermana? Clarisse no tiene hermanas. Solo Brad.

—No, el no. Ella tiene una hermana y necesito explicarle eso urgente.

—Está bien, le mando el número.

—Gracias.

         Llamada finalizada.

Tras unos segundos me llega un mensaje de texto con el número de Clarisse. Tecleo nerviosamente y presiono llamar.

Nadie responde después de marcar dos veces. A la tercera llamada escucho la voz ruda de mi hija.

Clarisse.

Tres llamadas perdidas de un número desconocido llaman mi atención y a la tercera contesto.

—¿Quien habla?

" MALA CHICA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora