XXXVII

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—Tenemos que averiguar donde van a guardar el dinero Jimmy y Pizzi .- hablo pensando

—Entonces, ¿Como les piensas robar? .- pregunta Martina sentada frente a mi

—Pensamos, Martina. Aprende hablar en plural que este negocio es de las dos.

—Bueno, entonces ¿Como les pensamos robar? .- habla burlesca

—Habla como adulto que estamos hablando de negocios, no seas ridícula.

—Perdón, ¿Como les pensamos robar entonces? .- pregunta seria

—No tenemos muchas opciones .- muerdo mis uñas —Vamos a tener que entrar a fuego y sangre a la casa de Jimmy.

—¿Enserio má? Eso me encanta .- Sonríe entusiasmada

—¿Que te dije? .- preguntó molesta

—Perdón .- se excusa

—Necesitamos gente, tenemos que tener buena inteligencia.

—Déjame a mi, yo me encargo de eso. Yo se como sacarle secretos al Pizzi .- habla segura

— ¿Así? Tu sabes, ¿cómo? .- preguntó burlesca

—Pero no me regañes .- habla tímida

—¿Como, Martina? .- hablo amenazante —¿Que hiciste?

—Yo mande a matar a Keyla .- habla con su cabeza en alto

—¿Y porque Pizzi le haría caso a una mocosa como tu? .- preguntó molesta

—Porque está mocosa como me estás diciendo, se acosto con el Pizzi.

Quedo totalmente helada al escuchar esas palabras, no puedo creer que mi hija y yo hubiéramos pasado por el mismo hombre.

—¿Que? .- pregunto confundida —A este malparido lo voy a matar.

—¿Por que lo vas a matar? Tu me estás pidiendo que te diga la verdad, y eso fue lo qué pasó.

—Te acostaste con mi hija desgraciado.- murmuro para mi

—El no me obligo .-escucho la voz de Martina

—¿No te obligo? ¡Tu fuiste capaz de acostarte con ese cerdo! .- gritó molesta —Te estas acostando con mis enemigos, como una puta.

—Yo necesito ver a Keyla muerta, Pizzi me lo prometió y tu muy bien sabes que por ver a esa estúpida diez metros bajo tierra, hago lo que sea .- habla amenazante

Ignoro mis ganas de levantarme ahora mismo y golpearla con todas mis fuerzas.

—Quiero que llames al Pizzi ahora .- hablo encendiendo un cigarrillo

—Está bien, yo mañana lo llamo.

—No hay que darles tiempo Martina, van a guardar ese dinero.

—Tranquila má, que tu sabes que para mi el Pizzi siempre está disponible .- habla con una sonrisa

—Tan descarada, siempre está disponible .- La miro con asco mientras repito sus palabras.

Su móvil comienza a sonar y rápidamente llama mi atención.

—Debe ser él .- hablo de inmediato

—No .- responde seca

Martina corta la llamada y rápidamente desvía su mirada.

—¿Quien era? .- pregunto curiosa

—No, nada de otro mundo, má.

—¿Que otra cosa me estás ocultando, Martina? .- hablo mientras la fulmino con la mirada

" MALA CHICA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora