" MALA CHICA"

IV.

Mis piernas comienzan a temblar tras el acercamiento de Brad.

Cierro mis ojos y los vuelvo abrir para evitar hacer lo que estoy pensando.

Me encuentro en la habitación de mi hermano, ambos frente a frente y con la respiración agitada.

—Nadie sabrá esto .- susurra deslizando su mano por mi muslo

Entre abro mis labios y suelto todo el aire contenido hace unos minutos.

Su mano sube y sube hasta llegar a mi feminidad.

—¡Brad! .- susurro
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Abro mis ojos lentamente hasta encontrarme con la cara de Brad aún dormido. El sueño de a noche se me viene a la mente y llevo mi mano hasta mi boca.

¡No puede ser! ¡esto esta mal! ¡es mi maldito hermano!

Me levanto rapidamente y choco con el velador que está a un lado de la cama haciendo que Brad se despierte.

—Lo lamentó .- digo sobando mi muslo

Observó mi pierna y noto como un pequeño rasguño con sangre se deja ver. Brad se levanta rápidamente y se agacha hasta quedar a mi altura.

—¿Te hiciste daño? .- toca mi muslo haciendo que los vellos de mi cuerpo se ericen por completo.

Niego con mi cabeza mientras el sueño de anoche se presenta una y otra vez en mi mente.

—No te preocupes, estoy bien .- me levanto rápidamente y salgo de la habitación.

Corro hasta mi habitación y cierro la puerta a mis espaldas. Maldigo inevitablemente mientras abro las cortinas.

—¿Que me sucede? .- digo en voz alta mientras camino al cuarto de baño.

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Busco en mi armario un jeans negro, una blusa ploma y mi saco de cuero.
Me pongo los botines de seguridad, peino mi cabello y salgo de mi habitación.

Bajo las escaleras con rapidez y cuidado de no resbalar por los escalones y entró en la cocina saludando a las personas que se encuentran aquí.

—Buenos días niña .- me saluda Abby

—Buenos días .- respondo seca mientras tomo una manzana

—Brad., ¿sigue durmiendo? .- pregunta mientras pica carne en la tabla.

—No, baje y ya estaba despierto. De seguro baja enseguida.

Abby asiente con una sonrisa mientras comienza a prepararle el desayuno.

Retomo el camino hacia el patio trasero pero una voz me detiene. Ruedo mis ojos y me giro encontrándome con mi padre.

—Clarisse... .- me llama seguido de un suspiro

Me giro y veo a mi padre de brazos cruzados en la puerta de la cocina.

—¿Para que soy buena? .- le doy un mordisco a la manzana en mis manos

—Necesito que te encargues de mi asunto.- pronuncia con su rostro totalmente neutro

Levanto mis cejas y luego sonrió.

—Tu lo haz dicho, MI asunto.- remarcó la palabra mi — también tengo mis asuntos ¿sabías?.

Lleva sus dedos a su frente y comienza a sobarse la zona.

—Tienes diez minutos, Nicolás tiene la información correspondiente .- dice con su voz ronca y se gira desapareciendo detrás de la puerta de su oficina.