Hoy ha sido el día más lento de mi vida.
Los minutos transcurren a un ritmo pausado y cansino, no quieren avanzar. Veo el reloj, espero, lo vuelvo a mirar un rato más tarde y tan solo algunos segundos han pasado, ¿cómo es esto posible? ¿Cuánto más debo esperar?
Mi última clase terminó hace ya casi una hora, pero debo esperar otros treinta minutos más para ir al gimnasio. Estiro los brazos hacia arriba y suelto un bostezo. ¿Matías se enfadará si llego temprano?
Mejor aguardo, no sea que piense estoy ansioso y desesperado. Tengo que presentarme o puntual o apenas un par de minutos más tarde para que no sospeche cuánto me gusta.
Estoy aburrido, no tengo nada que hacer.
Me giro en todas direcciones para asegurarme de que ninguno de mis compañeros y amigos esté cerca. Después de todo, estoy sentado en el parque frente a la escuela. Me he pasado la última hora jugando en mi 3Ds, pero la batería se me está por terminar y necesito buscar otra distracción para pasar el tiempo.
Parece que estoy a salvo, bien. Tomo mi teléfono y busco a Matías en redes sociales. Comienzo por Facebook. A ver... ¡aquí está!
Mismo nombre, mismo correo electrónico. No puedo equivocarme. La foto de perfil muestra a un gato negro, pero confío en que es mi chico de las mil gorras. ¡Y tiene todo en modo público! ¡Genial! Veamos qué sube, cuál es su estado... ¿estará en una relación? ¿Dirá si le interesan los chicos o las chicas?
¡No me atrevo a mirar! No estoy preparado para decepcionarme todavía. Mejor reviso solo las fotos. Lo demás lo dejaré para otro día. Sería terrible si me entero que es un hombre casado justo antes de ir a la clase.
Veamos...
Gatos, gatos, gatos, comida, ¡más gatos!, una receta para preparar pizza saludable, otro gato, ¡una foto suya con un gato!
La sonrisa de Matías es hermosa. Me voy a guardar esta foto que acabo de encontrar, es del mes pasado. En ella él se ve increíblemente adorable con su gorra de lana y su mascota que inenta besarle la mejilla.
Me alegra que le gusten los animales y que no sea alérgico como tantas personas. Es un chico sensible y cariñoso.
Un hombre que ama a los gatos no puede ser una mala persona. El solo hecho de que le tome tantas fotos a sus mascotas lo convierte automáticamente en el chico perfecto. Ya era perfecto antes, claro, pero su nivel de perfección ha aumentado considerablemente.
Sonrío sin poder quitarle los ojos de encima a la imagen. Me encanta. La voy a esconder en mi carpeta de memes para que nadie la encuentre. Es más, bajaré otras imágenes por encima así no sale primera en la galería tampoco.
Llegó el momento. Faltan solo dos minutos para el horario pactado, no puedo esperar más. Atravieso la puerta de vidrio y saludo a una mujer joven que está a cargo de la recepción.
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El chico de las mil gorras (COMPLETA)
Teen Fiction☆(-ESTA NOVELA transcurre varios meses después de ECDLMG, pero no es una secuela directa y puede leerse por separado-)☆ La mejor parte de cada lunes es que por la tarde voy al gimnasio. Sí, ya sé, cualquier persona en su sano juicio detestaría los...