Capítulo 4: Chocolate.

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-Nunca está en casa. Ya ves, familia feliz.

Di un sorbo a mi batido de chocolate natural con nata. 

Estaba en la terraza de una heladería italiana a dos manzanas de mi casa con Ross Lynch, que se había propuesto (y encabezonado) conocerme a fondo hoy. Y tenía que ser precisamente hoy, que mi día no podía ir más mal. 

Ross no paró de escucharme ni por un segundo. Era de esas personas que escuchan y que no te interrumpen con un 'Pues a mi me pasó eso, pues yo también he pasado por eso porque tal tal y tal'. Y me sentía como muy observada. 

Revolví el batido con la pajita dejando un poco de silencio. ¿Es que este chico no va a decir palabra? 

Ross carraspeó.

-No quiero meterme donde no me llaman, Kalia y mucho menos porque te acabo de conocer pero... tu madre, algún día, se dará cuenta del tiempo que ha perdido contigo. Vale que sea su trabajo, que tenga que viajar pero hay unos límites.

Le miré y le hice una pequeña sonrisa básicamente porque no sabía qué contestar en esos momentos.

***

Ross me acompañó a casa después del largo paseo contándonos detalles nuestros tipo la música que nos gusta, los libros que leemos (el pocos pero interesantes a su vez). Resultaba que tenía dieciocho años pero que iba a cumplir los diecinueve en diciembre. Es un año más mayor que yo. 

La verdad es que todo esto me parecía como si él quisiese ligar conmigo o algo pero si no salía de casa aunque sea con él hubiese tenido que aguantar las disculpas de mi madre y no aceptarlas, como siempre hago. Y qué coño, ha sido agradable contarle tus mierdas al rival de tu hermano. Porque encima, es el rival de mi hermano y el no tiene ni idea de que me he tomado un batido con su rival. Creo que esto puede ponerse interesante si aprendo a sobrellevarlo.

En casa no había nadie. Una nota con mi nombre escrito en el dorso descansaba sobre el primer peldaño de la escalera. Identifiqué la letra: mi madre.

Cariño, lo que más odio en este mundo es tener que abandonaros otra vez a Bradley y a ti pero necesito el dinero que me están ofreciendo los empresarios con los que hago negocios. Entiendelo.

PD: Buena suerte en la final, cielo. Tanto a ti como a tu hermano.

Meredith.

Ya véis. Otra vez se iba. Otra vez nos abandonaba. 

Arrugué el papel y lo tiré sin mirar a dónde caía. 

-¿Hay alguien en casa? -La verdad es que no sabía por qué preguntaba si sabía que no había nadie en casa. Supongo que Bradley se ha ido con sus amigos. Dejé las llaves en el mueble de entrada y fui al salón. Los cartones de las pizzas se habían evaporado (supongo que Bradley había sido responsable de ello por una vez en su corta vida). 

Pero algo me llamó la atención: la tele había sido arrancada de la pared. El corazón se me vino abajo cuando miré al resto de la sala. No había nada tecnológico. El equipo de sonido, la radio de mi abuelo, los teléfonos inalámbricos. Oh dios.

-¿HAY ALGUIEN AHÍ? -Intenté gritar pero lo único que me pudo salir en este momento fue un hilo de voz. 

Me descalcé y subí hacia mi habitación cruzando los dedos. Habían entrado a robar a casa, eso estaba claro.

La puerta de mi habitación descansaba a tres metros de ella y no había rastro del portátil, de la guitarra. Tanto las estanterías como las puertas del armario tampoco estaban en su lugar y el colchón había sido rajado de punta a punta. Cogí el móvil y marqué el número de la policía cuando una figura negra se abalanzó contra mi. Llevaba pasamontañas, sólo podía ver sus ojos azules y sus labios bien formados. 

-¿Ibas a llamar a la policía? Que mala idea...

-Dejampfpf.- Su mano me tapó la boca haciendo que mi respiración fuese más rápido y me costara más respirar.

-Calladita estás más guapa. Ahora voy a soltarte. Si gritas vendré y será lo último que hagas, ¿entendido?

Asentí. Esto no podía estar pasando. No a mi. No. Vete, vete, vete.

El chico, que era suficientemente alto como para sacarme dos cabezas y algo más corrió fuera de la habitación seguido por otro casi igual de alto y con el mismo pasamontañas.

Marqué por segunda vez el número de la policía con manos temblorosas y con las lágrimas empapando mi cara.

How did we end up here? [5 Seconds of Summer, The Vamps, R5] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora