Capítulo 14: ¿Sorpresa?

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Una densa niebla ocultaba los pinos de alrededor de las casas mientras caminaba por la calle desierta pensando en todo lo que me había pasado y en toda la mierda que me había cubierto encima de problemas. Llevaba caminando desde las 4 de la mañana y, por lo que mi móvil sin apenas batería indicaba, eran las seis y media. Iba hecha un espanto con mi chándal de correr granate, unas converse mal atadas y una cola de caballo en mi pelo que ya estaba desaliñada. Algún que otro coche que pasaba me daba las luces o bajaba la ventanilla para gritar un ¡preciosa! 

Mi móvil vibró dos o tres veces con felicitaciones de Emma (que por cierto, seguía sin contestarla porque no sabía como explicar todo lo que había hecho), de un chaval de mi clase y de la operadora de móvil. Pero nada más. Así es cómo se celebran tus dieciocho cumpleaños.

Y sin darme cuenta llegué a la puerta de mi casa que estaba llena de globos feos de colores. Espero que esto sea una broma.

***

Andé por el cesped hasta la puerta de atrás donde había un gnomo de jardín. Debajo de este había una llave que daba acceso a la puerta de atrás así que la saqué y abrí con cuidado de no hacer ruido. 

En la cocina no había nadie pero desde el salón se oían voces. Me quité las converse y andé de puntillas hasta la puerta.

-Pon esos globos ahí, Connor. -Dijo una voz femenina. Mi madre.

-Señora Simpson, ¿no cree que esto es un poco infantil? Que no es por ofender ni nada es sólo que no me pega ver a Kalia emocionarse con estas cosas. -Oí la voz de Travis mientras despegaba un trozo de celofán.

-Y yo no sé ni qué coño hago aquí. -Dijo Brad. La verdad es que no me esperaba que Brad estuviese ahí ayudando a preparar lo que parecía ser una fiesta sorpresa aunque ya no era tan sorpresa. - Es que no quiero ni verla, mamá. 

-Cuidado con tus palabras, jovencito. Es tu hermana y quieras o no vas a tener que aguantarla hasta el día que te mueras porque como no lo hagas te arrepentirás de todo esto. 

-Jovencito. -Imitó James el tono de reprimienda de mi madre. Bueno, ¿y estas confianzas? Por el amor de Dios.

Mi móvil vibró dejando mostrar el icono de Apple bajo un fondo negro, señal de que se había acabado la batería.

-Mamá, tu móvil ha vibrado.

-No, si mi móvil está en silencio.

Oh joder. Mierda, mierda, mierda. Subí las escaleras tan rápido como pude y sin hacer ruido cosa que me fue casi imposible, y me metí en el "cuarto de los trastos".

-Mierda de teléfono... -Susurré para mi misma. Conté hasta veinte en mi cabeza y abrí lentamente la puerta. Vale, vía libre. Volví a andar de puntillas hasta mi habitación.

No sé por qué me hacían esto si yo odio las fiestas sorpresas porque casi siempre la gente invita a quienes les da la gana y nunca a mis mejores amigos.

Pero hacia la una y media de la tarde mi madre tocó en la puerta con delicadeza.

-Está abierto. -Dije con la cara metida en la almohada.

-¡FELICIDADEEEEEEEES! -Dijeron dos voces. Aparté un poco la almohada para ver a Emma, mi mejor amiga y a mi madre haciendo el ridículo con narices de payaso y gorros de fiesta. Tierra trágame.

-¿Pero os habéis visto? -Dije abriendo los ojos como platos y aguantando la risa. 

-Bueno, al menos hemos conseguido que sonrieras, ¿no? Misión cumplida. -Las dos se chocaron los cinco mutuamente. Por mi parte, lo único que pude hacer fue estrecharlas en un abrazo porque era lo que más necesitaba.

How did we end up here? [5 Seconds of Summer, The Vamps, R5] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora