Capítulo 30: Adiós

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Nuestro curso había comenzado hace ya tres días y estaba a punto de pegarme un tiro. Vale que fuera mi último curso pero la gente lo hacía ser un infierno más que nada porque me había tocado en una clase llena de imbéciles que sólo se preocupan por llamar la atención con chistes y bromas que sólo a las chicas que están coladas por ellos les hacen gracia.

Por lo demás tampoco había muchos cambios, los profesores eran prácticamente los mismos a excepción de dos o tres que eran nuevos pero parecían simpáticos así que de eso no tenía por qué quejarme. 

-Pero tienes que estar de coña, no se pueden ir en una semana. Quiero decir, es imposible, ¿no? -Dijo Emma mientras nos acercábamos al cruce de una de las carreteras principales de la ciudad. Donobrev, Emma, Ashley y yo íbamos a tomarnos un té acompañados de gatos a una gatoteca que había cerca de nuestro instituto. Allí te dejaban tomar un té a cambio de dar amor a los gatos que andaban por el local aunque claro, el té te lo hacían pagar.

FLASH BACK

-¡Brad, la comida está hecha! -Grité desde la cocina mientras ponía a punto los espaguetis a la carbonara que había preparado y que tanto le gustaban a mi hermano. Mi madre no estaba en casa, como siempre y ni si quiera sabía dónde estaba porque me daba exactamente igual. Sólo sabía que andaba haciendo algo: trabajar. Odio ese dichoso trabajo.

-¡Que ya voy!

-¡COMO NO BAJES YA ME LOS COMO TODOS  Y SABES QUE LO HAGO! -Los fui repartiendo por igual en los platos mientras me relamía los labios. Si algo sabía hacer muy pero que muy bien era la pasta con diferentes salsas. 

Un Bradley asfixiado de bajar las escaleras corriendo se encontraba en la puerta de la cocina. Bien, al menos mi amenaza ha funcionado y que conste que lo haría, me comería sus espaguetis también y eso que apenas tengo hambre. Mi estómago es incansable.

La comida transcurrió bien hasta que salió el tema de The Vamps, Gran Bretaña y vuelo. 

-K, ¿sabes ya si vas a quedarte con Emma o te vas a quedar sola? -Dijo Bradley con la boca medio llena y con la barbilla llena de salsa carbonara y no pude evitar reírme un poco interiormente. No le dije nada sobre aquello porque me resultaba divertido que eso, en vez de parecer salsa carbonara, parecía otra cosa muy diferente.

-No, me quedaré aquí pero no sé, tengo tiempo para pensarlo, ¿no?

-Pues... es que ahí está la cosa, K. Nos vamos en una semana y necesito saberlo cuanto antes mejor.

*

-Pues sí, Emm. No sé si quiero que desaparezcan de mi vida o que se queden aquí pero entre que Bradley está enfadado conmigo y que mi madre no anda por casa... me voy a sentir muy sola aquí.

Emma y yo discutíamos a veces sobre las razones de por qué The Vamps se volvían a Gran Bretaña que está a unas cuantas horas de Australia, claro. Según mi madre, una de las razones más obvias era que allí las oportunidades de encontrar una discográfica se multiplicaban. No como aquí, que te podías encontrar una o dos y además morirte del asco. Así que habían decidido ampliar sus fronteras a su lugar de nacimiento porque todos son de allí y se conocen bien el sitio y sabrán mejor como tantear el terreno. Y lo veo bien porque 1) necesito que salgan a flote tras haber jodido prácticamente su futuro con una de las grandes discográficas del mundo y 2) les vendría bien despejarse un poco pero por lo contario lo veía mal (este es mi punto egoísta, supongo) porque 1) me dejarían sola en casa cosa que detesto desde aquel ataque y 2) les iba a echar mucho de menos. Así que sí, todo era muy antagónico en estos momentos.

How did we end up here? [5 Seconds of Summer, The Vamps, R5] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora