Capítulo 22: Mal día, mal momento

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Michael POV

Me había despertado con un humor de perros y encima ahora tenía que aguantar una hora de malditos ensayos que no me apetecían ni lo más mínimo. Para colmo, mis mejores amigos estaban hoy especialmente irritantes y la verdad es que no me apetecía contestarles mal.

Mi mal humor se debía a mi maldita cabeza que estaba patas arriba. Primero, Kalia. No sé por qué no respondía a mis mensajes. Necesitaba verla lo antes posible porque quería decirle de una vez por todas todo lo que sentía por ella que cada vez era más evidente pero es que no la había visto desde aquel día de la playa. Segundo, ¿por qué coño tienen que estar haciendo ruido a las diez de la mañana? Me pasé la noche entera en el tejado de mi habitación haciendo nada. Bueno, intentando más que nada organizar mis pensamientos y las palabras que quería decirle a Kalia como "Kalia Simpson, no soy bueno en esto pero... vaya mierda". Obviamente no le podía soltar el "vaya mierda" porque arruinaría todo.

-¡Michael, baja a desayunar! -Mi madre me gritó desde el piso de abajo. Y otro ruido siguió a su voz estridente.

¿Qué coño estaban haciendo?

Me puse una camiseta de tirantes ya que solía dormir sin camiseta en verano por la mala posición de la casa ya que durante todo el día daba el sol y esto parecía un horno.

-¡Que ya voy, hombre! -Grité. Y otro ruido más. Vaya asco de mañana.

Bajé las escaleras medio dormido frotándome los ojos para intentar despejarlos pero no había manera, el sueño persistía.

La casa estaba llena de hombres con aspiradoras que se asemejaban más a los Cazafantasmas que a un grupo de limpieza organizada. Ya le había dado a mi madre la vena responsable. Espero que no entren en mi habitación porque se van a llevar un buen susto.

-¿Mamá?

Mi madre estaba en la cocina preparando tortitas con Vegemite, una pasta algo salada que se untaba en todo tipo de cosas ya sea el pan, las tortitas -como ahora- o en las tostadas. Es una de mis cosas favoritas en el mundo. Creo que no podría vivir sin ellas.

-Venga, come. Vas a llegar tarde y ya sabes que ahora la puntualidad está al orden del día. -Puso el plato en la pequeña mesita que teníamos en la cocina y fui al ataque. 

El sonido como de burbujas explotándose de mi móvil me hizo parar de engullir. Kalia.

"Siento no haberte respondido pero es que estaba ocupada :( ¿Me perdonas? xx"

Ya, ahora me responde. Pues había elegido mal día porque ni la comida me ayudaba a mejorar mi humor. Y vale que me había respondido ya pero mis estado de ánimo son duraderos.

"Supongo" Pulsé la tecla 'enviar', bloqueé el móvil y volví a mis tortitas. El móvil sonó varias veces pero no le hice ni caso.

Tardé unos veinte minutos en prepararme con lo primero que pillé: pitillos negros rotos, converse totalmente negras y una camiseta de Ozzy Osbourne. Lo típico. Me miré al espejo y me di cuenta de que mi pelo había digievolucionado a un blanco raro. Tendría que ir pensando en otro color para teñirme.

-Mamá, no sé a que hora llegaré porque bueno... tengo que ir a hacer... ya sabes... cosas. -Me paré en la puerta de la cocina tras bajar las escaleras corriendo para despedirme de mi madre. Una de las cosas que no sabía hacer era mentir porque mi plan era conseguir ver a Kalia. Hoy. Tenía que conseguirlo como sea. Tenía que decirle que...

-No te preocupes, cielo. -Me sonrió y salí por la puerta.

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How did we end up here? [5 Seconds of Summer, The Vamps, R5] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora