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Se encerró el fin de semana completo, casi rogándole al fantasma que se quedara con él, que le tuviera paciencia para entender todas y cada una de las señas que le daba; Yoongi se preguntaba porque las personas no recuperaban su integridad física al morir; se llegó a encontrar con gente inválida arrastrándose para pedirle ayuda, con personas ciegas vagando sin saber a dónde iban, con sordos que no entendían lo que le decía, y ahora con esto.

Lo único que logró decirle fue la dirección de su lugar, indicaciones para llegar y un “La amé, y si tuviera que dejar de hacerlo para volver a vivir, elegiría amarla.” Yoongi tardó demasiado en explicarle que estaba muerto, en hacerle saber que no había nada que pudiera hacer.

El martes que llegó al salón, miró con cabeza gacha a DaeYeon, tomó su mano con las propias temblando, y le murmuró que quería llevarla a un sitio. Tuvo que comentarle a SooLing y Jeongguk lo que iba a hacer, sabía que la menor necesitaría apoyo moral, que las cosas no serían tan simples.

Y ahí estaban, los cinco frente a un cementerio; DaeYeon sentía el corazón martillando su pecho con fuerza.

—¿Por qué estamos aquí, oppa?— El pálido suspiró, tomando su mano con fuerza. Podía ver a Yongguk sentado frente a una lápida a lo lejos, sus piernas temblaban conforme guiaba a su única amiga al sitio que la marcaría de por vida, al sitio que le rompería el corazón en un instante.

—Hay algo que Yongguk siempre quiso decirte— Tomó una gran bocanada de aire antes de soltarlo, sus ojos humedeciéndose mientras los tres chicos seguían al par confundidos.—, si alguna vez le hubieran dicho que debía dejar de amarte, hubiera preferido morir.— La voz profunda logró calmarla un poco cuando se encontraron frente a la lápida limpia de su novio, con flores frescas, unas cuantas velas a un costado. El estómago se le revolvió con demasiada fuerza, algo que no podía creer.

Yoongi miró por instantes a Taehyung rascándose la muñeca derecha con una incomodidad latente, mientras Daeyeon soltaba los fuertes sollozos, Sooling se sentó a su lado con un nudo en la garganta. Jeongguk se quedó estático, sin saber que hacer o decir, simplemente mirando a Taehyung y Yoongi quien abrazó a su amiga intentando reconfortar de alguna manera el golpe tan duro que debería estar recibiendo.

Jeongguk vio un chico moreno frente a ellos, su semblante serio a nada del llanto... Movió sus manos antes de plantar un beso sobre la frente de la chica, sus ojos permanecían sobre la pálida conforme el viento arrastraba su imagen lejor del menor, a un lugar mejor. Tras procesar lo que le dijo, se instaló un malestar en el estómago del menor que al instante le arrancó una lágrima.





 

“Perdón por no decirte adiós.”

“Y perdón por no amarme cómo te amé a ti.”

 daddy issues ✾ taegi/yoontaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora