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Era muy fácil que Yoongi se sintiera traicionado; probablemente, lo que más le hizo sentirse de esa forma fue el hecho de que nunca fue un amigo suficientemente cercano de Taehyung antes de tomar el rol de su papi.

Así que quizá era un poco estúpido que se sintiera engañado por no saber del precioso mundo de lunares que Taehyung escondía no sólo debajo de la ropa, sino también con maquillaje y su propio cabello.

—¡¿Qué te pasó en el cabello?!— Daeyeon, como ya era costumbre, fue la primera en saltar de su lugar cuando miró al ahora rubio cruzar la puerta. El alto se cubrió el rostro con ambas manos, agachándose hasta quedar sobre el hombro de Yoongi.—¡Tienes mullet, ¿Eso es un industrial?!— Uno de los brazos del pálido rodeó su cintura, la chaqueta de cuero chilló cuando hizo contacto con su sudadera azul. Sentía como su rostro se iba pintando de rojo,

—Yeonnie, ¿Qué dijimos sobre molestar a TaeTae?— Inquirió acariciando al menor de la cintura. Dae le entrecerró los ojos, sin saber si debería o no decirle que las sombras se le habían difuminado hasta la sien.

—Eres el papi de Taehyung, no me regañes como si yo también fuera tu bebé— Se quejó, alzando la mano para tocar la oreja (ahora roja) del moreno, pero Yoongi se interpuso abrazándole y alejándolo de la pálida. —, ¡Yah, Kim Taehyung! ¡Dejame ver eso!

—No toques a mi bebé, Daeyeon–ah.— La chica retrocedió un paso, regresando la mano con la que intentaba tocar al menor hasta su pecho. Yoongi había usado un tono de voz agresivo que nunca antes había escuchado. Frunció el ceño, con ojos aguándose.

—Taehyung es amigo de todos nosotros, no puedes prohibirnoslo. — Se quejó, luego le sacó la lengua antes de irse a sentar junto a Soo, quien escribía en su teléfono tras más de tortuosas veinticuatro horas sin él. Yoongi fue soltando al menor de a poco. Era verdad. No debía convertirse en el amigo tóxico.

—Gracias— Taehyung fue alejando las manos de su rostro, poniendo una sobre el pecho del mayor y otra sobre uno de sus brazos. Yoongi le miró de reojo, recordando la imagen del día de ayer, casi mirando los lunares donde ahora había corrector y polvo. Suspiró con desgano, acariciándole la cintura con ambas manos. Lo puso al frente suyo, juntando sus frentes.—, ¿En verdad me miro bien con éste corte?— Preguntó dudoso, el otro asintió con una sonrisa pequeña.

—Ve con Yeonnie, deja que acaricie un poco tu cabello.— Susurró, antes de dejarle un beso en la mejilla, en donde recordaba haber visto su lunar.

Se estaba volviendo tan débil sólo por esos lunares...

—¿Puedes dejar mi mochila ahí?— Señaló el lugar, Yoongi asintió; mientras el menor iba, él dejó la mochila de Taehyung en el primer pupitre de la fila, y, en el asiento de atrás, la suya. Le parecía un poco raro que DaeYeon estuviera tan enojada, o que hubiera reaccionado así por no dejarle tocar al menor, pero no se sentía con ánimos de irle a preguntar después de haberla puesto de malas. Quizá Jeongguk y Taehyung lograran ponerla de buenas.

 daddy issues ✾ taegi/yoontaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora