Josy ató su cabello en una desaliñada coleta alta. Mirándose al espejo soltó un suspiro.
—Definitivamente soy un desastre —se dijo a sí misma con el ceño fruncido.
Su estómago se sentía terriblemente incómodo por la presencia de los nervios. Que poco a poco estaban comenzando a consumir su cuerpo.
—Todo estará bien, Josy —susurró tomando sus cosas para salir rumbo al trabajo.
A la edad de veintiún años, Josy Gallagher se encontraba estudiando Historia Contemporánea gracias a una beca que le dejaba toda la carrera pagada. El resto de su tiempo lo ocupaba trabajando en un pequeño café el cual le ayudaba a pagar el resto de sus gastos.
La castaña tomó una bocanada de aire cuando puso un pie en el exterior del edificio. Y, con paso apresurado, se dirigió al café que estaba sólo a unas pocas cuadras. La única ventaja de todo era que no debía gastar dinero en taxis para poder llegar a su destino.
—¡Josy! —le sonrió el gerente cuando ésta se asomó por la puerta.
—Buen día, jefe —sonrió ella de vuelta.
—¡Oh, vamos! Te he dicho que me llames Kyle —sugirió amistosamente y ella sonrió de manera forzosa.
—Estoy bien así, descuide...
En silencio, Josy empezó a hacer su trabajo, ignorando completamente las constantes miradas de Kyle sobre ella. Era algo a lo que ella había terminado por acostumbrarse.
—¿Viste las noticias? —oyó a un par de clientes que se encontraban en una mesa cercana.
—Sí, la gente está muriendo como si fueran insectos.
Josy tragó con nerviosismo. La idea de ser ella la siguiente víctima, le aterraba de una manera impresionante. Después de todo, si algo le sucedía, difícilmente alguien respondería por ella. Su madre había fallecido tres años atrás y a su padre no lo veía desde que había cumplido diecisiete años. Por lo que estaba completamente sola.
Ella temía por su vida, como cualquier otro. Todo lo que estaba ocurriendo en la ciudad de Los Ángeles le ponía los pelos de punta.
Un asesino no identificado, que había sido el responsable de innumerables muertes en los últimos dos meses, no era un asunto que debía ser tomado a la ligera.
Eran aproximadamente las seis de la tarde cuando el noticiero nocturno inició.
—Nos han reportado otro caso más de asesinato, aparte de los dos expuestos esta mañana.
Esta mierda se está saliendo de control —pensó la chica sintiendo cómo su cuerpo se tensaba.
Kyle observó a Josy ligeramente preocupado.
—Josy —llamó su atención—. Si quieres puedes irte temprano hoy —sugirió acercándose a ella—. La ciudad está muy alborotada estos días. Sería peligroso que andes tan tarde sola.
—¿Está seguro? Puedo quedarme —trató de sonar segura de sí misma.
—Entonces déjame llevarte —sugirió él acomodando su rubia cabellera hacia atrás.
Demonios —pensó—. Ahora no puedo decirle que no. Me odio.
—Vale —sonrió la castaña ignorando su evidente inconformidad con el asunto.
La tarde siguió su respectivo curso. Josy se maldijo millones de veces por no haber aceptado la primera opción de Kyle. Pensó que estar a solas en un coche con su jefe no era la mejor decisión de todas.
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FLAMES [LIBRO I: THE DEVIL LOVES TOO] (EDITANDO)
Teen Fiction"The Devil Loves Too" La ciudad de Los Ángeles está siento azotada por un asesino serial que la policía sigue sin poder localizar. De todo se intenta, pero él no parece dejar rastro alguno. Josy Gallagher, conocerá a un chico que pondrá su mundo de...