Capítulo 9

425 46 2
                                    

Josy se despertó aquella mañana sintiendo el cuerpo tan ligero que hasta se extrañó por haber dormido tan bien la noche anterior. Puesto que, dormir poco se le estaba haciendo una costumbre. Sin embargo, en vez de quejarse, Josy sonrió poniendo un pie fuera de la cama. Eran las nueve de la mañana cuando la castaña había encendido loa cafetera. Mientras el café estaba listo, empezó a juguetear con sus pies, tratando de no pisar las líneas entre cada uno de los envejecidos tablones de madera. Se detuvo cuando la cafetera sonó dos veces. Por poco y se tropieza al momento.

Josy se rio por lo bajo cuando, por un momento se asustó al pensar que llegaría tarde a trabajar. Pero recordó que era domingo y simplemente se sentó en el sofá a beber su café mientras revisaba su teléfono.

Divagó toda la mañana, sin encontrar qué hacer con su tiempo libre. No tenía asignaciones pendientes. Por lo que ni siquiera se molestó en abrir alguna de sus libretas. Tampoco tenía algo planeado, de todas formas. Pensó en Amanda, pero sacudió la cabeza cuando recordó que la rubia le había comentado que estaría de viaje con su familia aquel fin de semana. Finalmente, Josy suspiró deprimida.

—¿Qué demonios debería hacer con mi tiempo? —pensó en voz alta.

Su celular vibró y lo miró enseguida.

—Bingo.

—¿Josy? —oyó detrás de la línea.

—Kyle —sonrió—. La solución a todos mis problemas. Qué oportuno.

—¿Qué? —cuestionó él confuso.

—¿A qué debo tan grata llamada? —preguntó ella sonriente.

Kyle, por su parte, frunció el ceño. Normalmente Josy no portaba tan excelente ánimo un domingo por la mañana. Además, pese a que ya habían desarrollado una relación amistosa un poco más formal, a Kyle se le hacía extraño que Josy atendiera el teléfono con tan buenos humores.

—Quería ver si tenías algún plan para ho...

—Ninguno, ¿en dónde nos veremos? —interrumpió ella. Al final, al rubio ser le terminó contagiando el humor de la muchacha.

—¿A dónde propone ir la señorita? —preguntó interesado.

—Demos un paseo simple —él volvió a sonreír. Indudablemente Josy se le hacía la chica perfecta: sencilla, agradable, inteligente y bonita.

—Encantado.

Kyle había ido a buscar a Josy algunos minutos después. Dándole así algún tiempo para que ella pudiera arreglarse. Se sorprendió cuando, al divisarla, vestía hermosamente un vestido floral y unas lindas sandalias. Su cabello caía en ondas como era de costumbre, pero esta vez estaba recogido en una media coleta que dejaba el resto del cabello suelto. Kyle tragó en seco cuando la vio. No acostumbraba mirar a Josy tan arreglada. Usualmente la castaña vestía jeans y camisetas sencillas. Aunque no dejaba de lucir hermosa. Más bien aquellas prendas le sentaban tan maravillosamente como el vestido que llevaba aquel día.

—Te ves encantadora —le dijo Kyle con una sonrisa cuando ella había subido al auto. A Josy se le enrojecieron las mejillas y sonrió avergonzada.

—¿De verdad? Gracias. Creí que había exagerado un poco con el atuendo —dijo ella jugueteando con sus dedos.

—Para nada, Josy. Realmente te ves muy bonita —así como la castaña, Kyle tenía las orejas rojas de lo avergonzado que se encontraba. Era la primera vez que saldría a pasear con Josy de aquella manera.

—¿Vamos entonces? —Kyle asintió sonriente.

El auto se puso en marcha, y Kyle no podía evitar echarle algunas miradas de reojo a Josy, quien miraba distraída por la ventana. Él sonrió sutilmente. Continuaron el trayecto intercambiando un par de palabras de vez en cuando. La suave música se mezclaba perfectamente con el ambiente.

FLAMES [LIBRO I: THE DEVIL LOVES TOO] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora